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Elecciones subnacionales en Bolivia: La oposición se concentra en las ciudades

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por Florencia Tursi Colombo

El domingo 7 de marzo se llevaron a cabo las elecciones subnacionales en Bolivia para la elección de gobernadores/as en los 9 departamentos, alcaldes de los 336 municipios y miembros de las Asambleas y Concejos.

Sistema electoral

En Bolivia la elección para gobernadores/as, alcaldes, asambleas departamentales y concejos municipales se realiza de forma desdoblada de la elección nacional para presidente/a, vice, senadores/as y diputados/as. Es decir, se realizan en distintas fechas del calendario electoral.

En este caso, la elección subnacional se realiza 5 meses después de lo que fue la elección presidencial del 2020 en la cual la fórmula Arce-Choquehuanca del Movimiento al Socialismo- Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos, MAS-IPSP, obtuvo una amplia victoria.
Los/as gobernadores/as son electos/as en sus respectivos departamentos por mayoría absoluta, esto implica que deben obtener más del 50% de los votos válidos emitidos o más del 40% con una diferencia superior al 10% para ganar en primera vuelta. En caso contrario, se celebra una segunda vuelta electoral entre los/as 2 candidatos/as más votados/as.

La elección de los/as alcaldes/as de cada municipio se realiza por votación a mayoría simple sin segunda vuelta.

En el caso de las Asambleas departamentales se asignan los curules a través de un sistema proporcional según el porcentaje de votos obtenidos. El mismo criterio de proporción se aplica para los Concejos Municipales.

El voto se realiza de manera diferenciada, en papeletas y urnas separadas, para la elección de Gobernador respecto de los miembros de las respectivas Asambleas.

El dato más destacable respecto al sistema electoral boliviano es que, desde el 2009, en la elección de asambleístas, hay una cuota reservada para la representación de los Pueblos Indígena Originario Campesinos (PIOC) y asimismo, se aplica el principio de paridad y alternancia entre mujeres y varones en la conformación de listas.

Estas elecciones debieron celebrarse en el primer trimestre de 2020. Sin embargo, el golpe de estado de noviembre del 2019, clausuró toda elección democrática, aplazando un año la definición.

Participación

Hubo una alta participación electoral en los comicios, rondando el 80% del padrón electoral, en donde más de 7 millones de bolivianos/as estaban habilitados/as para votar.

Esta es la segunda elección que se da en el marco de la pandemia en Bolivia. La primera fue la de octubre del 2020 para elegir fórmula presidencial, diputados/as y senadores/as. En ambas elecciones se respetaron los protocolos con el objetivo de evitar contagios.

En esta oportunidad, se habilitaron más de 35 mil recintos electorales para que no haya aglomeraciones. Sin embargo, en algunos sitios el inicio de los comicios fue demorado por la ausencia de las autoridades de las mesas, provocando filas al comienzo de la jornada. Aunque esto no perjudicó el normal desenvolvimiento posterior.

La jornada electoral se desarrolló con calma y normalidad.

Solo se registró un hecho atípico en el municipio de Colpa Bélgica, un área rural de Santa Cruz, en donde se quemaron algunas actas de sufragio. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) ya está investigando el hecho.

Resultados

Gobernadores/as

El MAS-IPSP habría ganado 3 de los 9 departamentos y estaría por disputar una segunda vuelta en otros 4 departamentos.

En Beni, los resultados preliminares arrojan una victoria en primera vuelta del candidato del Movimiento Tercer Sistema (MTS), Alejandro Unzueta. Con el 99% de las actas escrutadas, Unzueta habría obtenido un 41,75% con una diferencia de más del 10% con respecto al candidato del MAS-IPSP. La presidenta de facto, Jeanine Áñez, quedó tercera. Esta falta de apoyo político, en su propio departamento, quedó evidenciada en su posterior detención el 12 de Marzo por haber llevado adelante el golpe de Estado.

En Chuquisaca, ya con el 100% de las actas escrutadas, se confirma una segunda vuelta electoral entre Juan Carlos León del MAS-IPSP y Damián Condori del partido local Chuquisaca Somos Todos.

En Cochabamba, con más del 60% de las actas escrutadas, el MAS-IPSP habría ganado con el 52,07% de los votos en primera vuelta consagrando como gobernador a Humberto Sánchez Sánchez.

En La Paz aún falta escrutar la mitad de las actas. Aunque la tendencia marca que habría segunda vuelta para elegir gobernador. Al balotaje pasarían los candidatos del MAS-IPSP, Franklin Flores (con más del 38% de los votos) y en segundo lugar hay una leve diferencia entre el candidato de Por el Bien Común Somos Pueblo (PBCSP), Rafael Quispe (25%) y el candidato de Jallalla, Santos Quispe (24%), hijo de quien era el candidato inicial presentado por la agrupación, Felipe Quispe “El Mallku”, fallecido en febrero pasado a causa del coronavirus.

En Oruro los datos preliminares marcan una amplia ventaja de Johnny Vedia, candidato por el MAS-IPSP. Habría obtenido, al menos, el 44% de los votos con una diferencia de más del 25% respecto del segundo.

En Pando, con casi la totalidad de las actas escrutadas, el candidato Miguel Becerra del MAS-IPSP obtuvo más del 40% de los votos, sin embargo no logró la diferencia necesaria respecto del segundo más votado por lo que irá a balotaje con el candidato Regis Richter del MTS que obtuvo el 39% de los votos.

En Potosí, con alrededor del 90% de las actas computadas, el MAS-IPSP ganó en primera vuelta con el candidato Jhonny Mamani obteniendo más del 43% de los votos con una diferencia cercana al 20% respecto del segundo más votado.

En Santa Cruz, se arroja una victoria para el candidato de Creemos, Luis Fernando Camacho, cercana al 58% de los votos. Se da en Santa Cruz una polarización de fuerzas entre el partido de Camacho, Creemos, que obtuvo la mayoría y el MAS-IPSP, como segunda fuerza, que obtuvo una importante votación la cual le daría una considerable representación en la asamblea departamental.

En Tarija se irá a una segunda vuelta,  entre Álvaro Ruiz del MAS-IPSP y Óscar Montes del partido local Unidos por Tarija.

Alcaldes

En cuanto a las ciudades, en su mayoría, se perfilan alcaldías urbanas de oposición al gobierno nacional. Los resultados preliminares proyectan que el MAS-IPSP habría obtenido 2 de las 10 ciudades más importantes.

La ciudad de La Paz, con más de la mitad de las actas computadas, el candidato Iván Arias de la agrupación Por el Bien Común Somos Pueblo (PBCSP), habría obtenido la alcaldía con el 50% de los votos. Entre la experiencia política de Arias, cabe señalar que fue Ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda durante el gobierno de facto de Jeanine Añez.

En El Alto, la aparición y ascenso de la nueva fuerza política Jallalla logró capitalizar electoralmente un triunfo del 68,70% con más del 70% de las actas escrutadas. La candidata por Jallalla, Eva Copa, logra la alcaldía en una ciudad clave, tradicional bastión del MAS-IPSP.

La oposición también habría obtenido la alcaldía de Cochabamba, con el candidato Manfred Reyes Villa de Súmate y un porcentaje de votos del 55%.

En la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, se perfila un empate entre dos candidatos con una mínima diferencia de 2.600 votos, un 0,36%, según resultados preliminares. La pelea voto a voto aún continúa entre los candidatos Jhonny Fernández de Unión Cívica Solidaridad (UCS) y Gary Añez de Comunidad Ciudadana (CC).

En Oruro, el primer lugar lo obtuvo el candidato Adhemar Wilcarani del MAS-IPSP con el 29,53% de los votos. Fue una sorpresa ya que, en boca de urna, se proyectaba como ganador Marcelo Medina de la agrupación Sol Oruro. Sin embargo, con la totalidad de las actas computadas y con una diferencia de 2.275 votos (1,28%), resultó ganador el candidato del MAS-IPSP.

En Tarija, la alcaldía de la ciudad, con el 53,68% de los votos, la obtuvo el candidato Johnny Torres de Unidos por Tarija, ya con la totalidad de las actas computadas.

En el municipio de Potosí, con la totalidad de las actas computadas, obtuvo la alcaldía el candidato Jhonny Llally del Movimiento Cívico Popular (MCP) con el 37,46% de los votos.

En Trinidad, el candidato del Movimiento Tercer Sistema (MTS), Christian Cámara habría obtenido el primer lugar con 28,45% de los votos.

En la ciudad de Sucre obtendría la alcaldía Enrique Leaño del MAS-IPSP con el 33,27% de los votos según resultados preliminares.

Por último, en Cobija, Ana Lucía Reis del MTS habría ganado la alcaldía con el 44,59% de los votos.

Conclusiones

Los resultados de estas elecciones subnacionales muestran que en cada departamento se da la presencia de distintas fuerzas políticas con distintos personajes políticos y lineamientos. Incluso también la aparición de nuevas fuerzas políticas y nuevos liderazgos.

Sin embargo, el MAS-IPSP se mantiene como el único partido de alcance nacional con presencia en todos los departamentos. El MAS-IPSP mantiene una hegemonía territorial que lo posiciona como la fuerza política más coherente y sólida del país, con organización comunitaria y sindical de fuerte arraigo y con un programa político claro y consistente.

Mientras que las ciudades tienden a votar por candidatos de la oposición, el MAS-IPSP se hace fuerte en zonas rurales.

Las victorias de Luis Fernando Camacho en la gobernación de Santa Cruz, de Iván Arias en la ciudad de La Paz y de Manfred Reyes Villa en Cochabamba hacen pensar en un avance de las derechas. No obstante, aparecen como pequeños enclaves fragmentados, en lugares determinados y sin un partido que los englobe.

No hay en Bolivia una fuerza política de oposición que equipare la fuerza política y peso nacional que tiene el MAS-IPSP.

Tampoco por izquierda han aparecido alternativas que tengan el peso suficiente. Hasta el momento, las fuerzas políticas que han surgido a la izquierda del MAS-IPSP no han podido mantenerse más allá de una elección y un contexto específico. Este es el interrogante que se abre para Jallalla, por ejemplo.

La elección da cuenta de un clima de época que trasciende las fronteras de Bolivia. Es un momento político en el cual, a nivel regional, se observan disputas entre gobiernos y oposiciones por la gestión sanitaria, y al mismo tiempo, se da el advenimiento de grupos de derecha radicalizados con mensajes racistas y de odio.

En Bolivia tenemos, por un lado, al oficialismo que se afianza en el gobierno nacional conciliando la buena gestión económica y sanitaria con resultados electorales, los cuales le otorgan al MAS-IPSP un fuerte peso territorial. Mientras, por el otro lado, se observa una oposición de derecha -aunque no homogénea- con posiciones radicales que, luego del golpe de estado del 2019, comenzó a mostrarse como una alternativa y que, en esta elección, ha obtenido algunas alcaldías y gobernaciones.

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