El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó un decreto que actualiza el “Concepto de Política Exterior de la Federación Rusa” y así adecuarse a “los cambios radicales en la vida internacional” según palabras del propio mandatario. A su vez, afirmó que “en la planificación a largo plazo de nuestras acciones, es importante tener en cuenta toda la gama de factores y tendencias de las relaciones internacionales, trabajar para fortalecer la soberanía de Rusia, aumentar el papel de nuestro país en la resolución de los problemas mundiales y crear un orden mundial más justo y multipolar”, prestando especial atención a “la ampliación de los vínculos con socios constructivos y a la creación de las condiciones para que los Estados hostiles dejen de aplicar políticas hostiles contra nuestro país”. Este documento de planificación estratégica desarrolla las disposiciones de política exterior de la Estrategia de Seguridad Nacional aprobada en 2021 y establece los principios, objetivos y prioridades de la acción diplomática rusa.
La firma de la actualización de este nuevo Concepto es trascendental en tanto se produce tras el histórico encuentro entre Xi Jinping y Vladimir Putin en Moscú, en el que ratificaron la decisión de profundizar la asociación estratégica entre China y Rusia y la promoción de un orden de “verdadero multilateralismo”. Además, no es menor que se produzca en la misma semana que EE.UU. condujo la II Cumbre por la Democracia, lo que fue fuertemente criticado por la República Popular de China, tildando al país norteamericano de “hipócrita” y de dividir aún más a la comunidad internacional con su clivaje democracia/autocracia.
En el documento se abordan la crisis política y económica que atraviesa el sistema internacional, las características del nuevo orden multipolar en ciernes, la defensa de la identidad rusa, la decisión de promover asociaciones estratégicas con los países del Sur Global, incluida Latinoamérica, como también su perspectiva sobre Occidente y el conflicto en Ucrania. Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, afirmó que la actualización presenta un alto grado de continuidad con la versión anterior (que data de 2016) en lo que respecta a la independencia de la política exterior rusa y su enfoque en la creación de condiciones externas favorables para el desarrollo progresivo de Rusia, a los fines de garantizar su seguridad y la prosperidad de sus ciudadanos.
El proceso de transformación del sistema internacional
El decreto firmado hoy incorpora el reconocimiento de un nivel de tensión internacional sin precedentes en la última década y el carácter existencial de las amenazas a la seguridad y el desarrollo de Rusia que suponen las acciones de Estados no amigos. Se nombra directamente a Estados Unidos como el principal iniciador y promotor de la línea antirrusa y la política de Occidente encaminada al debilitamiento total de Rusia se describe generalmente como una guerra híbrida de nuevo tipo.
También se aborda la crisis de la globalización económica que se llevaba a cabo según las reglas norteamericanas. Según el documento, dos de los factores que explican esta crisis son el importante ajuste estructural que la economía mundial está experimentando y la transición a una nueva base tecnológica. “La redistribución del potencial de desarrollo en favor de nuevos centros de crecimiento está conduciendo a la formación de un orden mundial multipolar, una tendencia clave en las relaciones internacionales en la fase actual”, afirmó el ministro.
En este sentido, se esbozan los principios de un orden mundial más equilibrado y equitativo. Entre ellos: la policentricidad, la igualdad soberana de los Estados, la garantía de su derecho a elegir modelos de desarrollo y la defensa de la diversidad cultural y de civilizaciones del mundo. “La promoción de un orden mundial multipolar se ha identificado como una tarea marco para todos los ámbitos de la política exterior”.
“Se hace hincapié en la necesidad de garantizar el Estado de Derecho en las relaciones internacionales. Se proclama que el desarrollo progresivo del derecho internacional debe tener en cuenta las realidades del mundo actual. Ante las graves amenazas exteriores, se reafirma la voluntad de observar el principio de la indivisibilidad de la seguridad, pero sólo con respecto a aquellos Estados y sus alianzas que sean recíprocos en esta materia”, según Lavrov.
El documento destaca que el enfoque del trabajo ruso en la ONU se centra en aumentar la eficacia de esta organización, en reafirmar los propósitos y principios fundamentales de su Carta, “que Occidente intenta socavar en sus acciones prácticas”. A su vez, se consagran importantes innovaciones en lo que respecta a las condiciones para el uso de la fuerza en legítima defensa en el marco de la “observancia incondicional de los requisitos pertinentes del artículo 51 de la Carta de la ONU”.
Se expresa, además, el rechazo absoluto a las prácticas neocoloniales y a cualquier hegemonía.
Defensa de la integridad e identidad rusa
El Concepto contempla la posibilidad de adoptar medidas simétricas y asimétricas en respuesta a actos inamistosos contra Rusia. Introduce la tesis de utilizar las Fuerzas Armadas para repeler o impedir un ataque armado contra Rusia y sus aliados. “Con ello declaramos sin ambigüedades que defenderemos el derecho del pueblo ruso a existir y a desarrollarse libremente”, continúa Lavrov.
Se dan a conocer disposiciones que abordan la protección de los valores espirituales y morales tradicionales rusos y la construcción de una “cooperación basada en un único punto de referencia espiritual y moral común a todas las religiones del mundo”.
Entre las prioridades indiscutibles figuran la garantía de los derechos de los ciudadanos rusos y organizaciones en el extranjero, “el apoyo a los compatriotas, la lucha contra la rusofobia, el fortalecimiento de la lengua rusa en el mundo, la lucha por la verdad histórica, la protección de nuestra cultura, la despolitización del deporte y el establecimiento de nuevas formas de cooperación deportiva”.
El fortalecimiento de las asociaciones estratégicas
La sección regional del Concepto se centra en los intereses estratégicos de Rusia en el contexto de la profundización de la integración euroasiática basada en el Estado de la Unión de Rusia y Bielorrusia, la Unión Económica Euroasiática, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva y la Comunidad de Estados Independientes, la formación de una amplia asociación euroasiática y un mayor fortalecimiento de la Organización de Cooperación de Shanghái y los BRICS.
Se consolida como un recurso importante la política de desbloqueo del potencial de la asociación estratégica “con nuestros grandes vecinos, la República Popular China, la República de la India, los países del mundo islámico, así como los Estados de la ASEAN, el continente africano, América Latina y el Caribe“. A su vez, se reafirma el compromiso con una solución pacífica de todos los problemas que surjan en la región ártica.
Rusia y Latinoamérica
“Dado el progresivo fortalecimiento de la soberanía y el potencial multifacético de los Estados de América Latina y el Caribe, la Federación de Rusia tiene la intención de desarrollar las relaciones con ellos de manera pragmática, desideologizada y mutuamente beneficiosa”. Los puntos a los que se dará atención prioritaria son:
- Apoyar a los Estados latinoamericanos interesados, bajo la presión de EEUU y sus aliados, en la salvaguardia de su soberanía e independencia, incluso mediante el establecimiento y la ampliación de la cooperación en materia de seguridad, militar y técnico-militar.
- Fortalecer la amistad, la comprensión mutua y profundizar las asociaciones multifacéticas de beneficio mutuo con la República Federativa de Brasil, la República de Cuba, la República de Nicaragua, la República Bolivariana de Venezuela y desarrollar las relaciones con otros Estados latinoamericanos, teniendo en cuenta el grado de independencia y constructividad de su política hacia la Federación de Rusia.
- Aumentar el comercio y las inversiones mutuas con los Estados de América Latina y el Caribe, incluso mediante la cooperación con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, el Mercado Común del Sur, el Sistema de la Integración Centroamericana, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, la Alianza del Pacífico y la Comunidad del Caribe.
- Ampliar los vínculos culturales, científicos, educativos, deportivos, turísticos y humanitarios con los Estados de la región.
Actos inamistosos y Occidente
Finalmente, “las disposiciones del Concepto sugieren que las maniobras antirrusas de los Estados no amigos serán reprimidas con coherencia y, si es necesario, con dureza”. Se afirma claramente que Rusia no se aísla de los países anglosajones y de la Europa continental y que no tiene intenciones hostiles iniciales hacia ellos. “Sin embargo, deben ser conscientes de que un compromiso pragmático con Rusia sólo es posible si reconocen la inutilidad de una política de confrontación y rechazan esta política en términos prácticos. Dependerá de nosotros decidir hasta qué punto Occidente estará dispuesto a seguir estas recomendaciones”.