El pasado jueves 30 de julio se llevó a cabo el conversatorio virtual “La Democracia en jaque: proscripción y violencia institucional en Suramérica”. El encuentro fue organizado como un espacio para reflexionar sobre los recientes ataques a las democracias en nuestra región, el deterioro institucional causado por gobiernos neoliberales y la utilización de mecanismos ilegítimos para incidir sobre procesos electorales, vulnerando la libertad de elección de los pueblos. La presencia de gobiernos autoritarios y de derecha con la complicidad de los grandes poderes económicos, el rol de los medios de comunicación y la judicialización de la política hace urgente pensar posibles alternativas regionales frente a los ataques a la democracia. A continuación les compartimos la intervención completa del Senador Nacional de Chile, Alejandro Navarro.
PRIMERA INTERVENCIÓN
Muchas gracias María Luisa. Saludar a al Observatorio del Sur Global por esta invitación. Nos hace falta más dialogo, más encuentro. La pandemia no puede impedir que reflexionemos. No puede impedir que no anunciemos, particularmente, que no nos unamos. Estamos bajo fuego. Piñera en Chile dijo que entramos en guerra el 18 de octubre y calificó al movimiento social, quien por primera vez en la historia de Chile se levantaba a lo largo del país, exigiendo una nueva constitución, más igualdad, cambio del modelo neoliberal, en circunstancias muy particulares. A principio de noviembre se reunían en Chile las 20 economías mundiales más poderosas con una gran recibida por Piñera y además estaba la COP25. Los 195 países del mundo visitarían Chile como anfitrión para poder conversar sobre cambio climático. Pues bien, ni Cumbre ni COP25. No fueron posibles porque millones de chilenos salieron a las calles a reclamar aquello que estaba en el aire, pero no lograba expresarse.
Chile ha tenido 10 constituciones en 200 años de independencia. Por primera vez se conquista el derecho a elaborar una constitución, a hacer un plebiscito por una nueva constitución y ese proceso está en marcha. Con pandemia o sin pandemia en Chile decimos que va a haber plebiscito. Entonces se define una nueva constitución, va a haber elección de los constituyentes, a quienes han llamado la Convención Constituyente. Nosotros insistimos en una Asamblea Constituyente, porque permite que la gente por primera vez pueda construir su propia Constitución. Y esto no fue gratuito, 8800 personas sufrieron violación de sus derechos humanos. Hay 2100 querellas en contra del Estado de Chile, elaboradas por el Instituto Nacional de Derechos Humanos. Hay más de 2300 heridos, 430 mutilados, cientos de jóvenes perdieron sus ojos, sus dos ojos o uno de ellos, producto de los balines. Se vivió una etapa de movilización social con una gran bandera: Fin al abuso, fin al modelo neoliberal, fin a las AFP – las administradoras de fondos de pensiones – y comenzó una nueva etapa en Chile que hoy en día está en marcha pero que tiene amenazas. Las amenazas propias de quienes ven afectados sus intereses.
Al contrario de lo que se ha instalado, al igual en América Latina, en Chile están las Fake News, las noticias falsas. Es decir, la construcción de fake news para atacar los procesos revolucionarios, los procesos de cambio. Entonces las fake news que tienen dos partes, se inventa una noticia que no existe o, segunda parte, la realidad sin causalidad. Es decir, se habla de la realidad y de cosas verdaderas que no tienen conexión en sí pero se instalan como un hecho real. El movimiento mapuche en Chile viene luchando por recuperar sus tierras usurpadas, entonces hay violencia, hay enfrentamiento, hay una demanda histórica de los mapuches por tierra, entonces se dice “la violencia es producida por las comunidades mapuches”. En una asociación completamente ilógica, fuera de toda razón, como también como ocurre en Venezuela. Hay una crisis económica en Venezuela, por cierto, y es una verdad. Dos premisas ciertas. El presidente Nicolás Maduro es Presidente de Venezuela, eso es verdad. Pero la conjunción de la crisis es responsabilidad del Presidente Maduro. Se construyen realidades a través de las Fake news, y se oculta la causalidad, se habla solo de la realidad. La realidad ahí está pero no se habla de la causalidad, del fondo del problema, eso es lo que ocurre en Chile con los mapuches. No se habla que las tierras fueron usurpadas. O en el caso de Venezuela no se habla del bloqueo criminal que se lo pone a un país que lucha por su autodeterminación.
Tenemos entonces una ofensiva global que el Presidente Rafael Correa llama el segundo Plan Cóndor, o el Plan Cóndor 2. Ya no los golpes de Estado, sino una ofensiva respecto de los liderazgos. Nos duele lo de Bolivia, lo que han hecho a Evo, nos duelen lo de Lula, lo de Dilma, lo de Lugo, nos duele lo de Rafael Correa. Por su forma de expresión respecto de una respuesta que el neolibarismo y particularmente el poder económico, ha innovado. Y esto obliga al progresismo, a la izquierda, obliga a los partidos democráticos que seguimos creyendo en que es posible una Patria Grande. Diriamos en Chile “Aún hay Patria, ciudadano”, como dijo Manuel Rodríguez por allá en el 1818 cuando los realistas amenazaban llegar a Santiago. Aún hay Patria Grande que construir. Hay una Patria Grande, ciudadanos de America Latina. Para eso debemos hacernos cargo de la amenaza, una ofensiva real y cierta.
Esto no es ciencia ficción, existe una ofensiva que se expresa en las fake news, se expresa en lawfare, la guerra judicial. La guerra judicial desatada en Brasil con una impunidad increíble pero real. La guerra judicial persiguiendo a Rafael Correa, persiguiendo todo, persiguiendo a Evo. Porque a él lo declaran, lo acusan de acciones terroristas para impedir, como decía Gabriela, su postulación. Es decir hay una construcción judicial y, si Evo vuelve, va a haber la guerra judicial. Regresa Correa a Ecuador y va a tener una guerra judicial, 26 procesos. Por tanto el lawfare es algo que nos obliga a su denuncia, a su análisis y fundamentalmente al trabajo en conjunto para impedirlo porque amenazan la esencia de la democracia que es la libertad de participar.
Quiero decirles que nosotros en Chile estamos viviéndolo como resultado del 18 de octubre, un proceso de cambio profundo. Va a haber una nueva constitución. Queremos terminar con estas AFP, estas administradoras de fondos de pensiones que administran 200 mil millones de dólares. Pero ¿cuál es la respuesta de quienes ven afectados sus intereses? Quieren expropiar los fondos de los trabajadores. Como lo ha hecho Argentina, como lo han hecho en Perú, montan una acción comunicacional para conquistar a la conciencia ciudadana. Pero ya hay conciencia, la semilla de la conciencia se sembró en Chile. Hemos tenido un tri0unfo extraordinario con el retiro del 10% de los fondos de pensiones, que es una ley que el gobierno no quería. Piñera se la jugó y llamó a los parlamentarios por teléfono y salió derrotado. Hoy día un millón de personas ha presentado su solicitud para que en medio de la pandemia retiren su 10% de sus ahorros previsionales, para poder salvarse. ¿Qué pasa? Les cuento, Piñera pone 12 mil millones de dólares para enfrentar la crisis pandémica. El pueblo a través del 10% va a rescatar 20 mil millones dólares y lo va poner en la economía nacional. Es decir, la ciudadanía, los trabajadores ponen más dinero para enfrentar la crisis que el propio gobierno de derecha, neoliberal, empresario, que hoy día tenemos.
Yo digo, aquí hay responsabilidad de todos quienes participamos de la idea de la Patria Grande, pero particularmente de los demócratas. Hay que enfrentar las fake news, hay que enfrentar el lawfare, la guerra judicial en contra de los líderes de América Latina y hay que enfrentar la guerra legislativa, la utilización de los congresos nacionales también con el mismo fin. En Chile rondamos el sistema binominal hace ya algunos años, donde durante 23 años el 33% era igual al 66%. Eso era el 33%. Tenías el 33% de los votos y obtenías el 50% del congreso, aún cuando tuviéramos el 66% del apoyo popular solo teníamos la mitad del congreso y eso duró 23 años. Por eso es que el 18 de octubre esto explosionó, la ciudadanía fue a la calle y derrotó todas las barreras con un saldo trágico en materia de derechos humanos, que hoy en día asumimos en su legítima defensa adentro de Chile pero también fuera de Chile.
No esperábamos que en esta materia, que creíamos haber dejado en el pasado con la dictadura de Pinochet, en democracia, también fueran violados los derechos humanos. Esta vez por un presidente civil, Sebastián Piñera y por eso tenemos criminales por delitos de lesa humanidad y violación de los derechos humanos. Enfrentamos en Chile un proceso de construcción y está amenazado. Yo les pido estar alerta. Hay que reaccionar frente lo que ocurre en Bolivia, solidarizarse con Evo Morales. Hay que reaccionar en Ecuador, hay reaccionar en Venezuela, hay que reaccionar contra la opresión y el bloqueo de Cuba. Esto nos demanda estar atento a las nuevas modalidades de las cuales hoy en día la vieja Escuela de las Américas o el viejo intervencionismo de Estado frente a la opción militar ha dado paso a políticas más sutiles, más inteligentes, a través de los medios de comunicación, las redes sociales y el manejo de los datos de las personas.
Pero entonces hay un desafío enorme porque hoy día la violencia institucional ya no se va a expresar en golpe de estado, utilizando las fuerzas armadas. La proscripción no se va a expresar en la persecución política, se va a expresar en utilizar los tribunales de justicia, en utilizar los congresos nacionales y en utilizar la prensa a través de las fake news para la construcción de esos objetivos. Frente a este escenario lo que se requiere es la más amplia solidaridad y la unidad de los demócratas de América Latina y sus partidos populares. Así es que yo me alegro extraordinariamente de compartir este espacio con ustedes. Solo decirles que en Chile esta clavada la bandera de lucha con una nueva constitución, el pueblo va a decidir el futuro que se quiere dar y ha sido producto de esta lucha popular de miles que se sacrificaron y millones que salieron a las calles para lograr en Chile lo que nadie creía antes del 18 octubre: una nueva constitución, una asamblea constituyente construida por la ciudadanía. Por todos los chilenos y chilenas.
SEGUNDA INTERVENCIÓN
La pandemia ha desnudado al modelo neoliberal, lo ha desnudado. No es posible seguir avanzando con ese modelo y muchos, cientos de miles de chilenos, descubrieron de que podían dejar de consumir, descubrieron que estaban altamente endeudados, descubrieron que había falencias de conectividad y que ahora que se hacen clases telemáticas, hay miles y miles de niños, millones de niños chilenos que no pueden conectarse y hay una desigualdad profunda. Creo entonces lo que devela esta pandemia es que cuando pasó la crisis de la fiebre porcina, la UNASUR juntó a los ministros de salud y buscaron una solución colectiva.
La integración de América Latina es necesaria para enfrentar esta pandemia, que nos va a acompañar por un largo tiempo. Por lo tanto reanudar los procesos de integración primero, frente a esta pandemia que ha diezmado a los pueblos. Es urgente. Yo he preguntado ¿se están juntando los ministros de salud? ¿América Latina va a ir por una vacuna y va a establecer prioridades? ¿qué va a hacer América Latina para enfrentar esta pandemia de manera unida? Porque sus fronteras son comunes. Quiero decirte lo que devela esta pandemia y la actual situación es que a los gobiernos de derechas no les interesa la integración. Creen que el mercado lo resuelve y confunden la solidaridad con el interés económico. Por tanto hay lecciones que aprender respecto a lo que hemos hecho en nuestros países para enfrentar la pandemia, porque, sabes que hay un elemento esencial, ha renacido la solidaridad.
En Chile hay ollas comunes. No había ollas comunes desde la época de la dictadura de Pinochet. Y han renacido las ollas comunes para compartir, porque la verdad es que dar de lo que te sobra es caridad y dar lo que tu necesitas es solidaridad. Las ollas comunes se han levantado con solidaridad a lo largo de todo Chile. Y había hambre y hay hambre, por eso que los chilenos están retirando – escúcheme bien – veinte mil millones de dólares de sus ahorros previsionales para poder pasar la crisis pandémica, versus los doce mil que pone el gobierno, tacaño, egoísta. En Chile hay siete eventos electorales en el próximo año y dieciséis elecciones, es un súper 2021 y el gobierno está guardando recursos para ponerlos en el año electoral.
Creo entonces de que la experiencia, la pandemia no sólo en el impacto el medioambiental, como decía Naomi Klein en la doctrina del shock, para enfrentar el capitalismo. El capitalismo en la pandemia ha sido desnudado porque han vuelto las ballenas, ha vuelto el aire limpio, ha bajado el consumo. Es decir, creo que hay un aprendizaje extraordinario en millones de ciudadanos respecto a valorizar más la vida y, por cierto, sentir que la comunidad es importante. El aislamiento nos ha hecho sentir que los demás son importantes y psicológicamente, si bien estar confinado en la casa produce problemas de salud y de salud mental, lo que ha revelado para muchos es que no puedes vivir solo, que necesitas a la familia, necesitas a tu amigo, necesitas vivir en comunidad y es un hecho que la izquierda y el progresismo debe rescatar, el valor de la solidaridad, el valor de la comunidad y que solo tú no puedes te quedas solo te mueres. Y eso es un hecho de un valor profundo que desnuda al sistema capitalista.
El individualismo ha sufrido una derrota estratégica. Nosotros queremos hacer que esta derrota no se oculte luego de “la nueva normalidad” porque aún con una “nueva normalidad”, el riesgo a continuar y el valor de la solidaridad tienen que seguir creciendo. Por tanto creo que hay elementos muy importantes que la política no puede dejar de lado. Los partidos políticos, los líderes políticos, los parlamentarios no pueden dejar esto en manos del Estado y de los gobiernos, es por eso que la participación de la integración y recuperar la integración en UNASAR, en la CELAC, el Grupo de Lima ni hablar, ya no existe. Sin la Argentina y sin México el Grupo de Lima desaparece, es insignificante. Por tanto, creo que un momento de fortaleza y espacios como este nos permiten hacer esta reflexión no podemos dejar de atender nuestra comunidad política y social en pos de los problemas propios en otros países que solo se resuelven el marco la integración.
Tercera intervención
Decía que hay una exigencia, una demanda de unidad en Chile. La ciudadanía que se volcó a la calle, enfrentó a la represión y a lo que quiere la clase política, los partidos ordenados en objetivos comunes. Quizás sea una señal potentísima. Creo que quienes no entiendan el mensaje del sacrificio de quienes salieron a la calle e impusieron el plebiscito y la nueva constitución, van a ser castigado vía coaliciones del partido progresista, partido comunista de Chile, la confederación verde regionalista. Hay diálogo. Y yo dije que el diálogo tiene que estar con contenido a futuro, no solo electoral, es el típico debate que se arma. Porque la gente no está pidiendo diálogo electoral, no quiere unidad sólo para las elecciones, quiere unidad de proyección. Porque si vamos a tener una nueva constitución que rija a los destinos de los chilenos tiene que también haber un programa de gobierno que reemplace a Piñera.
Una cosa te puedo decir, la derecha no va a ganar la próxima elección, lo importante es quien gane esta elección tengo una propuesta alternativa a lo que la gente ha rechazado la calle. Ese proceso tan incipiente hegemoniza el ámbito electoral a ratos. Pero la calle, la calle ha dicho con respeto y con dignidad. La calle es la gente de todas las edades, de todos los niveles educacionales que salió a marchar. Abuelos y nietos marcharon el 18 de octubre, salieron a la calle. Quiero decirles que tenemos un mandato. Nosotros estamos haciendo un esfuerzo de una unidad con contenido. Queremos entonces tener el diseño, la propuesta para lo que va a ser la constituyente. Por la limitación a los 2 tercios, que es un quórum elevadísimo, de tal manera de que la nueva constitución sea un punto de amplia unidad para ganar el plebiscito el 25 de abril. Ganarlo de manera muy amplia. Todo indica que eso va a estar sobre el 70% y que los partidos entiendan que tienen un mandato de construir un modelo alternativo, que es un proceso alternativo a esta situación dura que vive Chile de alto endeudamiento, de un sistema de salud que también se ha desnudado – particularmente en los sectores más vulnerables – y un sistema vocacional que también se ha desnudado.
Entonces creo que no hay otro camino posible que la unidad. Y en los próximos días y en las próximas semanas se inicia el proceso electoral donde tienen que conformarse las coaliciones para enfrentar esas elecciones. De aquí a septiembre, en Chile se va un saber cómo vamos a enfrentar el proceso electoral y espero que sea en la más amplia unidad y teniendo una cosa muy clara: el modelo neoliberal en Chile ha fracasado y la gente, la ciudadanía lo ha rechazado. No es ideología, la ciudadanía lo ha rechazado por qué lo ha vivido los últimos 30 años y ya no lo quiere. Yo espero que estemos a la altura y hay disponibilidad para hacer todos los sacrificios que sean necesario yo espero que hayamos entendido el mensaje. Vamos a estar a prueba los próximos 2 meses para ver si entendimos algo del estallido del 18 de octubre.