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Cumbre de los BRICS y elecciones en Uruguay, Georgia y Brasil

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Se desarrolló la Cumbre anual de los BRICS en Rusia, entre la consolidación de su crecimiento y una ampliación con nuevos desafíos. En Georgia se llevaron a cabo elecciones con la consolidación del oficialismo pro ruso y las denuncias de fraude de las fuerzas pro europeas. El Frente Amplio ganó la primera vuelta en la elección presidencial y competirá contra el Partido Nacional en segunda vuelta. En las regionales en Brasil, se consolidaron los partidos del Centrao y San Pablo quedó en manos de un aliado de Bolsonaro. Evo Morales sufrió un violento intento de asesinato y responsabiliza al gobierno de Luis Arce.

Por Federico Montero y Pablo Macia

Se desarrolló la Cumbre anual de los BRICS en Rusia

Del 22 al 24 de octubre se desarrolló la 16° Cumbre anual de los BRICS en Kazán, Rusia, consolidando el crecimiento del grupo que a partir de este año incorporó a Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos como miembros plenos. Por su parte, Arabia Saudita está en proceso de incorporación mientras que Argentina también había sido invitada en agosto del año pasado en Sudáfrica, pero el gobierno de Milei declinó su participación en el grupo de países emergentes.

 Iniciado por Brasil, Rusia, India y China en 2006 y con la incorporación de Sudáfrica en 2010, los BRICS se han consolidado como una plataforma de países emergentes alternativa a las potencias occidentales del norte de América y la Europa Atlántica, reflejando las realidades de Sudamérica, Asia y África. El bloque de países respeta la heterogeneidad y conforma un espacio multilateral sin hegemonismos ni imposiciones en los asuntos internos de sus miembros. Así, por ejemplo, en su conformación inicial, ha permitido superar los conflictos fronterizos entre China y la India en pos de una integración virtuosa superadora. De la misma manera lo ha hecho con la incorporación de nuevas naciones del sur global, en África y Asia. Así, con Egipto y Etiopía logró acercar a dos países con tensiones por el cauce del Nilo. También lo ha hecho con los países islámicos con Irán de mayoría chiita y Arabia Saudita de mayoría sunita. Con la ampliación a estos nuevos países, los BRICS representan casi la mitad de la población mundial, un 25% del comercio global y un PBI que en paridad de poder adquisitivo supera al del G7. La incorporación de nuevos países productores de petróleo como Irán, Emiratos Árabes y Arabia Saudita, ha permitido que los BRICS representen el 36% de las exportaciones mundiales de crudo.

Además de la energía, fue el presidente ruso, Vladimir Putin quien destacó que el bloque produce la mayor parte del grano del planeta, mientras que la bolsa de Chicago es la que fija el precio. Por ello abogó por un mecanismo autónomo para fijar y regular los precios del mercado mundial de granos que fortalezca la estabilidad y la soberanía alimentaria. Según estimaciones, los BRICS producen el 74% del arroz en el mundo, el 44% del maíz, 48% de la soja y el 56% del trigo. En este aspecto, la mayoría de los países del BRICS tienen recursos naturales para respaldar sus divisas, lo que les permite intercambiarlas en monedas locales que ofrezcan una alternativa al tradicional monopolio del dólar. Hacia ese horizonte es el que han dispuesto a llegar estos países en los que cada vez son más frecuentes los intercambios en moneda local.

En la declaración final de la cumbre quedan expresadas las directrices del bloque con el lema que caracterizó a la cumbre: “Fortalecimiento del Multilateralismo para un Desarrollo y una Seguridad Globales Justos”. Allí abogan por una multipolaridad justa, democrática y equilibrada que permita disfrutar de una globalización y una cooperación económicas universalmente beneficiosas, integradoras y equitativas. En ese marco reafirman la renovación de la ONU y de su Consejo de Seguridad para que aumente la representación de los países emergentes, marcando un nuevo equilibrio de poder mundial. También fueron críticos de las instituciones financieras como el FMI y el Banco Mundial, que presionan a a los países para alcanzar una estabilidad macroeconómica sin tener en cuenta las necesidades de desarrollo y justicia social de los países de renta baja y media. En ese aspecto, los BRICS han impulsado el Nuevo Banco de Desarrollo como una estructura alternativa de financiamiento para las inversiones en infraestructura logística, productiva y energética que mejoren las condiciones de desarrollo económico de los países miembros del bloque. También han reafirmado la necesidad de la cooperación científico-tecnológica para promover la innovación productiva y el intercambio de conocimientos y recursos del sur global.

 Por último, también realizaron un fuerte llamamiento a la paz y la seguridad globales en los distintos focos de conflicto en el mundo. Así, en Ucrania reafirmaron las propuestas de paz de China y Brasil, mientras que en medio oriente impulsan un urgente alto el fuego en la Franja de Gaza, con la liberación de los rehenes y detenidos de ambos lados y el apoyo humanitario para la reconstrucción de Gaza. Esta declaración es sumamente importante al contener a Irán en el bloque, algo que demuestra una voluntad de desescalamiento frente a la posición del gobierno de Israel comandado por Benjamín Netanyahu, que cada vez avanza en más frentes en el Líbano y en la propia República Islámica de Irán con ataques a sus bases militares. Los BRICS también se declaran en favor de Palestina como miembro pleno en la ONU, algo que es resistido por Tel Aviv y vetado por Estados Unidos en el consejo de seguridad.

Luego de la reunión con los países miembros, se realizó la cumbre BRICS+ bajo el lema: “BRICS y el Sur Global: Construyendo juntos un mundo mejor” donde participaron representantes de 36 países. Los BRICS han invitado a 13 nuevos miembros a unirse ya no en calidad de miembros sino como asociados. Ellos son: Argelia, Bielorrusia, Kazajistán, Cuba, Malasia, Nigeria, Tailandia, Turquía, Uganda, Uzbekistán y Vietnam que tendrán que aceptar la solicitud, mientras que Bolivia ya lo hizo. Esta nueva ampliación tiene un fuerte potencial con nuevas potencias intermedias con influencia regional como Turquía, Nigeria, y los países del sudeste asiático. En el caso de Ankara, es estratégica su participación en la OTAN, lo que lo convierte en un nexo entre Asia y Europa y sería el primer país de esa coalición militar en entrar a los BRICS. Con respecto a Nigeria, como productora de petróleo y de otros recursos naturales es la principal economía de África, reafirmando el poderío del grupo en el continente y en la concentración de los recursos energéticos. Por último, los países del sudeste asiático como Malasia, Tailandia, Vietnam y una eventual entrada de Indonesia que pidió su ingreso – con potencial de erigirse como la quinta economía mundial en 2030 – son motores para el refuerzo del desarrollo industrial y las cadenas de valor del bloque.

Sin embargo, todos estos impulsos de ampliación, si bien son auspiciosos también generan grandes desafíos para el bloque. Cuanto más amplio el espacio, más heterogéneo se vuelve y más complejo para articular iniciativas que requieren una convergencia de variables macroeconómicas como una moneda en común. La división entre países miembro y estados asociados da cuenta de este complejo proceso de ampliación que será evaluado en las siguientes cumbres. La próxima será en Brasil, que desde el 1° de enero del 2025 ejercerá la presidencia pro tempore del grupo. En su presentación, el país carioca abogó por las propuestas que el presidente Lula esta llevando adelante en el G20, tales como el impuesto a los mil millonarios y la alianza global contra el hambre y la pobreza. Como contrapunto a estas propuestas virtuosas, Brasil cedió a las presiones internacionales de occidente obturó la entrada de Venezuela como asociado al bloque.  La cancillería bolivariana acusó a la diplomacia de Itamaraty de continuar su política hostil de la época de Jair Bolsonaro contra la República Bolivariana de Venezuela.

Con estos claroscuros culminó una cumbre que planteó perspectivas de avances y desafíos para los países emergentes y del sur global que congregan a los BRICS y sus alianzas.

En Georgia se llevaron a cabo elecciones con la consolidación del oficialismo pro ruso

El sábado 26 de octubre se desarrollaron las elecciones parlamentarias en Georgia, que tras el recuento dieron por ganador al partido gobernante “Sueño Georgiano” con el 53,92% de los votos. Esta fuerza que impulsa relaciones con Rusia doblegó a las fuerzas de oposición pro europea que alcanzaron los siguientes resultados: Coalición para el Cambio recibió el 11,03 %; el Movimiento de Unidad Nacional, 10,16 %; Georgia Fuerte, 8,81 %. Todas estas fuerzas que apoyan a la actual presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, son proclives a iniciar una adhesión del país a la Unión Europea, y han denunciado fraude en los comicios. Pero el primer ministro Irakli Kobajidze, afirmó que conformará gobierno a pesar de la oposición de la presidenta, ya que no tiene recursos para impedir el trabajo de la primera sesión del Parlamento de la nueva convocatoria. El partido sueño georgiano revalidó en las urnas su política de acercamiento a Rusia, y denuncia la intervención de Estados Unidos en el país para iniciar revueltas y revoluciones de colores para tomar el control del gobierno. Así, en los últimos meses, el gobierno estableció una ley que sanciona a “agentes extranjeros” pro occidentales que financian a ONGs. También sancionó una ley anti LGTBQ+ de características similares a las que mantiene Rusia.

Desde la oposición al gobierno, denuncia exactamente lo contrario: que es Rusia la que interviene fuertemente en el país a través del multimillonario Bidzina Ivanishvili, empresario georgiano que amasó una fortuna de 7.500 millones de dólares en un país cuyo PIB es de 30.000 millones. Este magnate se benefició en los ´90 de la reconversión de Rusia al capitalismo, fundando empresas bancarias, metalúrgicas y de telecomunicaciones, y es admirador de Victor Orbán y de sus políticas conservadoras. El partido Sueño Georgiano gobierna desde el 2012, cuando asumió con una impronta liberal y prooccidental, pero en los últimos años dio un giro nacionalista conservador. En la campaña electoral advirtió sobre los peligros de la oposición pro occidental de arrastrar al país hacia el apoyo a Ucrania e iniciar una guerra contra Rusia. Mientras tanto la Unión Europea le ha impuesto sanciones a varios funcionarios del gobierno.

Como sea, el predicamento del partido Sueño Georgiano se ha hecho fuerte en los centros industriales y las regiones rurales más pobres donde las consecuencias de la guerra en Ucrania con el aumento del precio de la energía y los alimentos ha causado mayores índices de pobreza y bajas perspectivas de progreso. Una situación similar vivió la semana pasada en Moldavia, donde en un plebiscito de adhesión a la Unión Europea ganó el rechazo en la población local aunque posteriormente con los votos de los moldavos en el exterior se revirtió la tendencia.

El Frente Amplio ganó la primera vuelta en la elección presidencial

El candidato del Frente Amplio en Uruguay, Yamandú Orsi, ganó la primera vuelta presidencial con el 43,9% de los votos frente al 26,7% de su principal contrincante, el oficialista Álvaro Delgado del Partido Nacional. Mas de 2,7 millones de uruguayos concurrieron a las mesas de votación, alcanzando una participación mayor al 89 % del padrón. Como suele suceder, para el Frente Amplio será importante aumentar la participación en la segunda vuelta, ya que, a pesar de haber sacado una gran distancia al segundo candidato, lo habitual es que todas las demás fuerzas se unan para evitar un triunfo de la coalición de izquierda. En tercer lugar, quedó el partido colorado con el 15,8%, seguido mucho más atrás por el ultraconservador Cabildo Abierto con el 2,4% y el Partido Independiente con el 1,8%.

El resultado del Frente Amplio es más auspicioso que el del 2019 donde el candidato frenteamplista Daniel Martínez ganó en primera vuelta pero por estrecho margen frente a Luis Lacalle Pou, que revirtió el resultado en la segunda instancia. Su gobierno estuvo atravesado por los escándalos del narcotraficante Sebastián Marset, que obtuvo un pasaporte para escaparse del país mientras mantenía una orden de detención de la Interpol. El partido blanco también se desgastó con el escándalo del secretario de seguridad, Alejandro Astesiano, acusado de corrupción y de espionaje a dirigentes de la oposición. Por otro lado, el gobierno también se endeudó en 15 mil millones de dólares y entregó la concesión del puerto de Montevideo a una multinacional durante los próximos 60 años, perdiendo los recursos en esa estratégica actividad. Pero el mayor costo que pagó Lacalle Pou fue el de mantener a los trabajadores durante 40 meses sin aumentos salariales, tal como lo resumiera José Pepe Mujica en declaraciones.

En estas condiciones el Frente Amplio es el partido que más ha crecido, y mantiene mayores expectativas de alcanzar la presidencia que en 2019. Sin embargo, la campaña estará reñida y la unificación de todos los demás partidos puede darle el triunfo a Álvaro Delgado. La disputa estará abierta hasta el 24 de noviembre.

En cuanto a los plebiscitos impulsados en estas elecciones, ambos fracasaron en alcanzar el umbral de la mitad más uno de los votos. El plebiscito para habilitar los allanamientos nocturnos alcanzó el 41 % de los votos, mientras que el de la reforma jubilatoria que pretendía bajar la edad para alcanzar el beneficio obtuvo apenas el 36%.

En las regionales en Brasil, se consolidaron los partidos del Centrao y San Pablo quedó en manos de un aliado de Bolsonaro

En la segunda vuelta a las 51 alcaldías que se pusieron en juego en las elecciones del 27 de octubre, gran mayoría fueron ganadas por un candidato del llamado Centrao, que congrega a partidos de derecha y centroderecha de la mayoría de las oligarquías tradicionales en distintas regiones del país. Tanto el bolsonarismo como el PT fueron mayormente derrotados por estos liderazgos locales.

Pero en el principal distrito de San Pablo, el actual alcalde Ricardo Nunes, apoyado por el expresidente Bolsonaro, revalidó su mandato al obtener el 59,35% o 3.393.110 millones de votos, frente a un 40,65% o 2.323.901 millones de votos, del izquierdista del PT Guilherme Boulos. Sin embargo, la mayor capital disputada por el Partido Liberal de Bolsonaro, Belo Horizonte (MG) fue ganada por el actual alcalde, Fuad Noman (PSD), quien venció a Bruno Engler (PL). El Partido Liberal de Jair Bolsonaro ganó en seis alcaldías:  las capitales de Cuiabá y Aracaju, y en Canoas (RS), Anápolis (GO), São José do Rio Preto (SP) y Guarulhos.

Mientras tanto, las fuerzas de izquierda también ganaron en 6 alcaldías. Así Evandro Leitão (PT) venció al candidato bolsonarista en Fortaleza, la única capital ganada por el PT. También ganaron en Belo Horizonte, Belem —capital amazónica y sede de la COP30 en 2025 -, Pelotas (RS) y Camaçari (BA). A ello se sumaron 2 alcaldías el PDT en Niterói (RJ) y en Serra.

Los partidos del Centrao habían conseguido más alcaldías en la primera vuelta y revalidaron esa tendencia. Así, el Partido Social Democrático (PSD), se quedó con 878 alcaldías; el Movimiento Democrático Brasileño (MDB), con 847, el Partido Progresista (743); y la União Brasil (578). Estas son formaciones pragmáticas de centroderecha que actualmente apoyan al gobierno de Lula pero también respaldaron al de Bolsonaro. En la primera vuelta el PL de Bolsonaro consiguió 509 alcaldías con 15,6 millones de votos y el PT 248 gobiernos municipales con 8,8 millones de votos.

Con el avance del centrao, se equilibran las fuerzas políticas en Brasil, sin que Lula o Bolsonaro como expresiones de la polarización puedan alzarse una victoria. Sin embargo, este mayor poder regional parece quitarle autonomía al gobierno de Lula, que estará más condicionado por los saltos pragmáticos de las fuerzas locales del centro.

Evo Morales sufrió un violento intento de asesinato y responsabiliza al gobierno de Luis Arce

El expresidente Evo Morales sufrió un atentado perpetrado por presuntos policías que dispararon más de 14 tiros en el vehículo en el que viajaba, hiriendo a su chofer. El vehículo estaba protegido por un semiblindaje que aminoró los impactos de las balas, evitando daños mayores. Ante un intento de detener al vehículo de Evo Morales, los policías uniformados abrieron fuego a mansalva. Se presume que los agresores se refugiaron en la Novena División del Ejército, acantonada en Villa Tunari, Cochabamba, y luego fueron evacuados en helicóptero. La dirección nacional del MAS IPSP denunció el intento de magnicidio y responsabilizó al presidente Luis Arce y a sus ministros de gobierno y de defensa por el atentado.

El presidente instruyó a una minuciosa investigación para esclarecer el atentado. La violencia del atentado fue registrada por los propios colaboradores de Evo Morales, quienes viajaban con él cuando se inició la balacera. Los partidarios de Evo Morales respondieron cortando rutas y manifestándose en estado de alerta frente al atentado. El mismo se da en un contexto de disputa política entre Evo Morales y Luis Arce, que viene acrecentándose desde hace dos años y que se proyectarán hacia las elecciones presidenciales del 2025.

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