Observatorio del Sur Global

Dos potencias se saludan

Ignacio Martín Ruiz
Ignacio Martín Ruiz
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Semanas atrás el mundo tomó nota del acuerdo firmado por Brasil y China para que sus intercambios comerciales se concreten en sus respectivas monedas nacionales: el real y el yuan. Estaba previsto que este anuncio se diera en el marco de la visita de Lula a Xi Jinping, la que finalmente se pospuso por el cuadro de neumonía que afectó al mandatario brasileño. No había fecha cierta para una reprogramación, pero rápidamente se confirmó que el encuentro tendría lugar tan solo dos semanas después de la fecha original. Para los expertos, la celeridad con que se reorganizó esta reunión diplomática habla de la sinceridad que aúna las voluntades de ambos mandatarios para fortalecer la asociación estratégica. En palabras del vocero del ministerio de Asuntos Exteriores de China, Wang Wenbin, el día previo a la llegada de Lula “China está dispuesta a trabajar junto con la parte brasileña y aprovechar esta visita como una oportunidad para mejorar nuestra cooperación amistosa mutuamente beneficiosa en diversos sectores y aportar más energía positiva a la solidaridad, la cooperación y la respuesta conjunta de los países en desarrollo a los desafíos globales”. Cabe destacar que es la cuarta visita del presidente de Brasil a China pero la primera fuera del continente americano desde que asumió por tercera vez la presidencia del gigante do Sul.

El Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS y el comercio en monedas nacionales

Durante la noche de Shanghái del miércoles 12 de abril, Lula da Silva aterrizó en suelo chino y fue recibido por la flamante presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS y exmandataria brasileña, Dilma Rousseff. Al día siguiente y tras visitar una fábrica de Huawei, Lula asistió al acto formal de asunción de Dilma al frente de la institución financiera. Allí, Lula dio un discurso en el que criticó fuertemente los condicionamientos políticos que trae aparejada la asistencia del FMI a los países que la precisan y propuso al NBD como alternativa para hacer realidad una política internacional de respeto mutuo, soberanía y desarrollo. “No puede asfixiarse a las economías como el FMI está haciendo ahora con Argentina. Ningún gobernante puede trabajar con un cuchillo en la garganta porque es deudor. Los bancos tienen que tener paciencia y si es preciso, renovar los acuerdos”, dijo y agregó “que (El NDB) preste dinero con la perspectiva de ayudar a los países y no de asfixiarlos”.

A su vez, llamó a efectivizar un comercio internacional no mediado por una única divisa en control de un solo país, como el dólar, en favor de fomentar las transacciones transfronterizas en monedas nacionales, expresándose públicamente en favor de una divisa común del BRICS. “¿Por qué no podemos realizar nuestro comercio respaldado por nuestra moneda? ¿Quién decidió que fuera el dólar? Nosotros precisamos tener una moneda que brinde mayor tranquilidad a los países, porque hoy cualquier país tiene que correr detrás del dólar para exportar. ¿Por qué el BRICS no puede tener una moneda que pueda financiar la relación comercial entre Brasil y China, o entre Brasil y otros países?” afirmó y añadió que, si bien difícil, no es necesario precipitarse en el cambio, sugiriendole a Dilma que aprenda de la paciencia china. Ella, por su parte y con anterioridad al discurso de Lula, afirmó que el NDB es el “Banco del Sur Global” y que se buscarán financiar proyectos en monedas locales.

Esto no es en absoluto menor, recordemos que desde la Conferencia de Bretton Woods en 1944 la divisa de reserva global es el dólar, lo que le dio a EE.UU. un extraordinario poder de presión para empujar a los países del mundo a alinearse a sus políticas e intereses, a riesgo de verse estrangulados financieramente o, en el peor de los casos, intervenidos militarmente de manera directa o indirecta. La consolidación de China como primera potencia económica y la manera en que se conduce en las relaciones internacionales están abriendo un horizonte de posibilidades orientadas a la promoción de una cooperación internacional genuinamente dedicada a resolver los problemas de los países que precisan asistencia como también las grandes problemáticas que enfrenta la humanidad a nivel global. China, junto a Brasil, Rusia, India y Sudáfrica son parte del BRICS, espacio económico que este 9 de abril superó al G7 en términos de PBI, y reafirman su voluntad de proponer un comercio internacional libre de presiones y coerciones, lo que promete un panorama verdaderamente alentador en circunstancias que, sin estas perspectivas de futuro, pueden empujarnos a un pesimismo desmoralizante.

La asociación estratégica de Brasil y China, un camino al verdadero multilateralismo

China es el mayor socio comercial de Brasil desde 2008. En 2022 las exportaciones brasileñas al país asiático totalizaron casi 90 mil millones de dólares que comprenden el 26,8% del total del país. Además, el comercio bilateral ascendió a 171,49 mil millones de dólares, siendo Brasil el principal destino de las inversiones chinas en el continente latinoamericano en sectores como: energía eléctrica, petróleo, gas, agua, logística y maquinaria. En tanto Brasil es el mayor proveedor de porotos de soja, pollo y azúcar: el 59,73% de las importaciones de China de porotos de soja proviene de Brasil.

Camino a cumplirse los 50 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países (desde 1974) y a 30 años de su asociación estratégica, Lula se reunió con el premier Li Qiang, con el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional Zhao Leji y con el presidente de la compañía de energía estatal State Grid Corporation, Zhang Zhigang. Posteriormente, Lula y Xi Jinping se reunieron protocolarmente este viernes 14 de abril luego de que el mandatario brasileño depositara una ofrenda floral en el Monumento a los Héroes del Pueblo en la plaza de Tiananmén en Beijing.

En su alocución, Xi refirió a Lula como “viejo amigo del pueblo chino”, reconoció sus esfuerzos en pos del fortalecimiento de las relaciones bilaterales que tuvo lugar gracias a las gestiones del presidente brasileño en sus mandatos anteriores y expresó su “disposición a trabajar con él [Lula] para dirigir y crear un nuevo futuro para sus relaciones en la nueva era” y “su confianza en que una relación China-Brasil que siga disfrutando de un crecimiento sólido y constante está llamada a desempeñar un papel importante y positivo para la paz, la estabilidad y la prosperidad en sus regiones y más allá de ellas”. También destacó a ambos países como los “gigantes” emergentes de los polos occidental y oriental, agregando que “China y Brasil deben situarse en el lado correcto de la historia, practicar el verdadero multilateralismo, defender los valores comunes de la humanidad, trabajar por un sistema de gobernanza internacional más justo y equitativo, salvaguardar verdaderamente los intereses comunes de los países en desarrollo y la justicia y la equidad internacionales y construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad”.

Por su parte, Lula dejó en claro que no se someterá a presiones externas que busquen condicionar su lazo con China. “Ayer [13 de abril] hicimos una visita a Huawei, en una demostración de que queremos decir al mundo que no tenemos ningún prejuicio en nuestra relación con los chinos. Nadie prohibirá que Brasil mejore su relación con China”. También dijo que el país asiático “es una fuerza indispensable en la política, la economía y el comercio, la ciencia y la tecnología mundiales y desempeña un papel vital en la promoción de la paz y el desarrollo mundiales. Brasil se compromete a estrechar sus relaciones con China desde la perspectiva estratégica de configurar un orden internacional justo y equitativo”.

Durante el encuentro se concretó la firma de 15 acuerdos bilaterales en las áreas de agronegocios, ciencia y tecnología, comunicación, entre otras, como también acuerdos entre empresas de los dos países. Según la proyección del Ministerio de Hacienda de Brasil, los acuerdos firmados pueden totalizar cerca de 50.000 millones de reales en inversiones.

Los acuerdos firmados son los que siguen:

  • Memorando de Entendimiento sobre el Grupo de Trabajo de Facilitación del Comercio.
  • Protocolo Suplementario sobre el Desarrollo Conjunto de CBERS-6 al “Acuerdo Marco sobre Cooperación en las Aplicaciones Pacíficas de la Ciencia y la Tecnología en el Espacio Ultraterrestre”.
  • Memorándum de Acuerdo sobre Cooperación en Investigación e Innovación.
  • Memorándum de entendimiento sobre cooperación en tecnologías de la información y la comunicación.
  • Memorándum de entendimiento sobre la promoción de la inversión y la cooperación industrial.
  • Memorándum de Entendimiento sobre el fortalecimiento de la cooperación en materia de inversión en la economía digital.
  • Memorándum de Entendimiento entre el Ministerio de Finanzas de Brasil y el Ministerio de Finanzas de China.
  • Memorándum de Entendimiento sobre cooperación en información y comunicaciones.
  • Acuerdo de coproducción televisiva.
  • Memorando de Entendimiento entre China Media Group y la Secretaría de Relaciones Institucionales de Brasil.
  • Acuerdo de cooperación entre la Agencia de Noticias Xinhua y la EBC (Empresa Brasil de Comunicação).
  • Memorando de entendimiento sobre cooperación para el desarrollo social y rural y la lucha contra el hambre y la pobreza.
  • Plan de cooperación espacial 2023-2032 entre la Administración Espacial Nacional de China y la agencia espacial brasileña.
  • Plan de trabajo sobre cooperación en materia de certificación electrónica de productos de origen animal.
  • Protocolo sobre los requisitos sanitarios y de cuarentena para las proteínas transformadas de animales terrestres que se exporten de Brasil a China.

Tras la reunión, se publicó una “Declaración conjunta entre la República Popular China y la República Federativa de Brasil sobre la profundización de la Asociación Estratégica Integral”. Queda claro que existe una voluntad común por parte de ambos mandatarios de reafirmar el vínculo bilateral y de empujar a la gobernanza global al rumbo de la multipolaridad y del verdadero multilateralismo. En este sentido, el fortalecimiento de los BRICS será fundamental para la concreción de este nuevo paradigma en ciernes de las relaciones internacionales.

Autonomía estratégica y multipolarismo

Resulta necesario resaltar que la soberanía no implica aislarse del mundo sino vincularse a él de manera tal que las decisiones que se tomen no se vean sometidas a las presiones o coerciones de terceros países. El bienestar de la población por la que deben velar los Estados no puede estar supeditada a los juegos geopolíticos de poder de aquellos que quieren dictar cómo son las cosas según su conveniencia.

En este sentido, quedan pocas dudas de que EE.UU. es el máximo beneficiario del desacople europeo del mercado energético de Rusia y del conflicto en Ucrania. Su juego de poder por sostenerse en soledad como decisor de la gobernanza global beneficia directamente a dos de sus más poderosos sectores productivos: el complejo industrial-militar y el sector energético. No es casualidad que Arabia Saudita haya reestablecido relaciones con Irán con la mediación china, que Baréin y Catar hagan lo mismo y que se esté negociando la paz en Yemen. Medio Oriente está entendiendo que EE.UU. juega a una política del “divide y reinarás”, sumiendo a regiones completas en la confrontación para beneficiarse a sí mismo, como todavía lo hace en la región que sus militares ocupan en Siria.

Además, parece ser que Europa se está animando a alzar la voz de manera crítica con la política norteamericana. Tras su viaje a China, Emmanuel Macron sostuvo la importancia de fortalecer la autonomía estratégica del bloque europeo y de no pegarse a conflictos en los que esa región no tiene por qué participar, como el de Taiwán. Charles Michel, presidente del Consejo Europeo de origen belga, respaldó sus palabras.

Próximamente, la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock realizará una visita a China durante la cual junto al Consejero de Estado y Ministro de Asuntos Exteriores, Qin Gang, copresidirán la sexta ronda del Diálogo Estratégico China-Alemania sobre Diplomacia y Seguridad. En palabras del portavoz del ministerio de Exteriores de China, Wang Wenbin. “Mantendrán una comunicación exhaustiva y en profundidad sobre la relación de China con Alemania y la UE, así como sobre temas calientes internacionales y regionales”. La funcionaria alemana tuvo comentarios poco afortunados respecto a la situación de Taiwán, queriendo quizás contrastar con el mandatario francés, al tiempo que Josep Borrell postergó su viaje a China por dar positivo por COVID-19, pero la decisión de todas las partes de concretar el encuentro se sostiene. ¿Existe la posibilidad de que Europa impulse un mundo multipolar de respeto mutuo?

Actores internacionales están observando la necesidad de problematizar la manera en que se plasman las relaciones globales y están emergiendo voces que pugnan por una vincularidad respetuosa, comprensiva y beneficiosa para el conjunto de la humanidad.

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