por Rogério Tomaz Jr.¹
Tras perder las elecciones ante Fernando Collor de Mello en 1989, Luiz Inácio Lula da Silva y el Partido de los Trabajadores (PT) decidieron viajar por el país continental para escuchar las voces del Brasil profundo y difundir el llamado “Programa Popular Democrático”. Las “Caravanas de la Ciudadanía” nacieron en abril de 1993 y se convirtieron en una “marca” del líder obrero y del PT.
Entre 2017 y 2018, Lula repitió las caravanas. La última recorrió decenas de ciudades de los estados sureños – Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná – y se completó en fines de marzo, dos semanas antes del encarcelamiento que sacó al candidato del PT de las elecciones, cuando las encuestas apuntaban a su victoria en la primera vuelta.
Ahora, a poco más de un año de las elecciones presidenciales de octubre de 2022, Lula vuelve a la ruta. Junto a parlamentarios y dirigentes del PT, el ex metalúrgico visitará seis estados del Noreste, entre el 15 y el 26 de agosto, la región que más rechaza a Bolsonaro desde las elecciones de 2018.
En su agenda, encuentros con gobernadores, jefes políticos locales, trabajadores, artistas, movimientos sociales y líderes sindicales y empresariales. Lula también visitará hospitales y clínicas donde la batalla contra Covid-19 aún está muy complicada. La buena noticia es que más de la mitad de la población del noreste ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus.
Una imagen que se viralizó en las redes sociales muestra el contraste entre la producción de alimentos orgánicos del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y las tumbas de un cementerio en medio de la pandemia de coronavirus, que en Brasil hasta ahora se ha cobrado más de 575 mil vidas. El Brasil de Lula contra el Brasil de Bolsonaro.
Mientras Lula recorre el país y hace brillar los ojos de la gente, Bolsonaro sigue el destino de alguien que ya luce derrotado y no ve otro rumbo en 2023 que los tribunales o la cárcel, destino que pueden tener al menos dos de sus tres hijos políticos: Flávio y Carlos Bolsonaro, senador y concejal de la ciudad de Río de Janeiro, respectivamente.
El jueves (19), el presidente volvió a quejarse – la sexta vez desde que asumió el puesto, en enero de 2019 – por las dificultades que la presidencia le impuso a su vida y también dijo que hay otras personas mejores que él para el cargo. “Hay mucha, mucha gente mejor que yo por ahí. No hago hincapié para decir que quiero ser presidente. Pero la carga es pesada. Hay que tener cuero grueso”, dijo un Jair desconsolado, muy distinto del “guerrero” infatigable que sus seguidores le tienen como imagen.
Esta fue la contraseña para la militancia del PT, que trató de asociar el video con esta declaración de Bolsonaro a un Lula alegre y con muchas ganas para volver a la presidencia.
Video con la queja de Bolsonaro:
“Tem muita gente melhor do que eu por aí”, diz Bolsonaro, o pior presidente da História do Brasil. Disso sempre soubemos, genocida! O que não cola é dizer que não faz questão de ser presidente enquanto insiste em pautas golpistas, como o voto impresso (RECIBO DE MILICIANO) ? pic.twitter.com/Z73Z3OygvQ
— Dep. Alencar Santana (@AlencarBraga13) August 20, 2021
Encuestas
El martes (17) se dio a conocer una nueva encuesta electoral, por XP/Ipespe, y la novedad es que Bolsonaro ahora podría ser derrotado, en un posible balotaje, incluso por los posibles candidatos de la derecha tradicional, como el ex juez Sérgio Moro, el gobernador de São Paulo, João Doria (PSDB), su exministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta (DEM), y Eduardo Leite (PSDB), gobernador de Rio Grande do Sul.
Frente a Lula, la diferencia en la segunda vuelta sigue ensanchándose a favor del petista y en esta encuesta las cifras apuntan al 51% x 32%. Ciro Gomes tendría hoy el 44% contra el 32% del actual presidente en un eventual balotaje.
Otras desventajas de Bolsonaro en la encuesta:
- La expectativa negativa para el resto del mandato (diciembre de 2022) aumentó significativamente: hace dos meses estaba en el 44% y ahora llega al 52%
- La desaprobación del gobierno sigue siendo muy alta, del 63%, frente a solo el 29% de aprobación
- El 54% considera que su gobierno es malo o muy malo y el 20% lo considera regular.
- El 63% cree que la economía está en el camino equivocado y solo el 27% cree que está en el camino correcto
¹Periodista brasileño, residente en Argentina, cursando la Maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza. Trabajó durante 11 años en la Cámara de Diputados de Brasil.