El cónclave cardenalicio eligió a Robert Prevost como nuevo Papa. Bajo el nombre de León XIV el sumo pontífice mantiene la impronta social de la iglesia que impulsó Francisco. Vladimir Putin y presidentes de los países emergentes se reunieron en Moscú en el 80° aniversario del día de la victoria en la segunda guerra mundial. Pakistán y la India alcanzaron un acuerdo de alto el fuego luego del conflicto armado en Cachemira. En Uruguay, el Frente Amplio ganó las elecciones locales en Montevideo y Canelones, los dos departamentos más numerosos del país.
Por Federico Montero y Pablo Macia
León XIV es el nuevo Papa de la Iglesia Católica.
El 8 de mayo pasado el cónclave vaticano eligió al cardenal Robert Prevost como el nuevo Papa de la Iglesia Católica. Nacido en Chicago, Estados Unidos, pero nacionalizado peruano, Robert Francis Prevost de 69 años se ha erigido como el primer Papa de la Orden de San Agustín, bajo el nombre de León XIV. Su nombre rememora al redactor de la encíclica Rerum Novarum, León XIII, quien en 1891 fuera el iniciador de la doctrina social de la iglesia al abordar por primera vez la situación de los obreros y la necesidad de la justicia social frente a las desigualdades propiciadas por las sociedades capitalistas desde de la revolución industrial. Además, Prevost evangelizó en las comunidades del Perú desde 1985, donde se nacionalizó de aquel país, al que retornó en 2014 por orden de Francisco a la comunidad de Chiclayo. Finalmente, su predecesor lo designo cardenal en 2023, dándole un papel fundamental en el Dicasterio para los obispos, que es que aconseja al Papa las nuevas designaciones en la jerarquía eclesiástica. Además, el actual Papa fue presidente de la CAL (Comisión Pontificia para América Latina) designado por Francisco para promover la sinodalidad (asambleas y encuentros de reflexión) en América Latina. Así, León XIV continúa la impronta desplegada por Francisco, correspondiente a generar puentes entre diversas culturas y sectores de la sociedad para construir una unión en la diversidad. El agradecimiento a Francisco por 2 veces en su discurso de proclamación, aventuran una continuidad con las políticas reformistas iniciada en 2013, que permitieron el acercamiento a la iglesia católica de nuevos fieles hasta alcanzar alrededor de los 1.400 millones en todo el mundo y otros adherentes laicos.
Por su parte, en calidad de su doble ciudadanía norteamericana y peruana, León XIV conoce tanto la cultura del norte como del sur global, permitiendo acercar la comunicación en momentos críticos donde acechan las guerras y los cambios en el orden mundial. Con sus conocimientos en matemática y su impronta agustiniana que fomenta la unidad entre la razón y la fe, León XIV también ha comenzado a pregonar la necesidad de fomentar el humanismo frente a la virtualidad algorítmica de la Inteligencia Artificial y los avances tecnológicos. Así, promueve la dignidad humana y el sentido cristiano y solidario en el uso de las nuevas tecnologías, para que no caigan en herramientas para la dominación, el control social y la manipulación.

Por todo ello, se lo considera como un seguidor de la impronta iniciada por Francisco en las encíclicas Laudato sí, donde revalorizó la cultura del encuentro ecuménico e intercultural para superar la “cultura del descarte”, referida tanto a los desechos como a las personas excluidas. En este aspecto, León XIV puede consolidar el movimiento reformista en la iglesia, haciendo hincapié en las problemáticas actuales como el cambio climático, la revalorización de las culturas invisibilizadas por occidente, y una apertura al diálogo interreligioso.
Como ya ha pasado en otras oportunidades, el hermetismo del cónclave no permitía ver a la figura de Prevost como uno de los nombres con mayores oportunidades para ser electo por los 133 cardenales. Otros eran los nombres que estaban en danza previamente. Por ello se cumplió también en esta oportunidad aquello de “quien entra al cónclave como Papa sale como cardenal”. Las operaciones y tensiones en el marco de una institución con más de 2 mil años de existencia marcan el equilibrio y el compromiso entre diversos sectores para mantener la unidad de la iglesia. Pero la elección de León XIV parece orientado a consolidar la renovación de la iglesia promovida por Francisco.
Se conmemoraron los 80 años del día de la victoria en Rusia con mandatarios de los países emergentes.
El 9 de mayo pasado se conmemoró en Moscú el 80° aniversario del día de la victoria, que rememora la capitulación de la Alemania Nazi a manos de las tropas soviéticas comandadas por el general Gueorgui Zhúkov. El evento fue la antesala del encuentro del presidente Vladimir Putin con más de 30 mandatarios del mundo entre los que se encontraron los de grandes países emergentes como Xi Jinping de China, y Lula Da Silva de Brasil. Para Moscú, el fuerte carácter simbólico del encuentro está orientado, por un lado, a demostrar que Rusia no está aislada del mundo, más allá de los intentos de las potencias occidentales con las sanciones comerciales a partir del conflicto militar en Ucrania desde el 2022. Por otro lado, el aporte histórico de Rusia en la lucha frente al nazismo en la 2° guerra mundial es resignificado por el Kremlin en la pelea actual por la “desnazificación de Ucrania” en el marco del conflicto en el donbás y en las comunidades rusohablantes del país que mantienen tensiones con Kiev desde el 2014.

Con respecto al primer punto, Rusia extendió los lazos comerciales y de cooperación estratégica con países emergentes como los BRICS+ y otros, luego del aislamiento que al que lo condeno occidente con las sanciones económicas y los sabotajes a los gasoductos como el nord stream I y II. Rusia ha redireccionado su comercio a Asia y otros países neutrales mientras que los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) cada vez comercian más volumen de bienes y servicios en monedas locales, desafiando la hegemonía del dólar. Este esquema de articulación multilateral alternativa a la hegemonía de occidente y de los Estados Unidos continúa su articulación en el esquema BRICS+, congregando a otras potencias asiáticas y africanas como Emiratos Árabes, Arabia Saudita, Irán, Egipto y otros países emergentes. Los mismos se han reunido en Río de Janeiro a fines del mes pasado en un encuentro de cancilleres para continuar articulando iniciativas conjuntas en el contexto de los aranceles generalizados con los que Estados Unidos ha forzado nuevas negociaciones comerciales. El respaldo de más de 30 líderes mundiales a Putin en Moscú se presenta como una plataforma multilateral alternativa a la hegemonía de las potencias occidentales. Pero paradójicamente, es este bloque el que en la actualidad le reclama a Estados Unidos que respete las reglas del libre comercio establecidas en la OMC y en otras instituciones del sistema de Naciones Unidas. Así, los emergentes se han tomado en serio la democratización de la ONU y de su consejo de seguridad, en un momento donde la administración Trump parece desconocerlos cada vez más para forzar relaciones internacionales radiales con centro en Washington. En esta puja entre el multilateralismo impulsado por los emergentes y un intento de reinstaurar el unilateralismo de Estados Unidos por la administración Trump se juegan los destinos de los próximos años en el escenario global. En el medio, las demás potencias occidentales están terciando entre una autonomía estratégica y su histórico alineamiento a Washington, hasta ahora con consecuencias imprevisibles.
India y Pakistán anuncian un alto el fuego en el conflicto militar en Cachemira.
El pasado sábado 10 de mayo, India y Pakistán anunciaron un alto el fuego en el conflicto militar por la región de Cachemira, que se había iniciado luego de un atentado terrorista el 22 de abril en el que murieron 26 personas. Por mediación de Estados Unidos, los dos países que ostentan armas nucleares alcanzaron un acuerdo de alto el fuego, aunque la situación continúa siendo inestable y surgen acusaciones cruzadas sobre la violación del pacto. La región de Cachemira, históricamente disputada entre India y Pakistán desde el proceso de descolonización que dividió a ambos países en 1947 cuando la corona británica se retiró, es fuente de recurrentes conflictos militares. Las tensiones étnicas continuaron desde aquella época entre la India, de mayoría hindú y con más de 1.400 millones de habitantes en la actualidad, y Pakistán de mayoría islámica y con más de 250 millones de habitantes. Las tensiones se han acrecentado desde el último conflicto en 2019 que duró 2 años hasta el acuerdo alcanzado en 2021. Ambos países han modernizado sus armamentos en el marco de alineamientos globales en los que India se apoya en material bélico occidental mientras Pakistán se refuerza con aviones y equipamiento chino.

En ese marco, los enfrentamientos de las últimas semanas se han dado con intercambios de misiles balísticos, ataques con drones e incursiones aéreas en las zonas de control de Cachemira. La India fue la primera en abrir el fuego de su artillería acusando a Pakistán de apoyar el ataque terrorista en la ciudad turística de Pahalgam. Desde el gobierno de Islamabad negaron la responsabilidad de los hechos y propusieron una investigación conjunta con Nueva Delhi que fue rechazada por el gobierno hindú. Así, los enfrentamientos fronterizos fueron recurrentes durante más de dos semanas hasta este precario alto el fuego alcanzado por Estados Unidos. Pero la resolución de fondo del problema en Cachemira continuará en suspenso y los conflictos parecen cronificarse en el nuevo contexto mundial de mayor inestabilidad e incertidumbre.
El Frente Amplio de Uruguay ganó Montevideo y Canelones en las elecciones municipales.
Este domingo 11 de mayo se realizaron las elecciones municipales en los 19 departamentos de Uruguay, dando por resultado el triunfo del Frente Amplio en los distritos de Montevideo y Canelones, los dos más numerosos del país. De esta manera la coalición del presidente Yamandú Orsi mantuvo dos bastiones históricos que representan casi la mitad del electorado uruguayo. El Frente Amplio mantiene la hegemonía ininterrumpida en la capital, Montevideo, desde 1990. En esta oportunidad el nuevo intendente es Mario Bergara -ex ministro de economía en la gestión de José “Pepe” Mujica, quien no pudo ir a votar a causa de su delicado estado de salud. Por su parte, en Canelones también resultó ganador el candidato oficialista del Frente Amplio, Fernando Legnani, en los pagos del presidente Orsi. El otro distrito del Frente Amplio fue la intendencia de Río Negro, que históricamente fue del Partido Blanco Nacional. En Lavalleja, el resultado se definía voto a voto entre los frenteamplistas y los blancos. Mientras tanto, la Coalición Republicana (confluencia entre el Partido Blanco, Colorado y el ultraderechista Cabildo Abierto) le arrebató la intendencia de Salto al Frente Amplio. El Partido Nacional, de fuerte hegemonía en las zonas rurales ganó también Colonia, Paysandú, Flores, San José, Rocha y Maldonado.

Con estas elecciones culmina el ciclo iniciado el año pasado con las generales que llevaron a Yamandú Orsi con el Frente Amplio a recuperar la presidencia, que estaba en manos de Luis Lacalle Pou y una coalición de Blancos y Colorados. Las elecciones de ayer marcan una consolidación del Frente Amplio con la revalidación electoral en los distritos más populosos del país. Sin embargo, también marcan la importancia que el Partido Nacional mantiene en el resto del país.