Blinken viajó a China para distender la relación con Beijing en una convivencia conflictiva. Pedro Sánchez ratifica su liderazgo y se empodera frente a una campaña sucia de parte de la derecha en la justicia. India emprende su segunda fase de elecciones con el presidente nacionalista hindú Narendra Modi como favorito. Lula impulsa el espacio democrático en América Latina mientras Mondino intenta recomponer relaciones con Brasil y China.
Por Federico Montero y Pablo Macía
Blinken viajó a China para distender la relación con Beijing.
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, emprendió un viaje a China luego de 14 años en el que un secretario de estado viajara al país. El encuentro de alto nivel es continuación del desarrollado en San Francisco, en noviembre del año pasado, donde Xi Jinping se reunió con Joe Biden en su visita a Estados Unidos. De la reunión con el ministro de relaciones exteriores de China, Wang Yi, realizada el viernes 26 de abril se establecieron cinco puntos de consenso para continuar la relación de distensión.
En primer lugar, se acordó continuar el proceso de diálogo y cooperación iniciado por los presidentes de ambos países en San Francisco. En segundo lugar, restaurar los mecanismos de consulta en los sectores diplomáticos, económicos, financieros, empresariales e incluso en materia militar, donde se avanzará en la cooperación frente al combate al tráfico de drogas, el cambio climático y la inteligencia artificial. Como tercer punto, ambos países celebrarán el primer diálogo intergubernamental sobre inteligencia artificial y una nueva ronda de consultas sobre asuntos relacionados a Asia-Pacífico y la intervención marítima de China y Estados Unidos en la zona. El cuarto punto consta de un impulso a la cooperación y los intercambios culturales entre países. Por último, se acordó continuar con intercambios sobre cuestiones internacionales y regionales de interés común entre las dos potencias más grandes del mundo.
Pero más allá de los acuerdos formales que permiten una cierta distensión, también persisten factores de desconfianza mutua, que deberán revertirse a partir de acciones concretas y no con declaraciones de intensión. En ese marco, China continúa exigiendo que Estados Unidos respete el principio de una sola China, en su relación con Taiwán, y que honre los tres comunicados firmados en la década del ´70 en el que ambos países restablecieron relaciones. Este tema cobra una importancia trascendental, teniendo en cuenta el triunfo en la isla de Lai Ching-te, que implica un tercer mandato del Partido Progresista por la Democracia que busca la independencia. Estados Unidos mantiene una posición de ambigüedad estratégica respecto a Taiwán, afirmando que respeta el principio de una sola China pero interactuando con la isla sin el consenso de Beijing. Para muestra, el 23 de abril, la administración Biden autorizó un paquete de asistencia militar de 8.000 millones de dólares para Taipéi, a los fines de colaborar con la defensa de la isla frente a las posiciones más asertivas de China.
Además de la relación con Taiwán, el ministro de relaciones exteriores chino, Wang Yi reclamó el cese de los movimientos de contención y desacoplamiento que impulsa Estados Unidos en materia de comercio, la persecución de empresas chinas como Huawei, Tik Tok y otras tantas, y las restricciones sobre los microchips y semiconductores. También exigió el cese de la campaña de desprestigio impulsada por occidente en la región de Xinjiang, en materia de derechos humanos y el cese de restricciones arancelarias y para arancelarias de los productos chinos en EEUU. Por último, China cuestiona la injerencia norteamericana en Asia-Pacífico, con los acuerdos con Japón y Filipinas, y las alianzas de seguridad AUKUS, y QUAD.
Por su parte, Antony Blinken reclamó el fin de la colaboración entre China y Rusia, firmada por ambos países meses antes del inicio de la guerra en Ucrania. Si bien es cierto que Beijing respeta la negativa de entregar armas a Moscú, ha mantenido una autonomía estratégica que no se sumó a las sanciones occidentales y comercializa tecnologías de doble filo que eventualmente puede facilitar la producción de armas rusas.
Este gesto de distensión presenta un nuevo escollo para Estados Unidos, que atravesará durante este año la campaña electoral en la que Trump amenaza con volver a la presidencia con su política de “guerra comercial” con China. Entre esas presiones republicanas a Biden y la posición globalista propia del partido demócrata que siempre ha mostrado una mayor injerencia a nivel mundial, las chances de un verdadero compromiso estratégico de cooperación con Beijing están lejos de verse aseguradas.
Pedro Sánchez ratifica su liderazgo frente una campaña sucia de parte de la derecha en la justicia
Luego de una semana de incertidumbre política en España, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ratificó su continuidad frente a la campaña de demonización hacia su esposa Begoña Gómez. De esta forma y como respuesta a las manifestaciones de solidaridad recibidas, y a una reflexión personal de 5 días, Sánchez logra empoderarse haciendo un profundo llamado a la reflexión ciudadana para enfrentar los ataques personales, las noticias falsas y las persecuciones judiciales y mediáticas en la política española.
En su alegato público este lunes, Sánchez llamó a no permitir los discursos de odio, los ataques personales hacia familiares y las mentiras más groseras que sustituyen el debate político, basado en evidencias racionales. En un discurso emotivo, sorprendió al reconocer que los ataques de quienes buscan quebrarlo le generan dolor a él y sus familiares, y llamó a humanizar la política y a decirle basta a la degradación de la vida pública. También agradeció los apoyos a su figura pero afirmó que “exigir resistencia incondicional a los líderes que sufren estas campañas de desprestigio es poner el foco en la víctimas y no en los agresores”. En ese aspecto llamó a denunciar las agendas de odio, difamación y miedo que impulsan los movimientos de ultraderecha, y rescató la resiliencia de la sociedad española que superó la pandemia, las consecuencias de la guerra en Ucrania y Medio Oriente en el marco de la promoción de derechos y paz social que vive el país.
El llamado de atención que puso en vilo a España lo dio Sánchez el miércoles pasado, al anunciar un impase de 5 días en el que el presidente se retiró de la vida pública para reflexionar si seguía al mando del gobierno en el contexto de una campaña agresiones hacia su esposa, que culminó con una denuncia judicial presentada por la organización de derecha “Manos limpias” por presunto tráfico de influencias. Como en otras estrategias de lawfare, la denuncia sin sustento se basó en la retroalimentación de informaciones falsas impulsadas por los medios de derecha y redes sociales que fueron presentadas como las únicas pruebas ante la justicia. Pero la jugada inesperada de Sánchez, que demostró el hastío frente a los ataques personales le permitió ganar apoyo en la opinión pública. Así en una encuesta del el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) realizada luego de la carta de Sánchez, el 90,5% de los españoles consideró que deberían existir límites en el debate político como evitar los insultos, las mentiras o los ataques personales. A su vez, el 81,4% ve necesaria una reforma judicial. Casi el 50% cree que la causa judicial hacia Begoña Gómez se abrió para hacerle daño a Pedro Sánchez mientras que sólo un 30% cree que está justificada.
Desde esta perspectiva, con el reposicionamiento de Sánchez en la escena pública se abren 3 líneas de acción que pueden reconfigurar el marco político de España.
En primer lugar, el llamado de atención puede redefinir el pacto democrático en el país, deshabilitando las estrategias de fake news y los discursos de odio para avanzar en un clivaje más tradicional donde el debate político se de en términos programáticos y no personales.
En segundo lugar, el PSOE puede lograr una reconfiguración del entramado de la heterogénea coalición de gobierno, donde vuelva a recentrarse como fuerza hegemónica. Las elecciones parlamentarias de los eurodiputados en junio de este año serán un indicador de esta tendencia.
Por último, la reforma de la justicia española puede entrar en agenda dada la desconfianza de la ciudadanía que ve una connivencia entre jueces y sectores del poder económico y político que manipula arbitrariamente las causas de acuerdo a sus conveniencias.
Como sea, Sánchez logró sortear un nuevo ataque a su figura como acostumbra a hacer, de la mano de acciones audaces que tensionan el marco político aún poniendo en riesgo en riesgo su continuidad en el poder.
India emprende su segunda fase de elecciones con Modi como favorito
Este viernes en la India comenzó la segunda fase de votación para escalonada para elegir a los 534 miembros de la cámara baja del parlamento que durante 5 años acompañará al nuevo primer ministro del país. Las elecciones de la democracia más grande del mundo, con 970 millones de votantes habilitados (más del 10% de la población mundial) se desarrollan por etapas en los 28 estados del país, y terminarán el 1° de junio. El actual primer ministro Narendra Modi, del partido nacionalista hindú Partido Bharatiya Janata, BJP parece ser el favorito frente a la coalición liderada por el Congreso Nacional Indio de Rahul Gandhi, el histórico partido liderado por Nehru y Gandhi.
La participación electoral durante este año es más baja que en la última edición del 2019, donde Modi ganó por segunda vez frente a los actuales contendientes. En esta oportunidad se estima que el actual mandatario tiene la mayoría asegurada y eso desalienta la participación. Según los analistas occidentales, el BJP de Modi genera preocupación en algunas minorías étnicas y los sectores laicos ya que pregona un mayor protagonismo de la religión hindú frente a la característica diversidad que componían los gobiernos del Congreso Nacional Indio. Así, en algunas regiones del país, la población musulmana denuncia un avance hacia sus derechos y libertades, pero el BJP niega tales acusaciones.
En términos geopolítico, la India mantiene una autonomía estratégica heredada del no alineamiento en la guerra fría, siendo un pilar del equilibrio en Asia. Así, por un lado, impulsa el acuerdo con Estados, que está interesado en contrapesar la influencia regional de China. Pero, por otro lado, India participa dentro de los países emergentes con el BRICS+ como insignia, desarrollando acuerdos comerciales y de cooperación estratégica con Rusia y China. Así la India continúa avanzando con su protagonismo en el escenario internacional superando a China en población y equiparándose a ella en tasas de crecimiento.
Lula impulsa el espacio democrático en América Latina mientras Mondino intenta recomponer relaciones con Brasil y China.
La semana pasada el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva anunció su voluntad de construir un encuentro internacional con presidentes demócratas, para discutir estrategias de contención frente al avance de la extrema derecha. La propuesta que viene trabajando en ámbitos bilaterales como los mantenidos recientemente con Petro, Macron o Pedro Sánchez, tendría lugar dentro de la Asamblea anual de la ONU, que se desarrollará en septiembre en Nueva York. Lula viene construyendo un protagonismo regional de la mano de exponentes como AMLO y Petro, que bajo los gobiernos de Brasil, México y Colombia representan la primera, segunda y cuarta economía de América Latina, respectivamente. Brasil mantiene también un gran dinamismo con la presidencia pro tempore del G20, en su inserción en el BRICS y apoyando los espacios regionales como la CELAC y un intento de reconstitución de la UNASUR. Lula fue un principal promotor del ingreso de Argentina al BRICS, que finalmente fue rechazado por la gestión de Milei, quien además tildó de comunista autoritario y empobrecedor al presidente carioca. Frente a tal desplante, Lula acaba de ofrecerle el ingreso a Colombia al organismo multilateral, y además se tomó el tiempo para manifestar que “aún no leyó” la carta enviada por la canciller argentina Diana Mondino a su homólogo brasileño Mauro Vieira, en señal de destrato frente a las agresiones recibidas.
La relación entre ambos países es aún incierta pero necesaria dado los intercambios comerciales entre las dos principales economías de Sudamérica. Brasil es el principal socio comercial de la Argentina por lo que los insultos propinados por Milei a Lula son particularmente inoportunos y desafortunados. En el mismo plano también lo fueron las declaraciones del presidente argentino respecto de China, al que tildó como país autoritario y, en sentido peyorativo, comunista. Mondino emprendió viaje a China para comenzar a distender los desaguisados del presidente, con el objetivo de retomar proyectos de inversiones que el propio gobierno paralizó y en especial dar continuidad a swap de 5.000 millones de dólares de libre disponibilidad que Beijing acordó con el anterior gobierno argentino. Desde inicios del siglo XXI, China se convirtió en el principal promotor de inversiones extranjeras directas en Argentina, por lo que los agravios perpetrados por Milei y su alineamiento incondicional a Estados Unidos implican un grave escollo para la continuidad de una articulación franca de cooperación estratégica.
