El miércoles 16 de Septiembre tuvimos el segundo diálogo del ciclo “Pensar la Unidad Sudamericacna hoy”, coordinado por Mariana Vázquez y el auspicio del Centro de Estudios en Ciudadanía, Estado y Asuntos Políticos de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
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El título del segundo diálogo fue “China, Rusia y EEUU. Viejas y nuevas fuentes del poder e influencia en la región sudamericana”. Los participantes fueron Verónica Perez Taffi, presidenta de la Asociación de Estudios de Relaciones Internacionales Argentina, Leandro Morgenfeld, investigador adjunto del CONICET y co-coodinador del GT CLACSO “Estudios sobre Estados Unidos”, y Enrique Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM. La presentación estuvo a cargo de Federico Montero, Mariana Vazquez llevó adelante la coordinación y Sebastián Tapia realizó unos comentarios.
Verónica Perez Taffi comenzó recuperando la discusión del diálogo anterior sobre la existencia de una nueva Guerra Fría. Recordó a José Paradiso, quien sostenía a principios de los ’90 que la Guerra Fría no había terminado ya que Estados Unidos podía volver a iniciar ciclos de tensión. Pero la Guerra Fría en sí fue un proceso único por el confrontamiento ideológico entre las partes, aunque no descarta que hoy existan elementos comunes con ese período.
La nueva Estrategia de Seguridad Nacional, publicada a finales de 2017 reestablecen la relación triangular entre Estados Unidos, Rusia y China. Esta vez, los últimos dos son definidos como amenaza al orden mundial. Se genera una nueva estrategia de contención, donde no se tolera la intromisión de otras potencias en América Latina.
Perez Taffi nos recuerda que discutir la estructura del Sistema Internacional desde la polaridad, nos lleva a elegir el alineamiento entre esos polos. De esta manera dejamos fuera posibles análisis que tengan en cuenta la historia y las identidades propias de la región. Nuestra región debe repensar su identidad, su latinoamericanidad o su sudamericanidad.
Leandro Morgenfeld pintó un panorama sobre las elecciones presidenciales en Estados Unidos. La crisis económica traída por la pandemia afectó la imagen y los planes de Trump, que daba por ganada la elección . El tamaño de las protestas por la violencia policial y el racismo no se veía desde la década del ’60. Biden se presenta como un candidato prácticamente bipartisano. Y la carrera por la vacuna contra el COVID-19 hace que el gobierno busque anunciarla antes de las elecciones. Estas elecciones pueden acelerar la transición hegemónica. Es muy probable que haya un escándalo por no reconocer el resultado de los comicios.
Tanto Biden como Trump buscan mantener a América Latina en su área de influencia. Trump con estrategias bilaterales y “hard power”, en cambio Biden apuesta por el multilateralismo y el “smart power”. La región debe tener una posición conjunta para relacionarse con EEUU, con China y otros.
Enrique Dussel Peters nos recuerda que China logró en 40 años lo que América Latina sólo ha soñado. Reconoce que en la región hay una fuerte ignorancia sobre la propuesta del Partido Comunista Chino y el proyecto político de Xi Jinping.
China se ha convertido en la principal fuente de financiamiento de la región y segundo socio comercial. Y esto está llevando a la desintegración de la región. Buena parte del comercio entre Argentina y Brasil lo sustituyo China. Lo mismo con el comercio entre EEUU y México.