Por Rogério Tomaz Jr.
El lunes 8 de marzo, Brasil y el mundo fueron sorprendidos por una noticia que se transformó en un terremoto político: Edson Fachin, el juez de la Corte Suprema más en sintonía con la operación Lava Jato, decidió que las causas en contra el expresidente Lula da Silva llevadas a cabo por Sérgio Moro, Deltan Dallagnol y los demás integrantes de la autodenominada “República de Curitiba”, no podrían haber tenido lugar en el ámbito de la Justicia Federal de Paraná.
El resultado inmediato de la decisión es el restablecimiento de los derechos políticos de Lula, quien ahora está habilitado para postularse a la presidencia en las elecciones de octubre de 2022.
Además, es necesario analizar en detalle al menos tres aspectos:
- Qué está por detrás de la decisión de Fachin
- Las repercusiones en la sociedad, en la política y también en la arena mediática
- Los posibles cambios en el escenario electoral para 2022.
En primer lugar, que nadie tenga dudas: la sorprendente decisión de Fachin tenía el objetivo explícito de proteger a Sérgio Moro. Con la nulidad de las demandas contra Lula llevadas a cabo por la Lava Jato de Curitiba, los defensores y operadores del “lavajatismo” en el Poder Judicial esperaban que el ex juez se librara de la humillación – y la posibilidad de sanciones más severas – de ser considerado “parcial” por el Supremo Tribunal Federal (STF) en las causas en las que condenó al expresidente. Esto no sucedió.
Al revés, otro miembro de la Corte Suprema, Gilmar Mendes, quiso juzgar, justo después de la decisión de Fachin, la petición presentada por la defensa de Lula para que Moro fuera considerado “sospechoso” en los juicios contra el petista, lo que resultaría en la destrucción completa de la Lava Jato.
El fallo de la petición de los abogados de Lula aún está pendiente en el STF, pero el resultado previsible es que será desfavorable para Sérgio Moro. Las próximas semanas lo dirán.
Repercusión
En las redes sociales, en la prensa y en la “vida real” de la gente, la novedad de la rehabilitación de Lula para la presidencia provocó un terremoto de gran magnitud. El hecho hizo que Brasil debatiera intensamente, al menos por unos días, otro tema además de la tragedia provocada por el Covid-19.
El periodista Guilherme Amado, de la revista Época (del mismo grupo de la Rede Globo), informó que las redes del expresidente, luego de la noticia, tuvieron un “engagement” 10 veces más grande que el de Jair Bolsonaro.
Según el analista de redes Pedro Barciela, en un artículo en Carta Capital, el intenso movimiento relacionado con Lula “provino de actores que hasta entonces no habían estado directamente involucrados con la polarización política en las redes”. Para Barciela, “la adhesión amplificó la repercusión y transformó al expresidente en la agenda central de los últimos días”.
Durante dos días, el tema dominó los Trending Topics de Twitter en Brasil y también estuvo entre los asuntos más comentados en la plataforma a nivel mundial. Conocida por ser la red social donde el debate político es más intenso en Brasil, las menciones sobre Lula en Twitter superaron incluso el programa principal de Rede Globo, el “reality show” Big Brother Brasil (Gran Hermano). Sólo el día 8, se registraron más de 2,5 millones de publicaciones en la red sobre el líder del PT, mientras que el BBB alcanzó 1,8 millones de publicaciones.
En otros tiempos fue muy conservador y moderado en su comunicación personal. Lula hoy es muy activo y está recuperando terreno en relación a Bolsonaro, quien tiene la mayor cantidad de seguidores en las redes entre los actores políticos de Brasil.
Después del “terremoto” del 8 de marzo, Lula concedió entrevistas a varios vehículos internacionales importantes, como CNN y Le Monde. Se espera pronto hable también con algunos medios argentinos y latinoamericanos.
Disputa electoral
Ya llamado “presidente de facto” en las redes, Lula trabajó con interlocutores de los gobiernos de Rusia y China para facilitar la compra de vacunas para Brasil. Además, sugirió a los presidentes Joe Biden (Estados Unidos) y Emmanuel Macron (Francia) que el G-20 celebre una reunión extraordinaria para abordar la pandemia y, especialmente, la vacunación mundial.
Un día después del primer discurso de Lula tras su rehabilitación, el miércoles 10, Bolsonaro apareció con máscara y respetando la distancia social en un acto en el Palacio de Planalto. Unos días después, el ministro de Salud fue destituido. “Lula despidió al ministro de Salud”, bromearon varios internautas.
Tres encuestas – Fórum, XP y Poder360 – publicadas después de la decisión de Fachin ya apuntan a la victoria de Lula contra Bolsonaro en un eventual balotaje. La más reciente, de la Revista Fórum, ya coloca al virtual candidato del PT como líder en la primera vuelta.
Las cifras son sorprendentes, sobre todo teniendo en cuenta que Lula hizo un solo discurso público y no han pasado ni dos semanas desde que recuperó los derechos políticos. Es decir, la novedad aún no es del todo conocida por la población brasileña.
Para el diputado Paulo Pimenta, quien fue líder del PT en la Cámara en 2018 y 2019 y es una de las personas más cercanas a Lula, la batalla será difícil, pero el escenario es muy favorable y autoriza el optimismo.
“Lula ya es favorito para vender las elecciones de 2022, por varias razones: su legado, que la gente no ha olvidado; su carisma, que contrasta con todo el mal que representa Bolsonaro; su capacidad para mirar al país y buscar soluciones, lo que convierte a Bolsonaro en un enano político ”, dice Pimenta.
El parlamentario, sin embargo, ve dificultades. “Es obvio que la derecha intentará impedir la candidatura de Lula y, si no lo consigue, hará todo lo posible para evitar la derrota para él. Pero estamos seguros de que todo lo que se reveló sobre Lava Jato disminuye la fuerza de los intentos golpistas que pueden lanzar contra nuestro proyecto”, evalúa Pimenta, quien es el presidente del PT en su estado, Rio Grande do Sul.