Este 20 de agosto se llevará a cabo la segunda vuelta electoral en Guatemala entre Sandra Torres de la Unidad Nacional de la Esperanza y Bernardo Arévalo del Movimiento Semilla.
Más de 9 millones de guatemaltecos/as están habilitados para votar en los más de 3.400 centros de votación que se han instalado.
Los candidatos
Sandra Torres
Edad: 67 años
Partido Político: Unidad Nacional de la Esperanza (UNE)
Ideología: centro, conservadora, ex-socialdemócrata
Trayectoria: Comunicadora y Magíster en políticas públicas. Fue Primera Dama durante 2008 al 2011, en el gobierno presidido por su ex marido Álvaro Colom. Es su tercer intento de acceder a la presidencia, en las dos anteriores pasó a la segunda vuelta pero fue derrotada en esa instancia.
Propuestas: Torres cambió su discurso en esta elección, dejó de lado sus propuestas socialdemócratas y adoptó una postura conservadora. Por ejemplo, en su rechazo a la diversidad sexual y su postura contra el aborto. Busca movilizar el voto evangélico para ello designó como vice a Romeo Guerra, un pastor. También moviliza el discurso de mano dura.
Bernardo Arévalo
Edad: 64 años
Partido Político: Movimiento Semilla
Ideología: izquierda, progresista, socialdemócrata
Trayectoria: Sociólogo y Doctor filosofía. Actual diputado en el Congreso. Fue viceministro de Relaciones Exteriores y embajador en España. Es hijo del expresidente Juan José Arévalo, el primer presidente electo democráticamente en el país tras la Revolución de 1944. Nació en Uruguay debido al posterior exilio de su padre.
Propuestas: Arévalo presentó un programa de gobierno denominado “diez semillas para recuperar el futuro”, que habla de educación, salud y seguridad social. Arévalo hace campaña con un discurso anticorrupción, para ello tiene un programa de 10 medidas contra la corrupción que estipula la creación de organismos específicos. En seguridad propone mayor control de los territorios y reforma integral de las cárceles.
Las encuestas
En la primera vuelta las encuestas fallaron, ninguna tomaba en cuenta a Bernardo Arévalo, quien terminó metiéndose en la segunda vuelta contra Sandra Torres. Por eso el resultado de la primera fue una gran sorpresa. Sandra Torres se impuso con el 15,69% de los votos y Bernardo Arévalo quedó segundo con el 11,8%.
La última encuesta para esta segunda vuelta, publicada el 16 de agosto de la Fundación Libertad y Desarrollo y Cid Gallup indica que Bernardo Arévalo ganaría con 61% de intención de voto contra Sandra Torres que sólo llega al 39%, de los votos válidos.
La encuesta también consultó sobre la intención de ir a votar. Respecto de la participación, el 51% de los encuestados indicó que tienen una alta probabilidad de asistir a votar el 20 de agosto. Recordemos que en la primera vuelta la participación fue del 60,38%. Se espera una participación menor en la segunda vuelta ya que en anteriores elecciones sucedió así, hace 4 años la participación fue del 42,7% en la segunda vuelta.
También la encuesta señala que el 7% de los consultados manifestó que su pastor o sacerdote le ha dicho por quién votar. El voto evangélico suele ser un punto clave en el país centroamericano. De hecho, la candidata Sandra Torres trató de movilizar a dicho electorado al designar a un pastor como su vice.
En cuanto a los indecisos, la encuesta compara las últimas dos semanas indicando que el voto indeciso se redujo de 29% a 18% entre la primera semana de agosto y la segunda. Lo que indica que más personas han definido su voto en estas últimas semanas.
Escenario
Los resultados de la primera vuelta electoral que se desarrolló el 25 de junio fueron una sorpresa. Se esperaba una elección que concentrara más el poder a la derecha. No obstante, el resultado de la primera vuelta marcó un rumbo de centro o centro-izquierda que expresa la preferencia de la ciudadanía por un cambio político.
Bernardo Arévalo del Movimiento Semilla casi no aparecía en las encuestas ni era tomado en cuenta. De hecho, hubo una reacción conservadora, los sectores que están acostumbrados a tener el poder reaccionaron ante su victoria denunciando supuesto fraude, pidieron recuento de votos y hasta intentaron bajar su candidatura y suspender a Semilla.
En la primera vuelta ningún/a candidato/a logró superar el 16%, mientras que el voto nulo superó a todos con el 17%. Dicho resultado es el reflejo de la pérdida de confianza de la población con sus representantes. Elección tras elección se ha votado por el candidato que representaba el cambio y en rechazo a los oficialismos, pero eso no se plasmó en una verdadera renovación política ni en una agenda política nueva. En consecuencia, se extendió la decepción y la apatía con el sistema político.
La elección de este año renovó el entusiasmo del pueblo, Arévalo representa ese cambio que los/as guatemaltecos/as piden y según los sondeos, estaría cerca de obtener la presidencia. Las encuestas indican una posible victoria de Arévalo en la segunda vuelta.
Pero hay dudas sobre el proceso electoral. Unos días después de la primera vuelta la Corte Constitucional (CC) ordenó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) que suspenda el conteo definitivo de los votos y la publicación oficial de los resultados, haciendo caso a las medidas de amparo que presentaron distintas fuerzas políticas de derecha, entre ellas el oficialismo. La medida se basaba en un supuesto riesgo de fraude. Un total de 9 partidos de centro y de derecha hicieron la presentación para que se esclarezca el resultado ante lo que consideran como una amenaza de fraude por presuntas irregularidades en la elección.
El Movimiento Semilla, partidos de oposición y organismos de derechos humanos denunciaron que la apertura de las cajas era ilegal ya que no está especificada en la ley y lo que se intentaba era sabotear la elección para impedir la participación de Arévalo a la segunda vuelta electoral.
Las denuncias públicas de la oposición funcionaron para que el conteo se resuelva favorablemente. Dos semanas después de la elección, el TSE aprobó los resultados y convocó a la segunda vuelta. Sin embargo, la Fiscalía ordenó la suspensión del partido de Arévalo, debido a supuestas firmas fantasma entre los miembros registrados del partido. Pero dicha suspensión fue irregular ya que el TSE es la única institución pública con potestad para decidir sobre los partidos durante la contienda electoral.
Campaña
Se convocaron 2 debates presidenciales. El primer debate entre los candidatos no se pudo llevar a cabo porque Sandra Torres decidió no asistir alegando que ese día tenía el compromiso previo de presentar su plan de gobierno. Arévalo sí asistió solo, fue su oportunidad para presentar sus propuestas y responder preguntas. En el segundo debate, organizado una semana después, asistieron ambos, el intercambio estuvo cargado de chicanas, mentiras y acusaciones. Torres acusó a Arévalo de promover la ideología de género, de tener nacionalidad uruguaya y además sacó el tema de las supuestas firmas falsas del partido. Arévalo debió defenderse de las acusaciones durante el debate y habló de una campaña sucia de su contrincante electoral.
En cuanto a las propuestas, Torres representa la continuidad política. Pese a no ser oficialista, su partido es el más grande de Guatemala y cuenta con el mayor número de alcaldes y diputados, además hizo alianzas con sectores de derecha, con ex-militares acusados de delitos de lesa humanidad y con los evangélicos. Por lo que, para muchos, es vista como más de lo mismo. Su desafío en la campaña era distanciarse de eso pero lo que logró fue ser vista como la candidata conservadora ya que se expresó contra el aborto y contra el matrimonio igualitario.
Por otro lado, Arévalo representa el cambio. En más de una oportunidad repitió la frase “vamos a sacar a los corruptos del poder”. Su mensaje anticorrupción es claro y presenta un programa de gobierno que abarca distintas áreas como educación, lucha contra la desnutrición y apoyo al sector agrícola, entre otros. Su cierre de campaña fue una importante demostración de apoyo ya que llevó a cabo un multitudinario acto en Plaza de la Constitución.