En su informe Perspectivas económicas mundiales para el 2024, el Banco Mundial plantea que con una nueva desaceleración del PBI al 2,4%, la economía mundial podría sumar los cinco años con el menor crecimiento del Producto Interno Bruto de las últimas tres décadas. En efecto, a la recuperación pos-pandemia del 2021 con un crecimiento mundial del 6,2% se sucedió un 3% en 2022, 2,6% en 2023 y con la desaceleración que continuaría durante este año se concretaría uno de los lustros más magros de las ultimas décadas.
Las causas de esta situación corresponden a la desaceleración de la mayoría de las principales economías, la lentitud del comercio mundial, las condiciones financieras más restrictivas y la falta de inversión de las últimas décadas.
A este entorno se le suman los peligros de una escalada en el reciente conflicto en Oriente Medio, tensiones financieras, mayor persistencia de la inflación, fragmentación del comercio mundial y desastres relacionados con el clima.
El informe plantea que como producto de este escenario, a fines de 2024, cerca del 25% de los países en desarrollo y alrededor del 40% de los países de bajos ingresos serán más pobres que antes de la pandemia de COVID-19.
En su análisis por regiones, el Banco Mundial coloca a Asia meridional como la zona con el mayor crecimiento en 2024, con un 5,6%, seguida por Asia oriental y el Pacífico, con 4,5%.
América Latina y el Caribe, ocupa el último escalón de las previsiones de crecimiento regional para este año con un 2,3% y un 2,5% en 2025.
Para las economías avanzadas, la institución prevé para este año una desaceleración del crecimiento que pasaría del 1,5 % de 2023 al 1,2 % este año.
Así las cosas, el mundo se está alejando de las metas para afrontar el cambio climático y alcanzar otros objetivos de desarrollo para 2030. Para revertir esta situación los países en desarrollo precisan aumentar la inversión en unos 2,4 billones de dólares al año.
Es por ello que economía mundial necesita generar un auge sostenido de inversión ya que las economías en desarrollo obtienen ganancias económicas inesperadas cuando aceleran el crecimiento de la inversión per cápita a un mínimo del 4 % y lo mantienen al menos seis años.
América Latina
El panorama regional destaca una significativa desaceleración de la economía en América Latina en 2023, con un crecimiento del 2,2%, como consecuencia de la elevada inflación, condiciones monetarias restrictivas, debilidad del comercio mundial y fenómenos meteorológicos adversos.
El informe prevé una recuperación gradual para la región, con un crecimiento proyectado del 2,3 % en 2024 y del 2,5 % en 2025. En la medida en que baje la inflación y los bancos centrales disminuyan la tasa de interés serán más amplias las posibilidades de recuperar la inversión.
Pero este débil crecimiento está expuesto a los riesgos propios de las tensiones geopolíticas en Oriente Medio y demás conflictos que podrían provocar un alza del petróleo. Por otro lado, no se descartan nuevos fenómenos meteorológicos producto del cambio climático que puedan afectar a la producción de alimentos en la agricultura, ganadería y la pesca.
Además de la persistencia de las altas tasas de interés en las economías avanzadas, que limitan las políticas monetarias y fiscales, surge el peligro de una desaceleración abrupta de la economía china, que podría retraer la demanda de materias primas y alimentos que exporta la región.
Informe completo Ingles: content (worldbank.org)
Informe Panorama Regional: América Latina