El pasado jueves 30 de julio se llevó a cabo el conversatorio virtual “La Democracia en jaque: proscripción y violencia institucional en Suramérica”. El encuentro fue organizado como un espacio para reflexionar sobre los recientes ataques a las democracias en nuestra región, el deterioro institucional causado por gobiernos neoliberales y la utilización de mecanismos ilegítimos para incidir sobre procesos electorales, vulnerando la libertad de elección de los pueblos. La presencia de gobiernos autoritarios y de derecha con la complicidad de los grandes poderes económicos, el rol de los medios de comunicación y la judicialización de la política hace urgente pensar posibles alternativas regionales frente a los ataques a la democracia. A continuación les compartimos la intervención completa de la dirigenta del MAS-IPSP de Bolivia, Gabriela Montaño.
PRIMERA INTERVENCIÓN
Buenas Noche a todos a todas. Agradecer al Observatorio Global del Sur. Agradecer a la Prefectura de Pichincha la posibilidad de estar hoy día aquí reunidos y reunidas. A todos y todas las que nos siguen y nos escuchan por Facebook o por Zoom. Bueno, la situación de Bolivia es definitivamente una dictadura pura y dura. No es un gobierno transitorio. Ha perdido totalmente la poca cobertura institucional que pueda intentar mostrar al resto del mundo, es muy preocupante para la región y para el mundo. Entonces participar dentro de estos espacios en los que podamos compartir lo que está sucediendo en cada uno de nuestros países en la región, en Bolivia hoy hay un gobierno que asumió el poder de manera violenta a través de un golpe de Estado comprometiéndose a convocar a unas elecciones democráticas el 3 de mayo inicialmente, lastimosamente como ha sucedido todas las regiones del mundo, la pandemia por coronavirus llegó a nuestra región y a Bolivia en una situación realmente crítica.
Hoy confluyen en Bolivia 3 crisis terribles: una crisis sanitaria, que como han debido ver en varios medios de comunicación se tratan de esconder, se encuentran personas muertas en las calles de ciudades del país, por falta de atención médica, por falta de atención en salud. Una crisis política, puesto que las elecciones fueron postergadas desde mayo a agosto, luego al 6 de septiembre y hace unos días el Tribunal Supremo Electoral pretende volver a postergar las elecciones al 18 de octubre de este año, usando como pretexto la crisis sanitaria. Digo pretexto porque en realidad en Bolivia pareciera que lo último que interesa es la salud del pueblo boliviano y de la gente. Y finalmente una crisis económica, hay cifras tan terribles que muestran que casi el 50 % de la población en Bolivia, han perdido durante estos meses, todos los ingresos que tenían en términos económicos. Imagínense el desastre que esto significa en términos económicos y ¿por qué? Porque el estado prácticamente no existe. Es un Estado absolutamente ausente de las necesidades que tiene las grandes mayorías del país.
Para mi contrasta de una manera brutal, lo que sucede en Bolivia hoy con lo que sucede en Argentina o en Cuba donde hay Estados presentes. Y pueden surgir criticas de todos lados, pero lo que si es cierto es que en Argentina o en Cuba esos Estados han logrado minimizar el impacto de la muerte de sus ciudadanos y ciudadanas, han logrado que todos los argentinos o todos los cubanos accedas a atención en salud cuando la necesitan, y ese logro es un logro enorme. Se lo quiere invisibilizar, se lo quiere estigmatizar y se lo esconce, pero es un logro inmenso, la vida de las personas como centro de la preocupación es tal, se pierde absolutamente cuando uno no tiene democracia. En Bolivia no existe democracia, hay persecución política a toda la dirigencia sindical, a toda la dirigencia política del movimiento al socialismo en este momento, hay causas abiertas a diestra y sienta, hay detenciones ilegales permanentemente todos los días, solo por el hecho de hacer publicaciones en redes sociales.
Hay un decreto habilitado en este momento en Bolivia, para generar una sanción penal que puede significar la cárcel por 10 años, es decir Bolivia hoy vive una crisis o la tormenta más terrible de los últimos 20 o 25 años nos hubiéramos podido imaginar. Después de un gobierno como el de Evo Morales en el cual durante 14 años la gente tenía la certeza que exista un Estado presente, pues resulta que ahora el Estado no existe y claro, eso ha generado una incertidumbre tan terrible en la población que hoy la población no tiene opciones ni de acceso al sistema de salud pública ni si quiere de comprar medicamentos básicos como aspirinas en las farmacias, de comprar un antibiótico, de comprar medicamentos básicos para poder contrarrestar las etapas iniciales de una enfermedad como el coronavirus.
Entonces claro, yo me encuentro refugiada en Argentina, y cuando escucho críticas al gobierno de Alberto Fernández, me parece una locura, porque digo, oigan, acaso no ven lo que está pasando al lado de ustedes en Bolivia, Bolivia está pegada a Argentina, y la muerte está por doquier, la gente tiene hambre, no tiene que comer, no tiene medicamentos, los lugares están absolutamente saturados y encima se le pretende quitar a la población el único derecho que tiene que es el de elegir a un gobierno legítimo que pueda sacar al pueblo boliviano de esta situación de crisis y ultima situación que estamos viviendo en Bolivia, es el peligro que se proscriba al Movimiento al Socialismo, y no pueda participar en las elecciones en este año, a todos sus candidatos y con esto se proscribiría no solamente a los candidatos y candidatas del MAS, y eso se tiene que entender. Se estaría quitando el derecho a la mayoría del pueblo boliviano que pueda elegir al MAS como su opción electoral. Esto implica quitarle el único, el último de los derechos que hoy siguen en pie. Esto para mi es una posibilidad terrible, un peligro inminente para toda la región, no solamente para Bolivia, porque se estaría cerrando la última puerta de institucionalidad democrática que le queda a Bolivia, ¿qué le queda entonces al pueblo boliviano para hacer en el marco de la vida democrática y de las opciones que puede tener pacificas un pueblo desesperado? Esa es la derecha que tenemos en Bolivia y en el continente, capaz de todo, capaz de utilizar la pandemia para reprimir al pueblo, capaz de utilizar el dolor y la muerte para restringir la democracia, esa es la derecha que tenemos en el continente.
Hace muy pocos días, poco más de una semana, se ha presentado en el tribunal supremo electoral, 6 denuncias contra el MAS, intentando eliminar su personería jurídica del MAS, para evitar que el MAS siendo la primera fuerza política, teniendo un respaldo del 40% de la población lejana de sus adversarios rumbo a las elecciones, y no lo dice Gabirela Montaño, lo dicen las encuestas inclusive de medios privados, que son aliados de la derecha en Bolivia. Entonces cerrarle la puerta al candidato que es la mayor opción del pueblo boliviano y pretender que sigues en democracia, eso es una contradicción en si misma. No quiero extenderme más. Solamente quisiera decir dos cosas. ¿Qué nos queda? No abandonar ni los espacios institucionales y democráticos que tenemos ganados ni la calle. Yo creo que ambos son espacios que debemos las izquierdas conservar y trabajar permanentemente. Un segundo elemento es la unidad, es el darnos cuenta que lo que nos pasa a unos nos puede pasar a todos el día de mañana y que cada retroceso que tengamos en cualquier piases de nuestra región es un grave retroceso para todos.
SEGUNDA INTERVENCIÓN
Veía algunos mensajes mientras estamos participando varios de nosotros, y uno de los mensajes que más me llamo la atención decía ¿Qué podemos hacer para evitar los avances que tenemos durante gobiernos de izquierda de corte nacional popular o progresista, como queramos llamarlo, no tengan un retroceso enorme en estos momentos en los que en algunos países puede gobernar la derecha o en los momentos en los que se generen fracturas más graves de la democracia como en el caso Boliviano donde hay una dictadura. Creo que a mi me ha tocado aprender de la peor manera lo que en muchos creímos imposible, creímos que ya no era posible que haya golpes militares en la región. Bueno, lo de Bolivia fue un golpe militar, con uso de los militares y de las fuerzas armadas policiales, en contra de la población civil, con más de 37 muertos, en Chile también utilizaron la fuerza publica para reprimir al pueblo. Por lo tanto no hay que descartarlo como un método de la derecha en el momento en el que no puede avanzar por la vía democrática y pacífica, o por la vía de elecciones, la derecha también utiliza y no mide las consecuencias de utilizar a las fuerzas armadas y a la policía para reprimir a la gente, para generar situaciones insostenible en términos institucionales y democráticos.
Por lo tanto creo que una gran lección es que durante estos tiempos tenemos que hacer que quede en la memoria de las generaciones que no vivimos la dictadura de manera directa, las dictaduras militares de los años 60,70, hacer recuerdo permanentemente de que esa posibilidad va estar siempre ahí, y en que la medida que fortalezcamos nuestras democracias, alejáramos estas tentaciones violentas de nuestras vidas como pueblos, pero no estamos exentos para siempre en delante de que eso sea una posibilidad. Yo creo que cuanto más fuerte son las organizaciones sociales en su capacidad de movilización, la derecha pues opta por medidas más drásticas como usar a las fuerzas armadas y a la policía aun cuando ellos no estén en gobierno. Eso fue lo que sucedió Bolivia en octubre y noviembre del año pasado. No fue fácil para Evo Morales y para todos nosotros estando en gobierno tomar la decisión de que el presidente renuncie ante la otra posibilidad y el otro camino que era enfrentar a civiles desarmados con fuerzas armadas y policía, con toda la capacidad de violencia que eso significa y de muerte que eso significa.
Entonces creo que tenemos que aprender de esa lección. La construcción de memoria permanente es algo que respeto muchísimo en organizaciones como por ejemplo las Madres de Plaza de Mayo o Abuelas en Argentina, que no han dejado durante décadas de hablar de este tema en Argentina y en el mundo entero. Es algo que tenemos que hablar permanentemente. Segundo creo que cuando estamos en gobierno tenemos que colocar candados muy fuertes para que no puedan, cuando ellos asumen el gobierno por la fuerza o por la vía electoral, no puedan hacer retroceder los avances en termino de derechos de la gente fácilmente. Y esos candados pueden ser legislativos, pueden ser de otro tipo, para evitar el retroceso. Pero inclusive los candados legales y además constitucionales pueden ser rotos y tenemos que ser conscientes de eso. En Bolivia o en Ecuador están vulnerando permanentemente la constitución política del Estado que el pueblo por primera vez en la historia de nuestros países voto por enorme y amplia mayoría. Entonces quiere decir que están dispuestos a hacerlo. Y por último sí creo, y vuelvo a repetir, lo dijo María Inés y lo dijeron casi todas las compañeras y Alejandro también.
La movilización de la gente permanente en las calles es una fuerza que siempre va a prevenir las arremetidas violentas de la derecha. No abandonar las calles ni cuando estamos en gobierno ni cuando estamos fuera de gobierno. No abandonar las calles ni siquiera en pandemia. Hoy en Bolivia se pretende acusar a la Central Obrera Boliviana, al pacto de unidad y a las organizaciones sociales que en estos días se han movilizado con cientos de miles de compañeros y compañeras en Bolivia exigiendo simplemente el respeto a la democracia y la posibilidad de elegir a un gobierno legítimo, se nos acusa de ser los que propagan la enfermedad de coronavirus cuando dejaron al pueblo 4 meses totalmente abandonado a su suerte, así de caradura es la derecha en el continente. Entonces yo creo que el no abandonar la movilización política de manera permanente es una lección que debemos aprender y sellar a fuego en nuestra memoria y en nuestra piel.
TERCERA INTERVENCIÓN
Hice un primer intento de aproximarme a responder esto en mi anterior intervención, pero ya que me dan esta oportunidad quiero mencionar algunas otras aristas. A ver, en Bolivia los días pasados, las organizaciones sociales más importantes del país, es decir la central obrera boliviana que aglutina a todo el sector obrero en el país y a todos los trabajadores del país, el pacto de unidad que aglutina las confederaciones más importantes del sector indígena y campesino de Bolivia, decidieron salir a movilizarse ¿Por qué? Porque ya no hay ningún otro espacio institucional en Bolivia abierto para otra cosa que no sea la presión social. Yo soy una militante de izquierda y creo que debemos aprender a que no importa si nosotros somos autoridad un día y al día siguiente dejamos de serlo, porque eso va a ser así. Somos fundamentalmente militantes de la trasformación profunda de la sociedad y lo que nos queda a quienes somos militantes por mucho que seamos dirigentes en nuestras organizaciones políticas y partidarias, que plegarnos a la vanguardia de los sectores sociales y las organizaciones que son las fortalezas de todos nuestros procesos de izquierda en nuestro continente, en la historia de nuestros países, por lo tanto, ellos deben ser quien guían nuestra acción.
Si las organizaciones sociales en Bolivia, tomaron la decisión de, a pesar la crisis sanitaria, volver a las calles, es porque están cerrando todas las puertas pacíficas, todas las puertas digamos que conservan cierta institucionalidad democrática y por eso creo que hoy es importante que en la región se conozca esta realidad, porque en muchos casos esta información no sale de Bolivia, porque la esconden, la tapan los grandes medios de comunicación. En Bolivia la gente hoy esta movilizada y la Central Obrera Boliviana ha tomado la decisión de ir a una huelga general desde el día lunes si es que no se garantizan las elecciones limpias, trasparentes en septiembre y si se insiste desde el Tribunal Supremo Electoral en vulnerar la institucionalidad de la Asamblea Legislativa Plurinacional para haber convocado a elecciones y que el tribunal decidió, el Presidente del Tribunal y algunos vocales del Tribunal decidieron pasarse por encima la convocatoria de la Asamblea Legislativa Plurinacional y cambiar la fecha sin ley. Entonces yo creo que lo que nos toca a nosotros es corrernos detrás de esas fuerzas, saber escuchar a la calle cuando la calle se pronuncia, esa es la ruta que hoy tenemos en Bolivia.
Por supuesto creo que es la ruta que hemos aprendido a seguir los dirigentes políticos y las autoridades no son de izquierda, no somos nada sin la gente. Y no somos nada sin la democracia, definitivamente. A los únicos que fortalece la dictadura, a los único que fortalece la ruptura del orden constitucional, la fractura del respeto a los derechos humanos es a las fuerzas conservadoras y a la derecha. Tenemos que seguir peleando por la vía democrática, por todos los caminos que nos sea permitido, tenemos que aprender de nuevos y antiguos movimientos sociales que activamente han generado, inclusive durante la pandemia, mecanismos para hablar, alzar su voz. Ahí están los movimientos feministas de toda la región, que a pesar de la pandemia hacen alzar su voz de manera muy creativa en toda la región y el mundo entero en contra la violencia machista. Lo han hecho en Chile, lo han hecho en Argentina y lo hacen en muchos países del mundo. Entonces yo creo que tenemos que saber incorporar esos mecanismos y escuchar, escuchar a la gente.