Observatorio del Sur Global

Lula visita China y fortalece el multilateralismo

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Lula viajó a China para desarrollar la cooperación estratégica e impulsar el multilateralismo con el protagonismo de los países emergentes. Macron abrió el debate sobre una mayor autonomía de Europa frente a la dependencia energética con Estados Unidos. Biden visitó Irlanda mientras el Pentágono trajina con las filtraciones de documentos sensibles. Argentina renegocia metas del acuerdo con el FMI y lidia con las presiones de Estados Unidos. En Chile se aprobó la ley de reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales.

Por Federico Montero y Pablo Macia

Lula viajó a China para desarrollar la cooperación estratégica y el multilateralismo.

Con una extensa comitiva y una nutrida agenda de actividades en su visita a China, el Presidente de Brasil, Luiz Ignácio  Lula Da Silva demostró una firme voluntad de avanzar en la cooperación estratégica con Beijing. El encuentro entre Brasil como la principal economía sudamericana y China como la potencia en ascenso fortalecen el peso de los países emergentes y del sur global, en un escenario de transición hacia el multilaterialismo.  Así, en la visita se concretaron importantes avances en la arquitectura financiera de los BRICS, el posicionamiento de democratización de las instituciones de la ONU hacia un mayor protagonismo de los países emergentes, y un llamado a una resolución política y pacífica de la guerra en Ucrania.

Con respecto a los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), la ex presidenta carioca, Dilma Rousseff, fue la elegida para presidir el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) del organismo. Este instrumento financiero está orientado a constituirse como una alternativa de financiamiento a los organismos multilaterales tradicionales como el FMI y el Banco Mundial, generando un marco de “cooperación Sur-Sur” para el desarrollo de infraestructura y modernización.  En el acto de asunción de Rousseff, Lula cuestionó al FMI por asfixiar a los países endeudados como lo está haciendo con Argentina. Además, promovió el intercambio comercial en monedas nacionales, como alternativa a la hegemonía del dólar. Brasil realizó las primeras operaciones internacionales en yuanes durante la semana pasada, y promueve intercambios en monedas locales en América Latina. Ya existen 20 centros de compensación de yuanes en el mundo, promovidos preventivamente por distintos países frente a las presiones de Estados Unidos para utilizar su moneda como mecanismo de sanciones. De la misma manera, Brasil, está dispuesto a utilizar el equivalente chino del sistema de intercambio SWIFT, controlado por las potencias occidentales, que con las sanciones a Rusia ha desequilibrado la arquitectura financiera internacional. Estos acuerdos refuerzan las estrategias de desarrollo autónomo frente a la hegemonía de Estados Unidos y sus aliados occidentales. Esto es posible porque los países miembros del BRICS han crecido fuertemente en las últimas décadas y se estima que su participación en el PBI mundial aumentó (en paridad de poder adquisitivo) del 10,66% en 1982 al 31,59% en 2022. Mientras tanto, en el mismo lapso, los países del G7 disminuyeron su participación del 50,42% al 30,39%. Este meteórico ascenso permitió a los BRICS convertirse en un nuevo polo de referencia internacional de los países emergentes, y Argelia, Irán y Argentina han solicitado unirse a él. Por último, China ha anticipado el apoyo a Brasil en su ejercicio de la presidencia del BRICS en 2025, que posibilita una oportunidad para Argentina dentro del bloque.

La reunión del presidente Lula con Xi Jinping fue el marco para avanzar en el llamado a reformar el Consejo de Seguridad ONU, incorporando a nuevas naciones del sur global que hagan al organismo más representativo, democrático y eficaz en sus resoluciones. En un impulso hacia el multilateralismo, también reclamaron un compromiso efectivo en las resoluciones emanadas del sistema de naciones unidas y una mayor creatividad y dinamismo en instancias como el G20. Esto implica una critica a Estados Unidos que muchas veces ha quebrantado unilateralmente “el orden basado en reglas”, como en el caso de las sanciones comerciales y presiones de desacople que está aplicando a China por fuera de los acuerdos de la OMC y otros organismos multilaterales. Además, ambos países hicieron un fuerte llamamiento a la resolución política de la guerra en Ucrania, afirmando que ni China ni Brasil están contribuyendo a enviar armas al frente de batalla. Por su parte, tampoco se sumaron a las sanciones a Rusia impulsadas por occidente, manteniendo un margen de autonomía estratégica en ese aspecto. Lula ha impulsado la propuesta de un “Club de la paz” que incorpore a países que contribuyan a mediar en el conflicto entre Ucrania y Rusia. Así, si bien condenó a Moscú por ocupar nuevos territorios ucranianos, también cuestionó a Zelensky por pregonar una avanzada en Crimea, a manos de Rusia desde 2014. Por su parte, China  promueve los 12 puntos para la solución política de la crisis de Ucrania,  que llaman a respetar la soberanía de todos los países, abandonar la mentalidad de la Guerra Fría, cesar las hostilidades, reanudar las conversaciones de paz, resolver la crisis humanitaria, proteger a los civiles y prisioneros de guerra, mantener la seguridad de las centrales nucleares y reducir los riesgos estratégicos. En cuanto a la paz y la desescalada de tensiones, también reforzaron el principio de Una Sola China, frente a las presiones de Estados Unidos en Asia-Pacífico y particularmente en Taiwán.

En cuanto a la relación bilateral, China se ha convertido en el principal socio comercial de Brasil desde el 2008, y en 2022 su intercambio alcanzó a más de 170.000 millones de dólares, lo que representa un aumento del 4,9% interanual. El país sudamericano es uno de los pocos que mantiene una balanza comercial superavitaria con Beijing, aunque se ha reprimarizado en ese proceso. Así, China provee el 53% de los de las importaciones electromecánicas del país, y ha realizado importantes inversiones en el área energética y agroalimentaria. Mientras tanto, Brasil es el principal proveedor de soja a Beijing, además de mantener una participación destacada en el comercio avícola y azucarero. Pero más allá de la composición actual del intercambio comercial, Brasil y China concretaron la firma de 15 convenios de cooperación que permiten fortalecer el desarrollo tecnológico y la innovación hacia la modernización productiva. Entre los más importantes se destacan los acuerdos en Ciencia y Tecnología en el Espacio Ultraterrestre, tecnologías de la información y la comunicación; promoción de la inversión y la cooperación industrial; economía digital, coproducción televisiva; y cooperación para el desarrollo social y rural y la lucha contra el hambre y la pobreza. Ambos países están negociando en especial un proceso virtuoso para el desarrollo de la electromovilidad, teniendo en cuenta la importancia de sudamérica en los yacimientos de litio y otros metales, fundamentales para las baterías y la electromecánica. Por último, Lula avanzó en la cooperación estratégica con el gigante de las telecomunicaciones Huawei, que lidera la tecnología 5G y que ganó una licitación en 2021 para suministrar equipos y el servicio en Brasil. La cooperación en este punto irrita a Estados Unidos que ha sancionado a la empresa china caracterizándola como una “amenaza a la seguridad nacional”.

Con el viaje, Lula ha coronado una fuerte presencia en la esfera internacional en sus primeros 100 días de gobierno que recuperan el protagonismo de Brasil a nivel regional y global.

Macron impulsa mayor autonomía de Europa frente a la dependencia energética con Estados Unidos

El presidente francés, Emmanuel Macron realizó una conferencia en Países Bajos en la que expuso una nueva doctrina de independencia europea, para “dejar de ser clientes” de las potencias mundiales como Estados Unidos y China. Estas declaraciones de impacto dan cuenta del quiebre de la globalización que otrora fomentaran los países occidentales que se beneficiaron con la deslocalización industrial en las periferias asiáticas y con la energía barata proveniente de Rusia. Desde el impulso neoproteccionista de Trump en Estados Unidos, con su “guerra comercial” a China, continuado por Biden, las potencias occidentales intentan reindustrializarse. Pero la guerra en Ucrania ha perjudicado fuertemente a Europa, que gozaba de la energía barata que proveía el gas y petróleo ruso para subsidiar su industria. Las sanciones a Moscú impulsadas por la OTAN presentaron un gran escollo a la industria europea, que además se hizo dependiente de los energéticos de Estados Unidos. Washington, a su vez, perjudicó a Europa con su ley de reducción de la inflación (IRA) que subsidia la transición verde en la que la industria europea hacía punta. Los costos de la energía en Europa se han elevado tanto que las industrias automotrices alemanas están considerando radicar sus empresas en Estados Unidos y China. La energía europea es 3 veces mas costosa que la norteamericana, y la ley IRA alienta la producción en ese país. Pero para Alemania, esto implica según estimaciones, unos 100.000 puestos de trabajo calificados menos, y un descenso de 0,6% del PBI en los próximos años.

Frente a esta crisis de dependencia europea, Macron promueve reforzar la identidad y la soberanía del viejo continente, para que se vuelva a posicionar como un bloque relevante en materia económica, de defensa y de energía. En ese marco llamó a fortalecer la producción, la innovación tecnológica y la educación superior para el desarrollo autónomo. El llamamiento también hacía referencia a no continuar un seguidismo acrítico de Estados Unidos, y adoptar una posición soberana y autónoma. En ese marco, cuestionó el alineamiento europeo con Estados Unidos en Asia-Pacífico y en Taiwán, que tensiona a China. ¿Cuál es la ganancia de Europa en sumarse al desacople con China y quedar cada vez más atados a Estados Unidos? Parece ser la cuestión que plantea Macron. En ese aspecto, el premier francés abogó por una mayor autonomía estratégica de Europa en el escenario internacional. Por último, cuestionó el monopolio del dólar en el intercambio internacional y abogó por una mayor autonomía financiera de la Unión Europea y el euro. Los desafíos impulsados por Macron no tienen el consenso ganado en cuanto a su propuesta: Países Bajos se sumó a la prohibición que impulsa Estados Unidos de proveer chips a China, y otros mandatarios y sectores desconfían del presidente francés por la influencia de China en su reciente viaje. De esta forma el futuro europeo continúa abierto a los crecientes desafíos que presenta.

Biden visitó Irlanda mientras el Pentágono trajina con las filtraciones de documentos sensibles

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizó una gira por Irlanda para participar del el 25 aniversario del Acuerdo del Viernes Santo que terminó con la violencia entre republicanos católicos y unionistas protestantes en Irlanda del Norte. El acuerdo de paz alcanzado en 1998, que terminó con una confrontación en la que murieron 3.600 víctimas, implicó la opción de la doble nacionalidad, el libre paso transfronterizo, la formación de un autogobierno con reparto de poder entre dos bandos y la reforma de la policía. Con esas garantías, el grupo independentista IRA salió de la clandestinidad y se incorporó al Sin Fein para impulsar la lucha democrática por la independencia de Irlanda del norte. Biden, de ascendencia irlandesa, mantuvo una estadía de 4 días en la República de Irlanda, donde mantiene una mayor consideración popular que en su propio país.

Mientras tanto, en Estados Unidos, fue tema de agenda la detención del presunto instigador de una filtración de documentos sensibles del Pentágono, referidos a la situación bélica en Ucrania. Las autoridades del pentágono no confirmaron la autenticidad de los documentos pero se vieron preocupadas por la filtración que realizó un joven empleado de la Fuerza Aérea de la Guardia Nacional encargado de tareas informáticas. Los documentos difundidos por un grupo cerrado en la plataforma Discord, revelan la preocupación de los servicios de inteligencia por las dificultades sobre una contraofensiva ucraniana, un mayor numero de bajas y escases de municiones por parte de Kiev. Pero lo más grave de la filtración en materia diplomática que revela la filtración están relacionadas con el presidente ucraniano, con Israel y Corea del Sur. En el caso de Zelensky, los documentos dejan entrever escuchas de parte de los servicios de inteligencia norteamericanos en las que el presidente pretendía atacar la ciudad de Rostov con drones a falta de armamento. En cuanto a Israel, marcan que el Mossad alentó protestas contra la reforma judicial de Nethanyau, y que promovió acciones de discordia frente a Rusia para que Tel Aviv apoye con armamento a Ucrania. Con respecto a Corea del Sur, que por ley no puede vender armas a países beligerantes, surgieron propuestas de Estados Unidos para presionar al país a vender armas para Ucrania triangulando con Polonia.

De ser ciertos los documentos implican graves escándalos diplomáticos, sin embargo, algunos analistas afirman que no es descartable que se trate de una campaña de desinformación masiva que involucre a países socios de Ucrania para confundir a los militares rusos. De todas formas, se descarta que las autoridades rusas se orienten por esta información en el conflicto.

Argentina renegocia metas con el FMI y lidia con las presiones de Estados Unidos

En el marco de la Reunión de Primavera del FMI en Estados Unidos, el Ministro de Economía argentino, Sergio Massa, se reunió con la directora del organismo, Kristalina Giorgieva para concluir una modificación en las metas del acuerdo de deuda. De esta manera, Argentina tendrá acceso a alrededor de 5.300 millones de dólares. El ministro se reunió también con la directora gerente de operaciones del Banco Mundial y logró el financiamiento de 950 millones de dólares para proyectos destinados a reducir el impacto negativo de la sequía. En efecto, el país vive durante este año la mayor sequía de los últimos 100 años y eso afecta fuertemente a las divisas percibidas por la exportación agropecuaria. En ese contexto se alcanza el nuevo marco destacando el sobrecumplimiento de las metas de déficit fiscal primario 2022 (que alcanzó un 2,3% frente al 2,5% exigido) y de reservas netas (5.400 millones de u$S frente a la meta de 5.000 millones).

Sin embargo, el acuerdo implica como condicionamiento que para este año deberá alcanzarse un déficit primario de 1,9% a través del control del gasto en energía, asistencia social e infraestructura.

Pero más allá de la renegociación de metas con el FMI, que se evalúa cada 3 meses, el gran desafío es el de mantener una política soberana y autónoma frente a las presiones de las potencias mundiales por los recursos estratégicos y por la inserción del país en el orden mundial. En este sentido, Argentina tiene un potencial para el desarrollo con inclusión en el armado de cadenas de valor agregado en minerales estratégicos como el litio y la industria automotriz, o el aprovechamiento de los yacimientos de gas y petróleo para la industria. Sin embargo, también mantiene fuertes presiones para entregar esos recursos a la conveniencia estratégica de los países desarrollados. En este aspecto, la jefa del Comando Sur de las Fuerzas Armadas, Laura Richardson, visitará la Argentina esta próxima semana para presionar por los recursos estratégicos argentinos, evitando que el país articule proyectos de desarrollo y asistencia tecnológica con China. En cuanto al gigante asiático, Estados Unidos ha marcado el desacuerdo en que el país articule en 3 aspectos fundamentales. El primero es la inversión china para el desarrollo de la central nuclear eléctrica Atucha III, acordada entre la estatal Nucleoeléctrica Argentina con la Corporación Nuclear Nacional China (CNNC), con un financiamiento de 8.000 millones de dólares. El segundo aspecto está vinculado a la compra de aviones chinos JF17, para renovar una flota con capacidad técnica disuasiva y de bajo costo. Por último, está el espectro del 5G en el que China es pionera con Hawei y ya avanzó con Brasil. Todas estás áreas de inversión y cooperación presentan la posibilidad de desarrollar transferencia tecnológica y sustitución de componentes en el país. Esto es lo que Estados Unidos considera como amenaza a sus intereses: una mayor autonomía tecnológica y productiva de Argentina. La subsecretaria del Departamento de Estado, Wendy Sherman, arribará al país también para impulsar la presión en contra de estos proyectos. En este contexto en disputa, Argentina tiene una ventana de oportunidad para mantener una posición autónoma que le permita negociar proyectos de inversión en mejores condiciones, mientras continúa desarrollando sus propias capacidades. El otro proyecto que se jugará en las elecciones es una posición subordinada como la que nos dejó al gobierno de Cambiemos con el FMI y los países occidentales.

Chile avanza en la jornada laboral de 40 horas semanales.

El parlamento chileno aprobó por amplia mayoría el proyecto de ley para establecer la jornada laboral semanal de 40 horas que presentaran en 2017 las diputadas del PC, Camila Vallejo y Karol Cariola. De esta forma se efectivizó la promesa de campaña del presidente Gabriel Boric, mejorando las condiciones de trabajo sin reducir el salario. La propuesta alcanzó un amplio consenso de 127 votos a favor y 14 en contra, y será promulgada el próximo 1° de mayo: día internacional de las y los trabajadores.

La Ley establece una rebaja gradual de la jornada laboral, bajando el 1 de mayo a 44 hs, en tercer año a 42, y el quinto año a 40 hs. Habrá regímenes especiales con mayores días de descanso para actividades como la minería, pesca, turismo, entre otros. Además se establece un régimen de 4 días laborales de 10 horas por 3 de descanso para quienes tienen en cuidado a niños menores de 12 años. La ley beneficiará a 4,7 millones de los trabajadores registrados, aunque existen 2,4 millones de trabajadores informales no alcanzados por la ley. De allí radica el desafío de hacer cumplir las leyes en las sociedades latinoamericanas con grandes porcentajes de informalidad, pero a todas luces es un avance que también puede irradiar mejoras en esa población. Chile se suma a Ecuador y Venezuela como los 3 países con jornada laboral de 40 hs. semanales, mientras que Brasil tiene una de 44 hs, mientras el resto de américa latina una de 48 hs.

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