Crisis política y social y alta volatilidad. Evolución del escenario político en las presidenciales en Ecuador
- El año comenzó con una IMPORTANTE VICTORIA DEL CORREÍSMO en las elecciones provinciales y municipales de febrero. En escenarios fragmentados, los candidatos y candidatas de Revolución Ciudadana pudieron capitalizar el núcleo duro y retener prefecturas estratégicas como Pichincha y lograr triunfos significativos como Quito e incluso arrebatarle a la derecha bastiones como Guayas o Guayaquil.
- La derrota del gobierno en febrero precipitó su crisis política y favoreció la complicada coordinación de los dos bloques opositores en la Asamblea Nacional, propiciando el inicio del proceso de juicio político al presidente Guillermo Lasso.
- Acorralado en la Asamblea, hundido en su popularidad por distintos escándalos de corrupción y con un gobierno en crisis, el presidente activó la “muerte cruzada” que implica la convocatoria a elecciones presidenciales pero también de la Asamblea, así como un periodo de gobierno de excepción hasta la realización de las elecciones.
- De cara a las elecciones anticipadas, el correismo rápidamente lideró las encuestas, impulsado por los resultados de las elecciones provinciales. En el debate público, la figura de Rafael Correa comenzó a recuperar prestigio por el recuerdo de su buen gobierno en contraste con la crisis de Lasso. En ese contexto, se decide la candidatura de Luisa González, figura cercana a Correa, que llega a medir cerca de 40 puntos en las encuestas, número que implicaba un posible triunfo en primera vuelta.
- La irrupción de una espiral de violencia política sin precedentes comienza a cambiar el escenario político. Las acciones del gobierno agudizan el conflicto y comienza la ola de asesinatos de candidatos, llegando a su punto máximo en el asesinato de Fernando Villavicencio. El efecto es un cambio de clima, dónde el eje deja de ser la alternativa al gobierno de Lasso sino el enfrentamiento a la violencia. Esto reposiciona a los candidatos con discurso punitivista y horada la ponderación del correismo.
- El debate presidencial se produjo en un marco de conmoción social y alta volatilidad en la intención de voto. El desempeño y discurso de los candidatos confirmarían un reajuste en las posiciones e intención de voto. Allí se vio a Luisa González centrada en la reinvindicación de la experiencia Correísta, a Jan Topic centrado en el discurso punitivista y a otros candidatos como Yaku Pérez o Noboa, centrados en una agenda propositiva.
- En un marco de alta volatilidad, lo más probable es que el correismo resulte la fuerza más votada. Aunque es más improbable que evite el balotaje.
Dilemas para Luisa González
Lidera las encuestas, y hasta hace tres semanas, cuando la discusión pública estaba centrada en la crisis del gobierno y los escándalos de corrupción del presidente Lasso, se especulaba con que pudiera alcanzar el 40% y la posibilidad de un triunfo en primera vuelta.
A medida que fue creciendo el clima de violencia, y los asesinatos, el eje cambió. Tras el asesinato del candidato Fernando Villavicencio, se cristalizó un nuevo escenario, Lasso pasó a un segundo plano y la discusión pública favoreció a los candidatos con discurso punitivista como Jan Topic y Otto.
Asimismo, se vió perjudicada por una campaña de desprestigio que buscó reactivar el Anti Correismo.
Su principal desafío es vencer la barrera que le impide irradiar su mensaje y conseguir adhesiones más allá del núcleo correísta.
