Observatorio del Sur Global

“El triunfo resonante del correísmo es un punto de inflexión real en Ecuador”

Federico Montero
Federico Montero
6 Minutos Leídos
Paola Pabón y Pabel Múñoz.

Por Federico Montero, director del Observatorio del Sur Global.

Desde Quito

Durante el día de ayer, domingo 5 de febrero, tuvieron lugar las elecciones seccionales de Ecuador donde se eligieron prefectos/as (gobernadores/as), autoridades locales e integrantes del Consejo de Participación Ciudadana y de Control Social (CPCCS). También se decidió sobre un referéndum impulsado por el presidente Guillermo Lasso como forma de recuperar popularidad y así fortalecer su gestión de gobierno.

Lo destacado de la fecha es el triunfo resonante del correísmo (Revolución Ciudadana) en distritos clave para Ecuador. Puede constituir un punto de inflexión real en lo que han sido casi 7 años de persecución política contra Correa y su fuerza política. Tanto él como sus principales colaboradores están exiliados y la estructura partidaria en el país tuvo que dar una gran batalla en el marco de un clima social enrarecido, con numerosas situaciones de violencia. La victoria del día de ayer en distritos significativos como la ciudad capital Quito, Guayaquil y en prefecturas como Manabí, abren una importante posibilidad de cambio en Ecuador.

Para graficar el clima social de violencia, el sábado por la noche un grupo de sicarios asesinaron en su departamento al candidato a la alcaldía de Puerto López por Revolución Ciudadana, Omar Menéndez. Durante esta campaña se produjeron 5 atentados contra candidatos, principalmente pertenecientes al correísmo. Esto es corolario del desarrollo de políticas de orientación neoliberal, la penetración del narco y la salida del Estado como una presencia fuerte en tanto regulador de la vida social, impronta que le había dado Correa en sus años de gobierno. Si bien hubo muchos votos en blanco o nulo, todo el malestar social, descontento y la percepción de las crecientes desigualdades en un clima de fragmentación y crisis política, fue capitalizado por el correísmo y sus candidatos.

En la prefectura de Pichincha, equivalente a la Provincia de Buenos Aires y en cuyo territorio se sitúa la ciudad de Quito, la prefecta Paola Pabón (RC) fue reelecta. Recordemos que ella estuvo presa durante 70 días por haber garantizado las condiciones de protesta de la movilización del movimiento indígena durante el gobierno de Lenín Moreno. Por esa razón se presentaron en su domicilio y la detuvieron. Inclusive, pasados los 70 días en que estuvo detenida, tuvo que transitar con una tobillera electrónica. A pesar de esto logró reponerse y retuvo la gobernación. Otros hitos importantes para el correísmo son las victorias de Pabel Muñoz por la alcaldía de Quito y de Aquiles Álvarez en la ciudad de Guayaquil, que durante los últimos 31 años fue un bastión del Partido Social Cristiano.

Como el gobierno de Lasso sabía que sus candidatos no tendrían un buen desempeño en esta elección, ideó una consulta de ocho puntos que abarcan diferentes temas. Uno abordaba la posibilidad de extraditar a los criminales, con lo que buscaba capitalizar el descontento de la población con la inseguridad. Otro pretendía dotar de mayor autonomía a los fiscales para fortalecer el rol que tienen en la supuesta persecución de la delincuencia, pero también para dotarlos de mayor autonomía política como figura de contrapeso a las mayorías populares. También se pretendía limitar las capacidades de una institución creada por el correísmo, el Consejo de Participación Popular. Pretendían que, en lugar de ser elegido directamente por la población, fuera elegido indirectamente a través de un consejo de expertos en acuerdo con la Asamblea Nacional. Toda una serie de reformas constitucionales en busca de la centralización del poder y la limitación de la participación popular. Pero lo que fundamentalmente se pretendía con la consulta es que el Gobierno obtuviera una victoria para equilibrar sus derrotas en las gobernaciones y alcaldías. Sin embargo, por los resultados hasta ahora conocidos, también habría ganado el NO, lo que imprime una derrota categórica para el gobierno de Guillermo Lasso, aún en ese plano.

Cabe destacar que es un proceso de escrutinio complicado debido a que se vota con una boleta única por cada candidatura, otra para la consulta y para cada uno de los cargos inferiores. Como observadores electorales hicimos un seguimiento de todo el proceso, tanto apertura como cierre de las mesas y vemos la dificultad que hay en el procesamiento de los votos, lo que ocasiona la demora. Hasta el momento ni el gobierno ni las autoridades electorales se han expresado públicamente, pero sí lo han hecho los candidatos que ya han asumido su derrota en base a proyecciones de tendencias irreversibles. Es inminente que en las próximas horas dispongamos de información fehaciente sobre los resultados en los distintos niveles en el país.

FEDE MONTERO EN CUÁNTO CUENTO, RADIO SOMOS AM530 6/2
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