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El Papa Francisco, defensor de los humildes y la casa común, pasa a la posteridad

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Luego de presenciar la Pascua el domingo, fallece este lunes el Papa Francisco, reformador de una Iglesia más humana frente a la crisis civilizatoria mundial. Continúan los ataques entre Rusia y Ucrania mientras Trump comienza a impacientarse y amenaza con retirarse de la mediación.  En Bolivia se van delineando las candidaturas para las elecciones generales del 17 de agosto. Los presidentes Gabriel Boric y Lula Da Silva se encuentran para fortalecer lazos de cooperación económica y estratégica en el nuevo escenario mundial.

Por Federico Montero y Pablo Macia

Francisco y su legado en defensa de los humildes y la casa común

Este lunes a la madrugada falleció el argentino, Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa latinoamericano de la historia de la Iglesia Católica, que marcó una impronta reformista en la curia. Elegido el 13 de marzo del 2013, fue el primero en nominarse como Francisco, emulando a San Francisco de Asís, el santo de los pobres. Esa impronta de humildad y austeridad la mantuvo durante todo su papado, alejándose de los atuendos, estancias y prácticas lujosas que pregonaban tradicionalmente sus predecesores. Pero Francisco no sólo transformó las prácticas papales de la curia en más austeras, sino que reformó la doctrina eclesiástica para recentrarla en la de la defensa de los más humildes y de la casa común. En este aspecto, el primer jesuita en transformarse en el jefe de la iglesia fortaleció la justicia social y la opción por los pobres, defendiendo a las poblaciones migrantes, a los movimientos sociales y al famoso reclamo por Tierra, Techo y Trabajo. Ese clamor de los pueblos lo refrendó con el llamamiento a la participación política, a la solidaridad y al consejo hacia los jóvenes para que “hagan lío” frente a las injusticias.

Además, cuestionó el paradigma tecnoburocrático, la cultura del descarte y la sociedad de consumo que destruye el ambiente y contribuye al cambio climático, con la emisión de gases de efecto invernadero, el calentamiento global y los desechos tóxicos y la basura. En ese plano también fue un acérrimo defensor de la “casa común”, como metáfora de la construcción de una forma de producción sostenible y de una transición ecológica justa, amigable con el ambiente y los pueblos. En sus encíclicas Laudato Sí, y Fratelli Tutti dejaron marcado su legado frente a las consecuencias de una crisis civilizatoria que produce las mayores desigualdades sociales y el clamor de la tierra.

Pero además de un programa de desarrollo con justicia social bajo el imperio de la comunidad universal de los bienes, Francisco también fue un gran reformador frente a los elementos más conservadores de la iglesia católica. Así, fue construyendo puentes ecuménicos que permitieron renovar la fe de los 1.400 millones de cristianos, pero también acercar a los laicos y practicantes de otras religiones hacia una comunidad de valores solidarios y humanitarios. Sus incursiones por América Latina, África y Asia fueron centrales para fomentar ese diálogo interreligioso, donde pidió perdón por las atrocidades cometidas por la Iglesia a las poblaciones nativas en su proceso evangelizador durante el período colonial. Así también fue vital para el encuentro ecuménico, su acercamiento los patriarcas de la iglesia ortodoxa como Cirilo de Rusia o Bartolomé de Constantinopla, o sus encuentros con Rabinos e Imanes de las otras grandes religiones monoteístas de oriente medio. Francisco también realizó una apertura dentro de la iglesia católica al convocar a más mujeres en cargos directivos en diversas áreas del vaticano, de la misma manera que afirmó que no es quién para juzgar al colectivo LGTTB si se acerca a la fe. También fue muy crítico al denunciar y pedir perdón por casos de abuso sexual en el seno de la iglesia en distintas partes del mundo.

 Por último, Francisco fue un ferviente defensor de la paz, al cuestionar los conflictos bélicos tanto en Ucrania como en Palestina y la franja de Gaza, planteando el necesario cese del fuego y la negociación para la repatriación de los rehenes, los prisioneros de guerra y los presos políticos. En ese aspecto, siempre recalcó que la defensa de los pueblos no debe realizarse con una carrera por el rearme, sino con ayuda humanitaria, cooperación y solidaridad mutua. Estas fueron unas de las últimas palabras en la misa de pascua del domingo 20, en la que participó desde el papamóvil en la plaza de San Pedro. Así, se mantuvo cercano a los fieles de la iglesia participando con ellos hasta el último día de su vida. Este Papa tan popular en cristianos, pero también en laicos, se ha ido materialmente, pero seguramente quedará grabado en el espíritu y la fe de miles de seguidores y adherentes a su causa.

Se enfría un eventual acuerdo de cese del fuego entre Rusia y Ucrania con mediación de EEUU.

A pesar de una declaración unilateral de Rusia de un alto el fuego por las pascuas, continuaron las denuncias cruzadas entre Kiev y Moscú sobre reiterados ataques en el frente de batalla durante el sábado y domingo. En ese clima se ve poco probable que las partes en disputa alcancen una tregua, aunque sea temporal, mientras que Estados Unidos afirma que las negociaciones están llegando a un punto crítico. Tanto Trump como el secretario de estado, Marco Rubio, afirmaron que Washington desistiría de continuar una mediación de paz si en los próximos días no se encuentran avances en la negociación. Estados Unidos no ha dejado claro si esta retirada implicaría una quita total de apoyo militar y financiero a Kiev o no. Por lo pronto continúa presionando con la afirmación de que cree que se alcanzarán avances en los próximos días. Pero lo cierto es que las posiciones de Ucrania como las de Rusia son irreductibles al momento, y nadie parece ceder. Moscú reclama que Kiev cese la movilización militar en su territorio y que los aliados de occidente terminen con el suministro de armas, además del levantamiento de las sanciones comerciales a su país. Por su parte, Ucrania rechaza todos estos términos y reclama la retirada de Moscú de los territorios ocupados desde 2014 en el especial desde el 2022 en adelante.

En ese marco, las negociaciones permanecen estancadas y los aliados europeos congregados en la “coalición de voluntarios” continúan con la idea de crear una fuerza de seguridad europea que opere desde Kiev para disuadir a Rusia de avanzar en Ucrania. La desconfianza de los países europeos frente a la nueva gestión de Donald Trump en Estados Unidos se mantiene presente, no sólo por las declaraciones del magnate neoyorkino con respecto a desfinanciar a la OTAN y tomar Groenlandia (perteneciente a Dinamarca) sino también por la encrucijada de la guerra comercial que Washington desato con la Unión Europea. En efecto, Trump, suspendió los “aranceles recíprocos” con los países europeos a la espera de concretar negociaciones bilaterales. Pero los 27 miembros de la UE no pueden negociar individualmente sino por medio de la Comisión Europea, cuya presidenta es Úrsula von der Leyen. Trump ha declarado reiteradamente que la Unión Europea es una coalición formada para perjudicar a Estados Unidos, ya que en 2023 tuvo un superávit comercial en bienes de 156.600 millones de euros. Pero desde Bruselas responden que en servicios, la Unión Europea mantiene un déficit con Washington de 108.600 millones de euros, con lo que el desequilibrio comercial no es tan acentuado como pretende Estados Unidos. En esta controversia no hay acuerdos hasta el momento, y parece que la suspensión de 90 días no daría ninguna certeza de que ls negociaciones terminen en buen puerto. Por ello, Europa prepara planes de contingencia para el peor escenario: el e desacuerdos comerciales con Estados Unidos y el de un desfinanciamiento completo de la estrategia de defensa en Ucrania. Pero la iniciativa de obtener una mayor autonomía estratégica por parte de Europa frente a Estados Unidos no esta garantizada luego de tantos años de mantenerse subordinada a los designios de Washington.

En Bolivia se van delineando las candidaturas para las elecciones generales del 17 de agosto

Luego de que el Tribunal Supremo Electoral definiera el cronograma para las elecciones presidenciales para el 17 de agosto, ya comienzan a delinearse algunas fuerzas políticas que terminarán de unificarse o permanecerán en disputa hasta el cierre de listas del 19 de mayo. El escenario se da en el marco del bicentenario de la patria y en medio de un desgaste del gobierno de Luis Arce, que desde su asunción en 2020 terminó distanciándose cada vez con más vehemencia de su padre político, el ex presidente Evo Morales. Estas desavenencias entre Arce y Morales derivaron en una crisis de gobierno donde el presidente no cuenta con mayorías en el congreso para definir medidas que consigan el financiamiento necesario para obtener divisas que permitan importar el combustible necesario para el funcionamiento del país. Así, la crisis energética se está sintiendo en el sector agrícola, en los transportes públicos y en otras ramas de la producción. A esto se le suma una brecha del dólar paralelo con respecto al oficial de un 60% que presiona hacia un aumento inflacionario.

Dentro de ese contexto, los partidos de derecha que históricamente combatieron al cambio promovido por Evo Morales y el Movimiento Al Socialismo (MAS) están especulando con importantes chances de obtener una victoria en agosto. Así, la derecha neoliberal conservadora se viene preparando para unificarse, pero aún se mantiene en dos grandes frentes. En el primero se encuentra el candidato Manfred Reyes Villa, de la fuerza Súmate-APB, que si bien se considera antievista, tiene predicamento en la población indígena en la zona de Cochabamba. Por otro lado, se encuentra el llamado “bloque de unidad” que cuenta como candidatos al ex presidente Jorge Quiroga, cercano al departamento de Estado de EEUU y a Marco Rubio, y a Samuel doria Medina, con más ascendiente en los demócratas norteamericanos. El frente también cuenta con otras figuras, pero sus compromisos con referentes internacionales podrían forzar a que conjuguen sus fuerzas en el candidato que mida mejor en las encuestas.

Frente a esta potencial unidad, el campo de la izquierda aún se encuentra dividido entre el presidente Luis Arce, que se quedó con la estructura del MAS, y Evo Morales con el recientemente creado Instrumento Político Evo Pueblo. El expresidente Morales continúa manteniendo un fuerte núcleo duro y mantiene su perfil alto a partir de los históricos avances de su gestión. Pero también es producto de una polarización fuerte y una campaña de desprestigio de la que se han distanciado los partidarios de Arce. Pero los “luchistas” partidarios del presidente, también están desgastados por la crisis económica que atraviesa el país. En ese plano, el conjunto de las fuerzas que expresan un cambio desde los sectores populares, protagonizarán uno de los desafíos electorales más importantes de los últimos años.

Boric y Lula se reúnen en Brasil para fortalecer la cooperación estratégica.

Con motivo de la conmemoración del Día de la Amistad entre Chile y Brasil, el presidente de Chile, Gabriel Boric, viajó a Brasilia para encontrarse con su homólogo Luiz Inácio Lula Da Silva. El mandatario chileno arribó con una importante delegación de ministros, empresarios, y expertos para fortalecer los lazos comerciales y estratégicos en un contexto mundial de crecientes arancelamientos y cambios en las cadenas globales de valor. En ese aspecto, ambos países se han interesado en fortalecer los canales de comercio, inversión y cooperación logística para hacer frente a las nuevas necesidades regionales. Entre las iniciativas más ambiciosas en ese aspecto se encuentra la de la construcción del del Corredor Bioceánico Vial, para conectar al sur oeste y centro de Brasil con los puertos del norte chileno, como Iquique y Antofagasta, conectando al país carioca con Asia-Pacífico.

Las propuestas de integración regional y de infraestructura son de importancia también para los demás países del MERCOSUR como Paraguay, Argentina y Bolivia, que hoy están distanciados por cuestiones ideológicas. El proceso de integración con estas obras de infraestructura mejoraría la logística de toda la región, tanto para lo comercial y productivo, así como para el turismo y el intercambio estudiantil.

Brasil es el tercer socio comercial de Chile, con más de 12.500 millones de dólares y el cuarto inversor con 3 mil millones de dólares en áreas como servicios financieros, cosmética, software y energías renovables. Mientras Tanto, Chile exporta a Brasil productos como el salmón, vinos, oliva y metanos por más de 5 mil millones de dólares anuales. La mejora en infraestructura en los puertos marítimos y fluviales, rutas, estaciones de servicio y hospedajes son fundamentales para potenciar el desarrollo de la región. Lula y Boric continuarán desplegando este proyecto de integración estratégica que ya habían iniciado el año pasado con la visita del mandatario brasileño a Santiago de Chile. El encuentro de este año augura profundizar estas iniciativas en el actual contexto internacional.

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