por Ariadna Dacil Lanza
Líderes de la derecha regional intervinieron en el foro “Defensa de la democracia en las Américas” organizado en Miami por Interamerican Institute for Democracy (IID) en otras organizaciones y medios de comunicación. Discursos en contra del populismo, críticas a la protesta social, etiquetas de dictadura y cuestionamiento a líderes electos a través de las urnas en la región, fue la banda de sonido del evento a cargo de funcionarios y ex mandatarios de la región. Piñera, Duque, Moreno, Almagro y Macri.
Mientras el presidente Alberto Fernández participaba en Ensenada de un acto junto a Cristina Fernández de Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa -para presentar un plan dirigido a terminar unas viviendas paralizadas desde el 2016, pero también para exhibir una foto de unidad en el Frente de Todos- el expresidente Mauricio Macri hablaba, desde Miami, sobre populismo y “defensa de la democracia”. Luego se supo que el referente de Juntos por el Cambio aprovechó el viaje para vacunarse contra el Covid-19 en una farmacia de la ciudad norteamericana, según él mismo lo comunicó en sus redes. En febrero, Macri había dicho que no se inmunizaría hasta que no esté inoculado “el último de los argentinos de riesgo y los trabajadores esenciales”.
“Tenemos que decir que este es el evento más serio a nivel hemisférico que se ha realizado. La democracia está perdiendo territorio ante el avance de quienes quieren perpetuarse en el poder (…) el mensaje del foro es claro: ‘La democracia va a prevalecer en este hemisferio’”,
Dijo el presidente del Interamerican Institute for Democracy, Tomás Regalado, desestimando que todos los países de América del Sur tienen actualmente Presidentes que llegaron a através de elecciones -desde Alberto Fernández, Sebastián Piñera, Jair Bolsonaro, Mario Abdo Benítez, Luis Lacalle Pou, Iván Duque, Nicolás Maduro, Luis Arce hasta el recientemente electo Guillermo Lasso- y mantienen elecciones periódicas, salvo el caso del golpe de Estado en Bolivia.
Luego agregó que en el foro se iban a “escuchar a las voces de la verdad, a presidentes, líderes excepcionales”, en referencia a las expresiones de la derecha regional y a empresarios de grandes medios de comunicación como fue el caso de Daniel Hadad -quien pidió por una “prensa libre” ya que según la consideración de uno de los medios de habla hispana con mayor alcance, se encuentra “amenazada”- . Regalado cerró con un “bienvenidos a esta fiesta de la libertad” en lo que terminó siendo una procesión en contra de lo que denominan populismo.
La punta de lanza fue Mauricio Macri quien durante el panel titulado “Defensa de la democracia” habló sobre los que considera los tres desafíos que enfrenta la democracia: la disrupción tecnológica en todos lo ámbitos sociales; el afianzamiento de las autocracias y el populismo.
“Las democracias no mueren por golpes de estado; ahora el proceso es gente que gana las elecciones y desde adentro empieza a socavar las instituciones”
Dijo Macri, quien tuvo que darle un giro al discurso del presidente de IID.
“Se proclaman defensores del pueblo para justificar todo tipo de atropello. Se crea impunidad por hechos graves de corrupción”, comentó Macri quien está siendo investigado por la Justicia argentina en distintas causas y también se lo vinculó con jueces y fiscales que lo visitaron en la residencia oficial mientras ejercía su cargo como Presidente, y también está siendo investigado por una presunta red de espionaje ilegal desde el Poder Ejecutivo sobre políticos, periodistas, y organizaciones sociales.
En el foro, Macri también le habló a su público sobre el populismo: “inocula el virus de la resignación”, metaforizó. Quien durante su gobierno hizo descender a la Salud de Ministerio a Secretaría también dijo: “ninguna crisis sanitaria nos puede arrebatar nuestras libertades, eso es inaceptable”.
Quien compartió el mismo panel con el líder de Cambiemos fue Luis Almagro, secretario general de la OEA, el organismo que sigue cuestionado internacionalmente por su acusación de supuesto fraude electoral en las elecciones bolivianas del 20 de octubre de 2019. Almagro igualmente se erigió en defensor de la democracia en la región:
“si no resolvemos nuestros problemas estructurales de pobreza y desigualdad es difícil que mejoren nuestras democracias”.
Almagro no se olvidó de Venezuela y dijo:
“la corrupción venezolana es lo más asqueante que ha existido en la historia de la humanidad (…) hay que perseguir el dinero bolivariano en las campañas del hemisferio, desde Canadá hasta Tierra del Fuego”
Pero no dio ningún detalle o denuncia concreta.
Los que decidieron no viajar a Florida pero participaron de forma virtual fueron, Sebastián Piñera -denunciado por ejemplo en abril pasado por organizaciones sociales ante el Tribunal Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad- e Iván Duque -acusado de reprimir las protestas que ya llevan dos más de dos semanas y dejaron al menos 41 fallecidos-. Los dos Presidentes que si bien llegaron a través de las urnas, no gozan de buena salud ya que fueron el blanco de las principales protestas populares que hubo en la región en los últimos años, además de las de Ecuador contra Moreno.
A su turno,en el panel denominado “Acciones concretas para la Defensa de la Democracia”, intervino el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, donde contó una anécdota crítica del pueblo ecuatoriano:
“En algún momento una persona me lo dijo de forma frontal: Ojalá tuviéramos un mejor presidente. Y yo le dije, ojalá tuviera un mejor pueblo”.
En varias entrevistas, Moreno ya había insistido en que se arrepiente de haberse postulado en 2017. Moreno, el Presidente que se retirará con menos del 10% de aprobación, tampoco se le olvidó hablar de Venezuela:
“Los servicios de inteligencia de Ecuador han detectado, y ya se lo he comunicado al presidente Iván Duque, la grosera intromisión del dictador [Nicolás] Maduro en Colombia. Es importante que todo el mundo le diga en este momento a Maduro que saque sus sangrientas y abusivas manos de Colombia”.
De esa forma Moreno atribuyó parte de las protestas populares en contra del gobierno colombiano y sus políticas de ajuste y represión a una supuesta intromisión externa. El político ecuatoriano sin legitimidad al interior de su país y en lo que fue uno de sus últimos actos como presidente argumentó que con la victoria de Guillermo Lasso, su país va “en camino a convertirse en Venezuela”.
Otros de los paneles del encuentro, se llamó “Agresión a la democracia en las Américas”, participaron por ejemplo el periodista Carlos Alberto Montaner; Alejandro Aguirre, presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa; y el empresario de medios argentino Daniel Hadad. Todos siguieron con el mismo salmo: la democracia en la región está en peligro. La abogada y política ecuatoriana María Paula Romo habló incluso de intento de golpe de Estado contra Lenin Moreno durante las protestas que recibió ese gobierno en su contra: “Más de 400 policías y militares fueron secuestrados por los manifestantes” y que el gobierno “hizo todo para evitar la escalada de violencia (…) Resistimos un golpe de Estado. Estos son los nuevos golpes en nuestros países”, dijo en una de las afirmaciones más insólitas de la jornada pero coincidente en la deslegitimación de las protestas sociales: o son injerencias externas, o tienen una intención golpista.
Como detalle final de los predicadores de las libertades democráticas es necesario recordar que el director ejecutivo del Interamerican Institute for Democracy, Carlos Sánchez Berzaín, que se presenta en la página oficial de la organización como patrocinador en Bolivia de “causas históricas en materia de defensa de las libertades fundamentales y del control de constitucionalidad”, nada menciona de su carrera como exministro de Gonzalo Sánchez de Lozada. De hecho, días antes de la organización del evento en Miami, un juez federal de ese distrito confirmó que el expresidente boliviano y su ex funcionario deberán pagar una indemnización de 10 millones de dólares por una serie de matanzas extrajudiciales que realizaron militares de su país durante protestas callejeras en 2003. Ambos políticos bolivianos habían sido denunciados por familias de personas indígenas que murieron en las masacres y los demandaron en Estados Unidos bajo la ley de protección a las víctimas de la tortura, que autoriza a denuncias por matanzas extrajudiciales ocurridas en otros países.
El foro que pretendió ser una supuesta prédica de resistencia democrática, terminó siendo una tribuna para que políticos y empresarios de la región con causas judiciales y escasa legitimidad en sus países, y líderes de organismos internacionales cuestionados, hablaran desde Estados Unidos sobre los problemas del continente Americano.