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Lula crea grupo para discutir valorización del salario mínimo y quiere regular apps

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La reunión con Lula fue la primera vez que los sindicalistas fueron recibidos en el palacio en los últimos seis años. - Marcelo Camargo/Agência Brasil

Por Vinicius Konchinski. Traducción: Isabela Gaia. Para Brasil de Fato

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva firmó este miércoles 18 una ordenanza que crea un grupo de trabajo interministerial para estudiar una política de valorización del salario mínimo. El grupo trabajará durante 45 días, con la posibilidad de extender sus actividades por el mismo período.

La ordenanza fue firmada durante una ceremonia realizada en el Palacio de Planalto con la presencia de representantes de las centrales sindicales del país. Esta fue la primera vez que los sindicalistas fueron recibidos en el palacio en los últimos seis años.

La recreación de una política de valorización del salario mínimo, terminada por el expresidente Jair Bolsonaro, es una promesa de campaña de Lula. En sus primeros mandatos (2003-2011), el presidente creó una regla para calcular el reajuste del piso nacional para otorgar aumentos siempre por encima de la inflación acumulada –es decir, aumentos reales de salarios–.

Originalmente, la creación de la política de valorización del salario mínimo fue resultado de la presión de las centrales sindicales sobre el gobierno. La iniciativa aseguró que el piso se reajustara en base a la inflación más el porcentaje de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del año anterior.

Las centrales sindicales esperan que se adopte una fórmula similar.

Lula dijo que la nueva propuesta también será discutida con los sindicalistas. Reforzó que la intención es garantizar incrementos reales al salario mínimo: “el mínimo es la mejor manera de distribuir los ingresos en el país”.

El mandatario recordó que, durante la dictadura militar, la economía de Brasil creció un 14% y, aun así, los trabajadores se empobrecieron. Esto sucedió porque ese crecimiento no se distribuyó en forma de aumentos salariales.

El ministro del Trabajo, Luiz Marinho, dijo durante la ceremonia que, mientras el grupo de trabajo funcione, el valor del piso seguirá el actual: 1.302 reales (aprox. 250 USD). Eso contradice los reclamos de las centrales sindicales, que defienden el valor de 1.342 reales. También va en contra de la promesa del gobierno, que pidió la aprobación de la llamada PEC de Transición para elevar el piso a 1.320 reales.

Sindicatos y apps

Asimismo, Marinho anunció que, en un plazo de 30 días, se crearán dos nuevos grupos de trabajo. En uno de ellos se debatirá sobre la valoración del rol de los sindicatos en las negociaciones colectivas y en el otro, la regulación del trabajo hecho vía plataformas virtuales o apps.

“Seguimos la angustia de quienes trabajan hasta 16 horas diarias para su sustento. Esto bordea el trabajo esclavo”, dijo Marinho, refiriéndose a los repartidores. “¿Quién protege a estos trabajadores? Es un tema que tenemos que resolver”.

Lula, a su vez, afirmó que el gobierno quiere construir una nueva política sindical en el país, adaptada a la nueva realidad del mundo del trabajo. “Será diferente a la política de la década de 1980 porque el mundo del trabajo ha cambiado mucho.”

El presidente destacó que los sindicatos son importantes en todas las democracias. Dijo que es necesario buscar alternativas para la sostenibilidad financiera de las entidades y criticó puntos de la reforma laboral que comprometen esto.

“Quitar a los trabajadores el derecho a decidir sobre los aportes [a los sindicatos] fue un delito”, afirmó Lula.

El presidente de la Fuerza Sindical, Miguel Torres, se había quejado de esta cuestión en un discurso previo al de Lula. Torres destacó, sin embargo, que los sindicalistas no quieren el retorno del Impuesto Sindical, eliminado por la reforma laboral.

Tweet: “Piensan que el mundo moderno no necesita los sindicatos. Pero la democracia, cuanto más fuerte es, más necesita a los sindicatos para representar los deseos de los trabajadores”.

Reforma tributaria

Lula también afirmó que trabajará para que la propuesta de reforma tributaria que se discute en el Congreso sea aprobada este semestre. También prometió que trabajará por cambios en el Impuesto a la Renta.

“Quien gana 3 mil reales paga proporcionalmente más que quien gana 100 mil reales. Tenemos que cambiar esta lógica”, dijo Lula.

El discurso de Lula sobre el impuesto fue aplaudido por los sindicalistas, que llenaron el salón del Palacio de Planalto. Todos los presidentes de las centrales hablaron antes que el presidente. Oswaldo Augusto de Barros, de la Nueva Central Sindical de Trabajadores (NCST), afirmó que el regreso de Lula a la Presidencia representa el “retorno del diálogo” con los trabajadores.

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