La entrega de mayor armamento a Ucrania por parte de los estados de la OTAN y la avanzada rusa en el este ucraniano habilitan el peligro de una escalada en el conflicto. Mientras tanto, continúan las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China en torno a Asia-pacífico. La socialdemocracia pierde las elecciones en Berlin mientras se desarrollan las regionales en Italia como termómetro del gobierno de Giorgia Meloni. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden desarrolló su discurso sobre el Estado de la Unión destacando logros económicos y desafiando a los republicanos a seguir desarrollando políticas expansivas. Lula realizó su gira por EEUU para fortalecer una nueva política exterior de Brasil. El partido Revolución Ciudadana de Rafael Correa obtuvo una victoria contundente en las elecciones regionales de alcaldes y prefectos en Ecuador, posicionándolo con buenas perspectivas para las presidenciales.
Por Federico Montero y Pablo Macia
El apoyo armamentístico de la OTAN a Ucrania y la respuesta rusa potencian el peligro de una escalada.
A casi un año del inicio de la guerra en Ucrania las posiciones parecen devenir desde un estancamiento al potencial peligro de una escalada hacia un nivel más alto de conflicto. Esta semana el presidente ucraniano Volodimir Zelensky salió por segunda vez de su país desde el inicio de la guerra para realizar una visita a Londres, París y Bruselas en busca de más armamento de la OTAN para enfrentar a las fuerzas rusas. La mayor repercusión del viaje la tuvieron las declaraciones del presidente ucraniano quien afirmo: “dennos alas” en referencia a aviones de combate para la guerra. Los expertos militares son escépticos a responder a este pedido ya que los aviones no pueden ocupar territorios y sólo se les permite bombardear fuerzas en Ucrania. En ese aspecto, una fuerza aérea moderna dirigida por Ucrania sería una provocación que abriría una escalada innecesaria en el conflicto. Sin embargo, la OTAN viene definiendo la provisión de mayor armamento pesado a Ucrania desde la reunión de Ramstein del 20 de enero, en el que además de los tanques del Reino Unido, Alemania y EEUU se desplegaron vehículos de combate, defensas aéreas mejoradas y más artillería móvil.
Desde los mandos militares de occidente justifican la llegada de mayor armamento en las previsiones de que Rusia realizaría una gran ofensiva al cumplirse un año de la guerra. En esta línea según el portavoz de la Fuerza Aérea de Ucrania, Yurii Ihnat, las tropas rusas dispararon un “número récord” de misiles tipo S-300 durante la madrugada del viernes en hasta 35 regiones ucranianas, que generaron cortes de energía de emergencia en varias regiones del país.
Mientras tanto, desde la diplomacia de Rusia afirman que Estados Unidos ha desatado una guerra híbrida contra el país que puede devenir en una escalada militar si continúa. El creciente apoyo militar a Ucrania y las constantes sanciones a Rusia han determinado la salida del tratado de no proliferación de armas nucleares New Start por parte de Moscú. Este posicionamiento se da también en referencia a la reciente investigación del reconocido periodista Seymour Hersh sobre los atentados contra los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que reconoce la participación de la marina norteamericana en el hecho. El presidente Joe Biden no sólo no ha dado explicaciones sobre el incidente sino que además viajará a Polonia en 24 de Febrero, al cumplirse un año de la guerra, lo que tensa aún más la relación con Rusia.
Pero más allá de las acciones coyunturales, existe un serio riesgo de una escalada, tanto en el mayor poder de destrucción de los armamentos como en la ampliación del escenario del conflicto. En cuanto al primer punto, los analistas suponen que puede avenirse el uso de armas nucleares tácticas, es decir, circunscriptas a una pequeña área. En cuanto al segundo punto, se prevé que la prolongación de la guerra endurecerá las posiciones de los aliados a los dos bandos del conflicto. En el caso de Ucrania con mayor peso de las potencias occidentales en la guerra. En el de Rusia con mayor implicación de países como Irán, Bielorrusia y Corea del Norte. Como indicio de esta hipótesis, la semana pasada fue atacada una fábrica de drones en Irán, que supuestamente provee a Rusia. Además, Israel ha sugerido que ayudaría a Ucrania con material bélico en la contienda.
Por otro lado, el Director de Programa del Club de Discusión de Valdai, Andrey Sushentsov estableció 8 motivos por los que Estados Unidos quiere prolongar el conflicto en Ucrania. Entre los puntos más destacados de su análisis refiere al interés de Estados Unidos en haber provocado a Rusia para debilitarla relativamente en la guerra con Ucrania y en haber roto la cooperación energética entre Rusia y Europa para crear una mayor dependencia y condiciones más desfavorables para la industria del viejo continente. De esta manera Estados Unidos limitaría la autonomía de Europa y la volcaría a la estrategia militarista de la OTAN, obligándola al rearme que Washington necesita para volcar su fuerza propia en Asia-Pacífico frente a lo que considera una amenaza por parte de China. Por último, también destaca el objetivo de Estados Unidos de revitalizar el complejo industrial militar en un escenario mundial de conflictos abiertos que permita reindustrializar el país y contener la situación social.
Así las cosas, desde analistas de distintas perspectivas comienzan a coincidir en que la guerra en Ucrania es el emergente de conflictos geopolíticos larvados durante tiempo y que perdurarán en el mediano y largo plazo.
Continúan las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China en torno a Asia-pacífico.
La suspensión del viaje a China del secretario de estado Antony Blinken fue la muestra de la creciente tensión que vive la relación entre Washington y Beijing, y que amenaza con acrecentarse. La razón dada a conocer fue la del globo aerostático chino que sobrevoló territorio de Estados Unidos y que fue derribado por las fuerzas aéreas norteamericanas. Las autoridades chinas consideraron esta decisión como una exageración y una provocación, ya que habían avisado que el globo se había desviado de su ruta natural por causas de fuerza mayor.
A este incidente se le sumaron en la semana el acuerdo entre Filipinas y Estados Unidos para que el ejército norteamericano tenga más acceso a las bases militares de Filipinas con el fin de mantener una mayor presión en lo que consideran las ambiciones territoriales de China. En el mismo sentido, Japón y Filipinas cerraron un acuerdo de cooperación militar para misiones humanitarias y entrenamiento conjunto de tropas. A esto se suma la gira realizada por Japón del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, para que la nación nipona eleve los gastos de defensa hasta el 2% del PIB hacia 2027. Desde el año pasado en su reunión anual en Madrid, la OTAN definió a China como un “desafío” y por primera vez invitó a países que considera sus aliados en Asia-Pacífico como Corea del Sur, Australia y Japón. Este último país mantiene la presidencia del G7 durante este año y en la reunión anual de mayo en Hiroshima cargará con mayores presiones hacia China a partir de su posicionamiento en la Guerra de Ucrania.
En efecto, Estados Unidos viene aprovechado la guerra en Ucrania para imponer mayores sanciones a China en materia tecnológica, aduciendo una supuesta cooperación de Beijing con Moscú de componentes que sirven a fines militares. En ese sentido se orienta la decisión de Estados Unidos de imponer un embargo total de los suministros de semiconductores estadounidenses a empresas como Huawei, o las presiones hacia los Países Bajos y Japón sobre una prohibición conjunta del suministro de equipos de fabricación de chips a China. Frente a este intento de aislamiento tecnológico, China avanzó con reclamos en los organismos de comercio multilaterales afirmando que cuidará los intereses de sus empresas. Por otro lado, a raíz de la interdependencia económica global, un endurecimiento en la cooperación y el intercambio tecnológico entre Estados Unidos y China podrían provocar serias interrupciones en las cadenas de suministro, al menos en el corto y mediano plazo.
Pero todos estos incidentes se enmarcan en grandes cambios estructurales que desde la gestión de Trump determinaron el pasaje de una instancia de cooperación comercial de las dos principales economías del mundo a una de “competencia estratégica”.
Mientras China continúa avanzando en su zona de influencia en Asia y a nivel global donde ya es el principal socio comercial de más de 130 países y regiones, Estados Unidos definió reorientar su producción y mantener la delantera tecnológica aislando a Beijing. Pro además, Estados Unidos acrecienta su fuerza militar para contener el papel de China en Asia-Pacífico con nuevas alianzas como el AUKUS, el QUAD y la relación con Taiwán, entre las acciones más destacadas. En este marco, es de esperar que las tensiones continúen en aumento como se viene reflejando en los últimos acontecimientos.
La socialdemocracia pierde las elecciones en Berlín mientras se desarrollan las regionales en Italia.
En Alemania, este domingo 12 de febrero se desarrollaron las elecciones a la Cámara de Representantes de Berlín, que arrojaron como resultado la peor derrota del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) desde la posguerra. El partido del canciller alemán, Olaf Scholz, ocupaba la alcaldía de Berlín desde el 2001, pero en esta oportunidad quedó tercero después de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) que obtuvo el 27,8% y 47 representantes, y de Los Verdes que con 18,8% obtuvieron 32 bancas. El SPD obtuvo un 18,7% y 32 bancas mientras que La Izquierda obtuvo un 12,1% y 21 escaños. Por último, el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania obtuvo un 9% y 15 bancas.
Si bien la CDU manifestó su intención de formar gobierno en la ciudad, las posibilidades son lejanas ya que deben obtener la mayoría simple de los 147 asientos de la cámara de representantes y tanto el SPD como Los Verdes y La Izquierda han manifestado que mantendrán su alianza. Pero de todas formas, el resultado indica un serio descontento de la ciudadanía alemana, afectada por la inflación y los debates sobre las consecuencias de la guerra en Ucrania.
El resultado también marca el desgaste del gobierno de Berlín, quien pagó el costo de las últimas elecciones del 26 d septiembre del 2021, que fueron anuladas por el Tribunal Constitucional por las irregularidades en los comicios y retrasos en la apertura de las urnas, entre otros problemas.
Mientras tanto, en Italia se desarrollan las elecciones regionales en Lombardía y Lacio, siendo las primeras desde que asumió la primera ministra Giorgia Meloni. En ese marco, las regiones de Lacio con casi 13 millones de habitantes junto con los 5 millones de Lombardía se convierten en un termómetro sobre la aceptación o no de la gestión de la primera mujer en ocupar el gobierno. La elección se da en dos jornadas y este domingo en Lombardía la participación es del 31,76% mientras que en Lazio es del 28,63%. Lo colegios electorales reabrirán este lunes a las 7 a.m. y se puede votar hasta las 15 p.m. El resultado de los comicios se conocerá a partir de este lunes cuando el colegio electoral realice el conteo.
Mientras tanto, las encuestas indican el triunfo de los candidatos respaldados por la coalición de extrema derecha gobernante.
Por último, las trágicas consecuencias del terremoto en Turquía y Siria que ya ha dejado más de 33.000 muertos pone en vilo las elecciones presidenciales programadas por Ankara para el 14 de mayo. En las mismas, Recep Tayyip Erdogan, primer ministro desde 2003 pretende reelegir por un nuevo mandato y ya ha denunciado una campaña de desgaste en su contra frente al sismo que ha destruido una importante infraestructura y ha causado innumerables muertes.
Biden desarrolló su discurso sobre el Estado de la Unión destacando sus logros económicos
El presidente Joe Biden emitió este martes 7 de febrero su tercer discurso sobre el Estado de la Unión ante la asamblea legislativa compuesta por los miembros de la cámara de representantes y el senado. A diferencia de los dos años anteriores, en esta oportunidad las relaciones de fuerzas han cambiado ya que los republicanos asumieron la presidencia de la cámara de representantes luego de las elecciones de medio término del 8 de noviembre del año pasado. En el marco de la disputa presidencial del próximo año, Biden, desarrolló un discurso de corte proselitista enfocado en destacar tres grandes ejes de su gestión en materia doméstica.
El más importante de ellos fue el de la política económica, en el que el mandatario llamó a fortalecer las políticas de desarrollo industrial y empleo. En ese aspecto destacó iniciativas de su gobierno como la Ley de Infraestructura, con 20,000 proyectos de creación de empleos en diversos rubros, y la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), que reduce los costos de salud y subvenciona a las energías limpias marcando una respuesta estratégica a la crisis climática. También destacó la Ley Chips and Science que promueve la repatriación de inversiones en la producción de semiconductores tanto a Estados Unidos como a sus aliados regionales.
Biden destacó también la creación de millones de nuevos puestos de trabajo, anunciando que actual tasa de desempleo es la más baja en 50 años. Además, impulsó iniciativas de compre nacional en materia de acero, cemento y otros materiales que se usen para construir edificios del Gobierno federal. Por último, en materia tributaria, el presidente impulsó una suba de impuestos progresivos para los multimillonarios y las corporaciones que han obtenido rentas extraordinarias a partir de la guerra y la pandemia del covid como las energéticas y las industrias farmacéuticas.
En segundo lugar, su discurso se enfocó en relación a la oposición republicana en la cámara de representantes. En ese aspecto, Biden llamó a mantener la financiación del gobierno elevando el límite de la deuda federal para este verano. Pero los republicanos han manifestado su oposición a aprobar un mayor endeudamiento. Así el momento más tenso se produjo cuando Biden acusó a los republicanos de tratar de reducir las prestaciones del Seguro Social (jubilaciones) y de Medicare (obras sociales), lo que provocó gritos de “mentiroso” por parte de sus críticos.
Por último, el tercer eje importante estuvo enfocado en dirigir un mensaje a las bases progresistas del partido demócrata. En ese sentido estuvieron presentes en el recinto los padres de Tyre Nichols, el joven afroamericano asesinado recientemente a golpes por la policía en Memphis. Biden aprovechó su mención que recibió una ovación para pedir una reforma de la policía y brindar así una fuerte señal contra la violencia institucional y el racismo. También hizo un llamamiento para establecer leyes de controles de armas mencionando a las víctimas del tiroteo en el parque Monterrey en California, donde murieron 10 personas.
En suma, el discurso de Biden estuvo orientado a sostener los logros de su gestión y proyectarlos de cara a las elecciones presidenciales del 2025. Sin embargo, y a pesar de ser el hombre fuerte de los demócratas, su postulación a un segundo mandato todavía está en duda ya que según encuestas como las de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research, alrededor de tres cuartas partes de la población desaprueban su gestión y la mayoría de los demócratas no quiere que Biden se presente a otro mandato. Pero los presidentes estadounidenses casi nunca renuncian a la oportunidad de tener un segundo periodo de gobierno. El último que lo hizo fue Lyndon Johnson, quien se negó a postularse a la reelección en 1968 en el marco de la crisis propiciada por la Guerra de Vietnam. Así las cosas, la carrera por las presidenciales del 2025 continúa abierta.
Lula realizó su gira por EEUU para fortalecer una nueva política exterior de Brasil.
El presidente de Brasil Luiz Ignacio Lula Da Silva realizó esta semana una gira de 48 horas por Estados Unidos con una nutrida comitiva gubernamental en su segunda salida del país luego del encuentro de la Cumbre de la CELAC en enero en Argentina. De esta manera, Lula continúa posicionando a Brasil en el marco de la política global luego del aislamiento que Bolsonaro le imprimió a la política exterior del país. En la que fue su reunión más importante, con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, Lula abordó temas globales como la defensa de la paz frente a la guerra en Ucrania, las instituciones democráticas frente a las derechas radicales y el tema ambiental, entre otros. En cuanto a este último, Lula destacó la necesidad de que los países ricos financien a todos los países que tienen bosques”, tanto en América del Sur (en referencia al fondo de la Amazonia) como en África. En materia ambiental, el Fondo de la Amazonia es una iniciativa impulsada por Noruega y Alemania para preservar la biodiversidad del pulmón verde más importante del mundo. El apoyo que busca Brasil está orientado a legitimar su política ambiental en un mundo circundado por las tensiones entre Estados Unidos y China y entre los países desarrollados y los emergentes, que en muchas ocasiones terminan relegando los objetivos ambientales a un segundo plano.
En cuanto a la guerra en Ucrania, Lula mantuvo su posición de neutralidad con la propuesta de crear un grupo de países por la paz para discutir el fin del conflicto. La propuesta contempla a países como China e India, con quienes comparte los BRICS, e Indonesia, entre otros países que no han colaborado con ninguno de los dos bandos en la provisión de armamento.
Un tema en el que sí hubo coincidencias más marcadas fue el de la defensa de las instituciones democráticas y los poderes del estado frente a las derechas radicalizadas que han impulsado acciones destituyentes tanto en Estados Unidos con los partidarios de Trump como en Brasil con los de Bolsonaro. Sin embargo, la posición internacional de Brasil no es la de dividir a los países entre “democracias y autocracias” como lo hace la prédica estadounidense en referencia a las instituciones demoliberales, sino la de respetar las autonomías, culturas y las instituciones políticas que se dan los distintos pueblos del mundo.
Esta actitud de autonomía de Brasil se corresponde con el manejo independiente frente a las presiones de las potencias occidentales de aislar a países como China y Rusia, entre otros. En efecto, Brasil mantiene acuerdos con el gigante asiático, de quien es el principal socio comercial y con quien tiene acordados proyectos de infraestructura. Al respecto, Lula viajará a China para encontrarse con Xi Jinping en marzo. Mientras tanto, con Rusia mantiene acuerdos comerciales con la provisión de fertilizantes para la agroindustria.
Brasil pretende adquirir un mayor protagonismo regional y global a partir de la revitalización del Mercosur y de los acuerdos Mercosur-UE, Mercosur-China y otras articulaciones en América Latina. También manifestó la intención de convertirse en miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Por último, Lula manifestó que volverá a Nueva York en septiembre, en el marco de la Asamblea General de la ONU, donde impulsa un lugar permanente del Consejo de Seguridad para tratar temas ambientales, entre otras iniciativas que lo catapultan como un nuevo actor en materia internacional.
El correísmo obtuvo una victoria contundente en las elecciones regionales de alcaldes y prefectos en Ecuador
Por último, en Ecuador, en las elecciones de alcaldes y prefectos, el movimiento del ex presidente Rafael Correa, Revolución Ciudadana alcanzó un histórico triunfo imponiéndose en las ciudades y regiones más importantes del país. La elección de Revolución Ciudadana es un punto de inflexión luego de 7 años de persecución política a esta fuerza y dentro de un particular clima de violencia con el asesinato del joven candidato a la alcaldía de Puerto López, Omar Menéndez, el día anterior a los comicios. Tanto él como otros candidatos del correísmo ganaron las elecciones en distritos de gran importancia como la prefectura de Pichincha, con la reelección de Paola Pabón, o la de Pabel Muñoz por la alcaldía de Quito y de Aquiles Álvarez en la ciudad de Guayaquil, arrebatada al Partido Social Cristiano luego de 31 años de hegemonía. En total Revolución Ciudadana logró hacerse con las gobernaciones de 9 prefecturas regionales, cuando en las elecciones de 2019 sólo había podido conquistar 2.
En forma paralela, se consolida también en la oposición el Pachakutik, expresión política del movimiento indígena que conforma la segunda fuerza de oposición
Las elecciones marcan, sobre todo, la mala administración del gobierno de Lasso: el aumento de la violencia y de las bandas criminales, la represión a las protestas, el conflicto con los movimientos indígenas, el aumento de la pobreza y los casos probados de corrupción en su gobierno, todo ello explica el por qué de esa derrota del oficialismo.
El resultado deja con buenas perspectivas al correísmo para las elecciones presidenciales de 2025, además de representar la estrepitosa derrota para el gobierno de Guillermo Lasso, quien también perdió un plebiscito con el que pretendía mantener una cuota de legitimidad.