Diego Armando Maradona falleció este miércoles a sus 60 años de edad. Distintos referentes y líderes de la región y el mundo lo despidieron, dejando en claro que Maradona fue un actor político más allá de lo que hizo en el fútbol y también mucho más allá de los intentos por borrar esa parte de su esencia por parte de quienes Diego incomodó en vida.
El adiós a un símbolo nacional
En su país natal la repercusión es inabarcable y la conmoción seguirá acompañando al pueblo argentino durante mucho tiempo. La primera decisión política tomada por el presidente Alberto Fernández el día miércoles fue declarar 3 días de duelo nacional en toda la República Argentina, indicando izar a media asta todas las banderas de los organismos públicos. Es interesante leer el Decreto 936/2020 que así lo determinó, el cual hace un recorrido histórico del significado político y social de Maradona, indicando “que, más allá de sus logros individuales y grupales como futbolista, llevó al deporte a su máxima expresión, representando a cualquier argentino o argentina en el mundo, de manera tal que decir “ARGENTINA”, inmediatamente traía como respuesta “MARADONA“.
La segunda determinación del representante argentino, tomada en conjunto con la familia del ídolo popular, fue realizar el velorio público en la Casa de Gobierno el día jueves, siendo así la segunda personalidad sin haber ocupado cargos políticos en tener su despedida en la sede de la administración central (el primero fue Juan Manuel Fangio, reconocido piloto de automovilismo, en el año 1995).
La siguiente decisión política con respecto a este fenómeno parece estar en manos del Congreso argentino, ya que diputados y senadores ya presentaron un proyecto de ley para instituir el 30 de octubre, fecha en la que nació Maradona. como Día Nacional del Fútbol.
En su despedida durante el velorio, el presidente argentino Alberto Fernandez apoyó sobre el féretro la camiseta del club de fútbol Argentinos Juniors (club del cual es hincha y donde debutó profesionalmente Maradona) y el pañuelo blanco de la Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo, organización mundialmente reconocida por su lucha por los derechos humanos, quienes le hicieron el pedido al máximo mandatario de colocarle el pañuelo como homenaje por tratarse de un “símbolo de amor a los que luchan y están junto al pueblo”.
Por su parte, la vicepresidenta Cristina Fernandez de Kirchner también se hizo presente en la Casa Rosada para despedirlo y le dedicó unas palabras en sus redes sociales : “Mucha tristeza… Mucha. Se fue un grande. Hasta siempre Diego, te queremos mucho. Enorme abrazo a sus familiares y seres queridos”
El mito también es latinoamericano
Como indicamos anteriormente, la repercusión y las dedicatorias para Maradona trascendieron la frontera argentina. Son muchos los referentes y líderes políticos latinoamericanos que se sentían interpelados por el ídolo argentino, muchos de ellos incluso teniendo un vínculo cercano durante su vida.
Uno de ellos fue el ex presidente Evo Morales, quien le dedicó una sentida carta en sus redes sociales. En la misma destacó que “Diego no solo jugaba al fútbol, también militaba por la justicia y por la vida”. Lo definió como “un hijo de la patria grande” que “se enfrentó a los poderosos” y le reconoció su destacada “participación en el tren del ALBA en defensa de la soberanía de América Latina y del Caribe en contra del neoliberalismo”. Le agradeció de parte de los bolivianos por ayudarlos para que Bolivia pueda jugar al fútbol en la altura y por la reivindicación política histórica, que Maradona compartía, por la salida marítima del país. Luis Arce, el actual presidente Boliviano, también le dedicó unas palabras, reconociéndolo como un “hermano latinoamericano”.
Otra de las cartas escritas con mucho afecto hacia Maradona llegó desde Venezuela con la firma del presidente Nicolás Maduro, de reconocida amistad con el ídolo. El mandatario venezolano volvió a recordar su participación en las jornadas del “No al ALCA” del 2005 y entre tantos adjetivos lo caracterizó como “un rebelde, irreverente, pero sobre todo un genuino patriota, un indoblegable combatiente por la causa de la unidad de la Patria Grande (…) y defensor irreductible de la Revolución Bolivariana””
El ex presidente Brasilero Lula da Silva también se encargó de dedicarle en sus redes sociales unas palabras de despedida. Le agradeció su compromiso político “con la soberanía latinoamericana” y por ser “un gran amigo de Brasil”, solidario “con las causas populares y con el pueblo”. La ex presidenta Dilma Roussef, por su parte, lo reconoció mediante una carta por ser un “defensor de los pobres” y por “la lucha contra la desigualdad en Argentina, Brasil y en toda América Latina y el Caribe” También le agradeció haberla defendido en el contexto del juicio político y posterior golpe de Estado en 2015.
Desde Uruguay, se pronunciaron Pepe Mujica y Lucia Topolansky saludando a la familia Maradona y al pueblo argentino. Desde Paraguay, además del minuto de silencio en la Cámara de Diputados, llegó el saludo del ex presidente Lugo, quien publicó en sus redes una foto del ídolo argentino junto al ex mandatario cubano Fidel Castro: “Fidel decidió llevarte junto a él, pues este mundo de injusticias ya no era vos Diego”, señaló.
Cabe recordar al respecto, que Diego Armando Maradona falleció en la misma fecha que Fidel Castro. En un día que ya era especial para el pueblo cubano, el presidente Miguel Díaz-Canel le escribió una carta al mandatario argentino en la que lamenta el fallecimiento y describe a Maradona como un entrañable y fiel amigo de Fidel y de nuestro pueblo”.
El presidente mexicano, Andres Manuel Lopez Obrador, eligió sus redes para la dedicatoria. Recordó que México fue el lugar donde Maradona se consagró como jugador (en el mundial de 1986) y destacó que su admiración mayor hacia él fue “su congruencia, (…) nunca renunció a sus ideales aunque pagara el costo de ser ‘políticamente incorrecto’ .
Un fenómeno global
Los saludos también llegaron desde afuera del continente. Como era de esperar, si bien no lo hizo de manera formal, un vocero anunció que el Papa estaba “informado de la muerte de Diego Maradona y recuerda con afecto las ocasiones de encuentro de estos años” Francisco, reconocido fanático del futbol y argentino, se vió por tercera y ultima vez con Maradona durante su papado el 12 de octubre de 2016, en el marco del “Partido por la Paz”, organizado por el mismo Jefe de Estado del Vaticano.
Otras de las despedidas más emotivas ocurrió en el sur de Italia, a cargo del pueblo de Nápoles. Allí el Alcalde de la ciudad propuso cambiar el nombre del Estadio del club donde jugó Maradona para que lleve su nombre. El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, lo recordó en su cuenta personal de Twitter. “El mundo entero llora la muerte de Maradona, quien con su inigualable talento escribió páginas inolvidables de la historia del fútbol”, tuiteó.
Desde España llegaron varias dedicatorias. El presidente Pedro Sanchez lo recordó en sus redes sociales personales como el “mejor futbolista de la historia”, señalando que con “su zurda” dibujó “los sueños de varias generaciones”. El rey Felipe VI, en una carta dirigida al mandatario argentino, se lamentó por el fallecimiento y lo recordó por “su gran talento futbolístico, su presencia en la liga española y su aportación al deporte profesional”. Por su parte, el vicepresidente Pablo Iglesias lo recordó compartiendo una canción en su cuenta de twitter y agradeciendo “tantos tiempos de felicidad”
Una carta que sorprendió fue la del presidente Emanuel Macron. En un extenso desarrollo el máximo mandatario francés lamentó el fallecimiento de Maradona e hizo un recorrido por los grandes acontecimientos de su carrera, de la cual se considera un admirador . También tuvo tiempo para distanciarse del Maradona que hizo “las visitas a Fidel Castro y Hugo Chávez”, guardando su admiración únicamente para “el futbolista”.
Más allá de las dedicatorias (formales e informales) de quienes ocupan cargos políticos, el fallecimiento de Diego Armando Maradona tuvo repercusión a nivel global y los homenajes para el ex futbolista ocurrieron y seguirán ocurriendo por parte de incontables pueblos del mundo.