Por Kevin Ruiz Moran
El peso mexicano (Peso MXN) avanza a su mejor nivel frente al dólar desde el 2015 y se consolida como una de las monedas que más se ha fortalecido en el mundo en lo que va del año. Para entender esto analizáremos que tanto se apreció o no el peso durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador contra el que lo antecedió encabezado por Enrique Peña Nieto (2012-2018).
El gobierno encabezado por el expresidente Peña Nieto, que comenzó en diciembre de 2012, llevó al peso mexicano a perder más de la mitad de su valor frente al dólar, ya que durante esa gestión hubo dos fuertes devaluaciones. La primera fue entre el 2013 y finales del 2015, donde el peso se depreció 62,90%, cuando el tipo de cambio pasó de $11,93 pesos por dólar a $19,44 MXN, lo que se debió, inicialmente, al arribo de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos con sus promesas de romper tratados comerciales con México. A inicios del 2016 el peso volvió a un nivel de 17,05 pesos por dólar, pero se vino la segunda depreciación, ya que para el 2017 el tipo de cambio se cotizaba en 22,03 pesos por dólar es decir una depreciación del 29,25%.
El presidente López Obrador en el 2018 recibió una divisa de aproximadamente 20,39 pesos por dólar y de diciembre del 2018 a marzo del 2020 logró apreciar la moneda hasta un 7,93%. Pero en ese mismo año llegó la pandemia causada por el COVID-19 la que perjudicó las variables económicas al mundo entero. En México la crisis sanitaria hizo que el peso se depreciara hasta un 24,76% pero a pesar de esta brusca caída la administración de Obrador implementó políticas activas con las que ha logrado un refortalecimiento del tipo de cambio que llegó al 21,98%. Al día de hoy la moneda de México equivale a 0,0597 dólares (un dólar a 16,76 pesos mexicanos) valor que no se veía desde el 2015. Entre los principales factores que pueden explicar esta apreciación se encuentran el diferencial que hay de las tasas de interés del Banco de México (Banxico) y las de la Federal Reserve o Reserva Federal (banco central de los Estados Unidos de América), el crecimiento de las remesas y el sólido desempeño de la inversión extranjera.
Unas de las grandes ventajas de tener un tipo de cambio fuerte es que para la iniciativa privada y pública las importaciones tienen un menor costo lo cual podría significar menos presiones inflacionarias y para los deudores en dólares se les reducen los costos financieros. Pero el súper peso también tiene sus “desventajas”, ya que afecta a otros sectores y uno de ellos son los más de 10 millones de mexicanos inmigrantes en Estado Unidos a quienes les reduce el poder adquisitivo de las remesas que envían a México. Remesas que en mayo alcanzaron los 5,693 millones de dólares, la cifra más alta que tiene registro el Banco de México, pero que al ritmo de apreciación del “Super Peso” rinden cada vez menos en la economía doméstica al sur del río Bravo.