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Elecciones en Madrid: Díaz Ayuso celebra su “libertad”, Iglesias se retira de la política

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por Sebastian Tapia

Las elecciones para el gobierno de la Comunidad de Madrid confirmaron el poder que ejerce el Partido Popular sobre la región desde 1995. Isabel Díaz Ayuso logró renovar su mandato, obteniendo  el 44,73% de los votos. Pero esa cantidad de votos no es suficiente para que el PP gobierne por sí solo.

El triunfo del PP

El Partido Popular se alza con el triunfo tras una maniobra por la cual primero expulsó a sus aliados de Ciudadanos del parlamento. De hecho, estas elecciones anticipadas fueron llamadas tras la ruptura de la alianza del gobierno madrileño entre el PP y Ciudadanos, cuando este último se alió al PSOE en la región de Murcia para hacer caer al gobierno murciano liderado por el PP. En estas elecciones, Ciudadanos sólo obtuvo el 3,57% y no alcanzó al piso mínimo para obtener representación parlamentaria.

La maniobra puede del PP puede ser interpretada como de control de la frontera política a través de subirse al tren de la polarización de la escena política. No hay lugar dentro de la derecha madrileña para ambivalencias como las de Ciudadanos y el PP lo interpretó perfectamente.

De los 136 escaños que componen al parlamento de la Comunidad de Madrid, el Partido Popular obtuvo 65. Claramente es la primer minoría, pero no llega a los 69 necesarios para formar gobierno. La única alianza posible, que además ya se suponía que sucedería, es con el partido de extrema derecha VOX. Este partido obtuvo 13 escaños, asegurando la mayoría junto al PP. De esta manera, la ultraderecha llega a un gobierno autonómico. Y nada menos que al de la región de Madrid, capital de España.

La derrota relativa de la izquierda

Si separamos a estos principales partidos en dos grandes grupos, Izquierda (PSOE, Mas Madrid y Unidas Podemos) y Derecha (PP, VOX y Ciudadanos), hay una contundente mejora en los votos de Derecha. De obtener 1.637.459 votos, representando el 50,57% en la elección de 2019, pasó a obtener 2.080.089 y representar el 57,43%  de los votos en 2021. Una ganancia total de 442.630 votos en dos años.

En cambio, la Izquierda marcó un considerable descenso en sus votos. De 1.541.121 votos en 2019, que representaban el 47,6%, pasaron a obtener 1.485.860, el 41,03% de los votos. Una pérdida de 55.261 en dos años. No es tan grande la pérdida de votos, como los votos ganado por la derecha.

Para completar el análisis hay que destacar que la participación aumentó considerablemente entre 2019 y 2021: pasó de 3.251.386 (64,27%) a 3.644.577 (76,25%), aún en escenario de pandemia. Esa mayor participación se canalizó en una polarización asimétrica, donde el polo de la derecha, más compacto, creció proporcionalmente más que el polo de la izquierda, que se muestra fragmentado.

Partido Votos 2021 Votos 2019 Diferencia en votos Diferencia en %
PP 1.620.213 719.852 900.361 125,08%
MM 614.660 475.672 138.988 29,22%
PSOE 610.190 884.218 -274.028 -30,99%
VOX 330.660 287.667 42.993 14,95%
POD-IU 261.010 181.231 79.779 44,02%
Cs 129.216 629.940 -500.724 -79,49%

Ganadores y perdedores

Dentro del bloque de Derecha hay un gran ganador, un pequeño ganador y un perdedor. El Partido Popular es el claro ganador. Pasó de 30 escaños en 2019 a 65 en 2021. Obtuvo un 125% más de votos y ahora forma alianza con un aliado ideológicamente más extremo, pero que no va a negociar con el bloque contrario. Ese aliado, VOX, obtiene una pequeña mejora en los votos, un 14,95% más. Además logra llegar a gobierno. En cambio, el gran perdedor es Ciudadanos, que pierde la representación parlamentaria y obtiene un 79,49% menos de votos.

Dentro del bloque de Izquierda hay un claro perdedor y dos ganadores. El perdedor es el Partido Socialista Obrero Español, el PSOE. Este partido lidera el poder ejecutivo nacional, a través de la presidencia de Pedro Sánchez, y sufre del desgaste de la lucha contra la pandemia de COVID-19. Las restricciones de movilidad para evitar los contagios, ampliamente resistidas en Madrid, fueron tomadas por la campaña de Díaz Ayuso como una limitación de las libertades personales. El partido sufrió una pérdida del  30,99% de los votos del 2019. Y pasó de 37 escaños a sólo 24.

En cambio, el gran ganador, dentro del bloque, fue Más Madrid. Obtuvo una mejora considerable en los votos con respecto al 2019, un 29,22% más. Pasó de tener 20 escaños a 24, la misma cantidad que obtuvo el PSOE. Pero lo más importante es que superó en votos a este partido. Obtuvo 614.660 votos, cuando el PSOE obtuvo 610.190. Esto lo transforma en el segundo partido en la región autónoma y el más votado dentro del bloque de izquierda.

Unidas Podemos hizo una muy buena elección, teniendo en cuenta la elección de 2019. De 7 escaños pasó a tener 10. Obtuvo un aumento del 44,02%, alcanzando los 261.010 votos. Hay que tener en cuenta que sufrió una campaña muy negativa, donde Ayuso los acusaba de querer implantar el comunismo, e incluso sufrieron amenzas contra la vida de sus propios candidatos.

Sin embargo, Pablo Iglesias esperaba una mejor performance electoral. Había renunciado a la vice-presidencia del gobierno para abocarse a la campaña de despojar al PP del gobierno autonómico. Si bien fue una buena elección, más considerando que lo que era la bancada de Podemos en 2015 (hoy Más Madrid y Unidas Podemos) alcanzó 34 escaños, el ambicioso objetivo de Iglesias quedó lejos de ser logrado.  Ante el resultado electoral, Pablo Iglesias anunció su renuncia a todos sus cargos en Unidas Podemos. Se retira de la política porque considera que se ha convertido en un escollo para el crecimiento del partido, por lo que prefiere dar un paso al costado.

Son muchos los factores que deben analizarse para explicar los resultados. Pesa sin dudas la recuperación en Madrid del PP tras la crisis que supuso la caída del gobierno de Rajoy en 2018, que supo canalizar el descontento de los ciudadanos de la capital ante la pandemia a través de la exacerbación del discurso anti cuarentena bajo el tópico de la “libertad”. El PSOE paga en gran medida el costo que pagan todos los oficialismos en elecciones en pandemia. Más interesante es lo que sucede en los reacomodamientos dentro de las nuevas formaciones que surgieron para romper con el bipartidismo: mientras que en la derecha, entre el PP y VOX parecen haberse consumido el espacio de ciudadanos, no es tan claro el modo en que procesarán o no sus diferencias los antiguos socios de Más Madrid y Podemos. 

En cualquier caso, sería un error pretender extraer conclusiones lineales desde las elecciones de Madrid al escenario político español, que es mucho más complejo y heterogéneo y en el que los particularismos regionales pesan, y mucho.

Lo ciertos es que la Comunidad de Madrid, que otrora fuera el lugar de nacimiento de Podemos (2014) y el centro del Movimiento  de los Indignados (15-M) allá por 2011, hoy en día es un bastión del Partido Popular y la extrema derecha de VOX. El discurso de Díaz Ayuso, concentrado en la falsa dicotomía “Libertad o Comunismo”, presenta a la región como el principal foco de la resistencia al gobierno nacional español. En especial frente a las medidas restrictivas tomadas para evitar los contagios de la pandemia de COVID-19. Ahora Díaz Ayuso logró asegurarse el gobierno autonómico y prolongar su carrera política más allá del fin de la pandemia.

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