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Amplio triunfo de la derecha en las parlamentarias italianas mientras la ONU debate el papel del multilateralismo.

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En Italia se desarrollan las elecciones parlamentarias con un claro triunfo de derecha y con la emergencia de Giorgia Meloni como la eventual Primera Ministra. Por otro lado, se desarrolla la 77° asamblea anual de la ONU con el problema de la guerra y el papel del multilateralismo como principales desafíos. Ucrania avanzó en la contraofensiva y Rusia respondió con plebiscitos de anexión en 4 provincias. Elecciones presidenciales en Brasil en la recta final con Lula liderando las encuestas

Por Federico Montero y Pablo Macia

Amplio triunfo de la derecha en las parlamentarias de Italia con Giorgia Meloni como la eminente Primera Ministra.

Este domingo 25 de septiembre se desarrollaron los comicios para votar en las elecciones parlamentarias que formarán la XIX Legislatura de la República dando un claro triunfo a la coalición de derecha, que obtuvo las bancas necesarias para formar gobierno.

De acuerdo a los últimos resultados oficiales, el partido Hermanos de Italia de Giorgia Meloni obtenía un 26% y junto a sus aliados de extrema derecha de La Liga de Matteo Salvini (8,9%) y Forza Italia de Silvio Berlusconi (8,1%) sumaba 43,8% de los votos.

De esta forma, la alianza conservadora tendrá de 227 a 257 de los 400 escaños de la Cámara y de 111 a 131 de las 200 bancas del Senado.

En segundo lugar se ubicó la centroizquierda con el Partido Democrático (PD), que, con cerca del 19% de los votos, permanece como la segunda fuerza a nivel singular y el principal partido de oposición.

La participación al cerrar los comicios fue del 63,95%, un descenso de 9 punto en comparación con la elección del 2018, y es la más baja de la historia.

De esta forma y en coincidencia con las encuestas, la clara emergente de la crisis política devenida luego de la pérdida del voto de confianza a Mario Draghi y a su gobierno de unidad, ha sido Giorgia Meloni, quien desde la oposición capitalizó el descontento de la ciudadanía.

En su carrera hacia la victoria electoral, Meloni se encargó de reforzar en la campaña que la derecha ha roto hace tiempo con el fascismo, el totalitarismo y el antisemitismo. También se encargó de refutar las acusaciones sobre una virtual ruptura con Europa y la alianza euro-atlántica.  Así se manifestó en favor de continuar las sanciones a Rusia y de apoyar a Ucrania en el conflicto bélico, manteniendo la línea de la OTAN.

Pero por otro lado, Meloni equilibró los gestos de confianza para tranquilizar a la comunidad europea con el discurso hacia su base de sustentación, que plantea desde una línea más dura hacia los inmigrantes, la crítica del aborto y los derechos en materia de igualdad de género,  y el conservadurismo nacionalista y católico. En esa línea, Meloni preside un espacio de partidos de extrema derecha europeos en los que se encuentran los Demócratas suecos, el partido Ley y Justicia que gobierna en Polonia y Vox en España, entre otros.

La elección marcó un claro avance en el apoyo a fuerzas de la derecha para encarar el descontento social frente a los desafíos que planteó la pandemia y la guerra en Ucrania, que ha generado una fuerte inflación marcada por el precio de la energía y los alimentos. En ese marco, las demandas sociales cobraron mayor peso por sobre las políticas de reconocimiento y de ampliación de derechos que representan las banderas del progresismo y el centro izquierda.

A pesar de la clara victoria de Meloni, el proceso de conformación de un nuevo gabinete es complejo, y requiere de una ronda de consultas que realiza el presidente de Italia Sergio Mattarella, en la que se evalúan las opciones para formar gobierno y un nuevo gabinete ministerial. Pero las bancas obtenidas por las diversas expresiones de la derecha permiten prever un gobierno que completará su mandato, según las propias expresiones de Matteo Salvini, uno de los lideres fuertes del frente.

Los desafíos urgentes del nuevo gobierno serán enfrentar la crisis del costo de la vida, el aumento de la inflación y la subida de los precios de la energía. Además, deberá negociar la ampliación y aplicación del plan de recuperación de la UE impulsado por Draghi para que Italia siga recibiendo miles de millones de fondos poscovid proporcionados por Bruselas. Se trata de fondos por 200 mil millones de euros que deben ser administrados con el consenso del parlamento y que le fue denegado al actual primer ministro en salida. Por último, el próximo gobierno deberá afrontar el problema de la deuda pública que alcanza un alto porcentaje en relación al PIB de Italia.

La ONU debate el papel del multilateralismo en los desafíos globales.

Del 20 al 26 de septiembre se desarrolla el debate general de la 77ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas que retornó a su modalidad presencial luego de dos años desde la pandemia del covid-19. El encuentro se constituyó como una caja de resonancia para que los líderes de los 193 países miembro puedan manifestar la visión de cómo encarar los desafíos globales que presenta el mundo, potenciados por las consecuencias del covid-19 y la guerra en Ucrania. El principal cuestionamiento de los mandatarios hacia el organismo multilateral es la pérdida de eficacia en la implementación de las resoluciones que se adoptan en él, siendo avasalladas por las políticas unilaterales de las potencias centrales que priorizan sus intereses particulares. De esta forma, los objetivos de desarrollo sostenible que la ONU estableció en su agenda 2030 para enfrentar la crisis económica, social y ambiental se han visto relegados por las decisiones unilaterales de los países más desarrollados.

En ese contexto en el discurso de apertura, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres  puso un llamado de alerta a las problemáticas más acuciantes como la guerra en Ucrania, los múltiples conflictos en todo el mundo, la emergencia climática y la situación financiera de países en desarrollo. Todos estos desafíos están haciendo fracasar las metas de poner término a la pobreza extrema y dar educación de calidad a todos los niños y niñas, entre otros en los que también se destacan la destrucción del ambiente, las sequías y la contaminación. Las zonas más golpeadas son 94 países, con 1.600 millones de personas -la mayoría en África-, que se enfrentan a “una tormenta perfecta: secuelas económicas y sociales de la pandemia, aumento de los precios de los alimentos y la energía, enormes deudas, espiral de la inflación y falta de acceso a los mercados financieros”. Frente a estos peligros, Guterres denunció que la comunidad internacional está “paralizada” y que existe un “riesgo de división entre Occidente y el Sur” que generan divisiones políticas, socavando “el trabajo del Consejo de Seguridad, el derecho internacional, la confianza y la fe de la gente en las instituciones democráticas”. En ese marco, el Secretario General de la ONU reclamó una acción coordinada para respetar el derecho internacional y los derechos humanos, e instó también a los países ricos a gravar los beneficios extraordinarios que generan las energías fósiles para ayudar a los países víctimas del impacto del cambio climático y a las poblaciones afectadas por la inflación. Además exhortó enfrentar urgentemente los efectos del cambio climático en la COP27 que se celebrará en Egipto en noviembre próximo, junto con la reducción de las emisiones, como prevé el acuerdo de París.

En cuanto a las intervenciones de los mandatarios, de los cuales alrededor de 150 estuvieron presentes, la gran mayoría se expidió por la resolución pacífica y negociada de la guerra en Ucrania y la necesidad de reformar la ONU para que sus decisiones se conviertan en resolutivas y se hagan efectivas. Entre esas definiciones se destacó la del canciller de México, Marcelo Ebrard, que propuso una comitiva diplomática de alto nivel para reducir la tensión y mediar entre Rusia y Ucrania para subsanar la paralización del Consejo de Seguridad ante el conflicto.

Por América Latina también se destacó la intervención por primera vez en el recinto del flamante presidente de Colombia, Gustavo Petro, en un emotivo discurso en el que planteó la necesidad de revertir la política de “guerra contra las drogas” por una acción orientada a la justicia social de las comunidades campesinas y de los sectores vulnerables que son víctimas del contrabando y de la ilegalidad. De esta manera propuso la necesidad de generar alternativas de desarrollo para las comunidades campesinas y vinculó las necesidades sociales con las ambientales afirmando que el poder dictamina que la planta de coca es veneno pero “en cambio, el carbón y el petróleo deben ser protegidos, así su uso pueda extinguir a toda la humanidad”.

También tuvo una intervención destacada el presidente de Bolivia Luis Arce, que en el mismo sentido planteo que poner el énfasis en la oferta y no la demanda es un pretexto para la militarización y afecta a los campesinos pobres mientras otorga impunidad a los grandes grupos criminales en los países consumidores de todo tipo de drogas. El mandatario afirmó que el mundo enfrenta una crisis capitalista múltiple y sistemática que pone cada más en riesgo la vida de la humanidad y del planeta y que “El multilateralismo es el único mecanismo que representa una garantía de respeto entre los estados independiente de su poderío económico o militar”.

Otra mandataria de la región que por primera vez intervino en la conferencia fue la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, quien exigió respeto para su país, una nación que quiere vivir en paz, y pide que nadie siga tratando de desestabilizarles, dictarles sus medidas o escoger con quien relacionarse. “Nunca más cargaremos con el estereotipo de república bananera; terminaremos con los monopolios y oligopólicos que empobrecen nuestra economía”, subrayó la primera mujer presidenta de Honduras en 200 años.

Además, el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció el recrudecimiento del embargo a su país durante la pandemia. En ese plano cuestionó que Estados Unidos continúa ignorando la demanda casi unánime de la ONU para que cese su política ilegal de Bloqueo a Cuba, minando el derecho internacional y los principios del multilateralismo del organismo. La negativa de Estados Unidos se vuelve cada vez más ilegítima teniendo en cuenta las transformaciones y la “apertura” que viene realizando el gobierno de la isla. En ese sentido, la población cubana está convocada a las urnas este domingo para votar en un referéndum por la aprobación del llamado Código de las Familias. El mismo refiere a un paquete legislativo que prevé la aprobación del matrimonio homosexual, la gestación subrogada y la adopción por parte de parejas del mismo sexo y que ha contado con la oposición de la Conferencia Episcopal de la isla.

Por su parte, en calidad de presidente pro tempore de la CELAC y presidente de la Argentina, Alberto Fernández agradeció la solidaridad internacional frente al intento de magnicidio, perpetrado contra la Vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner y condenó la violencia política diseminada en Argentina y en otras partes del mundo. Además, propuso robustecer un multilateralismo cooperativo que revierta las desigualdades sociales. “¿Es justo que la fortuna de sólo 10 hombres represente más que los ingresos del 40 %, de la población mundial?” afirmó para designar la magnitud de las desigualdades y la necesidad de reestructurar las deudas soberanas de los países de renta baja y media. Además, ofreció el papel de Argentina como productor y exportador confiable de alimentos y energías para aportar a resolver la crisis por el aumento de precios y exigió adoptar responsabilidades diferenciadas con respecto al cambio climático. Por último, desde la CELAC propuso la cooperación Sur-Sur y triangular, además del reclamo para levantar los bloqueos de Cuba y Venezuela y reafirmar los derechos soberanos sobre las Islas Malvinas y exigir la reanudación de las negociaciones con el Reino Unido de acuerdo a resolución 2065, del año 1965.

Las deliberaciones continuarán hasta el lunes 26 en el organismo multilateral más destacado desde la segunda guerra mundial pero que viene perdiendo influencia frente a la iniciativa unipolar de Estados Unidos de erigirse como gendarme mundial. En ese contexto se continúan dando las propuestas para su reformulación desde nuevos nucleamientos geopolíticos y de bloques regionales tendientes a generar un nuevo equilibrio de poderes y marcos de cooperación acordes a los desafíos globales del presente.

Ucrania avanzó en la contraofensiva y Rusia respondió con plebiscitos de anexión.

En un conflicto militar que ya lleva más de 7 meses, en las últimas semanas se realizaron cambios sustanciales que profundizan la hipótesis de continuidad de la guerra. Desde inicios de septiembre las tropas de Kiev han realizado una contraofensiva “relámpago” en Jarkov, al noreste de Ucrania que permitió recuperar territorios ocupados por Rusia. De la misma manera y bajo el equipamiento de la OTAN y un mejor entrenamiento, Ucrania avanzó parcialmente en la zona de Jerson.

Desde la prensa occidental se consideraron estas acciones como un punto de inflexión que permitirá una avanzada decisiva hacia el desenlace de la guerra y la rendición de Rusia. Sin embargo es difícil determinar hasta qué punto ha avanzado Kiev en un verdadero cambio en las relaciones de fuerzas y qué otra parte está orientada a fortalecer la moral  propia y minar la del contendiente en esta disputa. De todas formas, lo cierto es que Rusia se vio obligada a movilizar parcialmente a 300.000 reservistas con experiencia en combates, que según el ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigu, representa el 1% de las 25 millones de personas disponibles.

Esta movilización adicional puede leerse como una señal de debilidad o de fortaleza en respuesta al ataque de Kiev junto con el plebiscito de anexión de 4 provincias de Ucrania a la Federación Rusa: Donetsk y Lugansk, Jerson y Zaporiyia, por las cuales más de 5 millones de personas podrían convertirse en ciudadanos rusos y anexar el territorio del donbass y el corredor sus que lo conecta a la península de Crimea. Según las autoridades rusas, durante 4 días los habitantes de la zona podrán votar unirse a Moscú mientras que Kiev califica el plebiscito como una farsa. La definición en la que se descarta el triunfo de la anexión es importante porque en la doctrina de seguridad rusa, la defensa de su territorio implica el uso de armas atómicas en caso de amenaza.De esta manera, la eventual anexión sería móvil para la implementación de este tipo de armas frente a lo que Kiev considera un intento de recuperación de su territorio.

En este aspecto, las posiciones pueden extremarse más en las próximas semanas. El endurecimiento por parte de Rusia pero a la vez las señales que permiten ver algunas debilidades como leyes más severas contra la deserción, la rendición y el saqueo por parte de soldados rusos permiten pensar en un conflicto de largo alcance.

Elecciones presidenciales en Brasil en la recta final con Lula liderando las encuestas

La última semana previa a las elecciones presidenciales del domingo 2 de octubre prometen un alto voltaje luego de que se conociera una encuesta de Datafolha  en la que Lula Da Silva podría obtener el triunfo en primera vuelta. Así, el líder del PT cuenta con 47% de intención de voto contra 33% del mandatario Jair Bolsonaro, seguido en tercer lugar aparece Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT), con 7%, mientras con 5% se encuentra la senadora Simone Tebet. El sondeo ratifica Lula como favorito a ganar la presidencia sin balotaje ya que tiene 50% de los votos válidos (sin blancos o nulos, tal como lo cuenta la justicia electoral) contra 35% de Bolsonaro. El ex prediente concentra la mayor adhesión en el segmento más pobre de la población que gana hasta 400 dólares por mes, con 57% contra 24% de Bolsonaro.

En ese clima, el bolsonarismo apuesta a una fuerte polarización cargada de violencia verbal hacia Lula, pero que también se tradujo en hechos físicos y en el asesinato de al menos 2 militantes del PT durante la campaña. El 67% de los brasileños temen ser víctimas de la violencia política y Lula afirmó que “Bolsonaro liberó el armamento y le hizo un favor al narcotráfico y distribuyó dinero a los pastores evangelistas en lugar de sustentar la educación pública”, graficando el tono hostil que adquiere la campaña. Así, inclusive se teme que los seguidores de Bolsonaro intimiden a las personas más humildes que van a votar y que no reconozca el resultado electoral. Por este motivo, Lula promueve la victoria en primera vuelta y de forma contundente, para cercar las posibilidades de una negativa al reconocimiento de los resultados por el actual mandatario. Por ello la campaña del PT viene realizando un llamado a las bases de Ciro Gomes a que se incline por Lula en primera vuelta y no esperar al ballotage del 30 de octubre.

Por su parte, Jair Bolsonaro profundiza el discurso violento, prometiendo a sus seguidores liberar más armas a los civiles en caso de ser reelecto porque “un pueblo armado es un pueblo libre”. Además continúa provocando a Lula llamándolo “Ladrón de nueve dedos” y otros insultos para construir una mayor polarización. El presidente ha utilizado los viajes internacionales como el de las exequias de la reina de Inglaterra o su intervención en la ONU para hacer campaña negativa frente a Lula. Además, dejó entrever una posible negativa a reconocer el resultado electoral afirmando que “Si yo tengo menos del 60% de los votos es porque algo anormal ocurrió en el Tribunal Superior Electoral teniendo en cuenta la cantidad de gente va a mis eventos y cómo soy recibido a todos los lugares as lo que voy”.

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