El miércoles 9 de Diciembre tuvimos el octavo y último diálogo del ciclo “Pensar la Unidad Sudamericana hoy”, coordinado por Mariana Vázquez y el auspicio del Centro de Estudios en Ciudadanía, Estado y Asuntos Políticos de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Podés ver el video completo aquí:
El título del octavo diálogo fue “Sistema multilateral e integración regional en un mundo en transición”. Los participantes fueron Cecilia Nahón, Directora Ejecutiva Alterna por Argentina y el Cono Sur en el Banco Mundial, Mario Cimoli, Secretario Ejecutivo Adjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y Pablo Tettamanti, Secretario de Relaciones Exteriores de la República Argentina.
Cecilia Nahon
Estamos atravesando la peor recesión en un siglo. Una crisis humanitaria y ambiental sin precedentes.
Es una crisis sincronizada. 93% de las economías del mundo entraron en recesión, el comercio cae un 20% y la inversión 40%.
Es una crisis persistente. Surgió con un shock abrupto, pero la recuperación es parcial, heterogénea. Los sectores más dependientes del contacto les cuesta recuperarse más, por lo que no se resuelve sólo con políticas de estímulo.
Es profundamente regresiva. El impacto no es igualitario, la capacidad de respuesta de cada estado es diferente. Las economías más avanzadas invirtieron en promedio 20% para contener el impacto, las emergentes 6% y las más pobres 2%.
América latina es la región más impactada por la crisis, en parte por el alto nivel de endeudamiento que contaba la región.
Hay un cierto reimpulso, revitalización, del multilateralismo, de la cooperación internacional. La pandemia está forzando un nivel de cooperación que es positivo. A pesar de las diferencias ideológicas y políticas, hay una oportunidad para que el sistema multilateral responda. Oportunidad que tiene que ser reforzada. Deberíamos trabajar para aumentar el nivel de ayuda multilateral y de financiamiento. Un “pacto de solidaridad global”, como lo llamó el presidente. Tenemos la oportunidad de un momento “Bretton Woods”.
También hay una crisis de pensamiento, de los paradigmas. Hay problemas estructurales de la economía mundial que no eran comprendidos por el pensamiento económico dominante. Las políticas redistributivas deben estar sobre la mesa. El sistema no puede seguir funcionando como lo hacía hasta ahora. Este debate está generando una reconfiguración sobre cuales son las políticas que pueden generar una reconstrucción. Hay quienes sostienen una restauración, otros trabajamos sobre una idea de “Reconstruirnos de una mejor manera”.
¿En qué manera tenemos que ser mejores? En eso América Latina tiene que participar para definirlo.
5 componentes de la agenda latinoamericana para poder influir en esto, desde nuestra identidad:
1) Deudas sustentables. Hay un problema enorme de endeudamiento global. Se discute en el G20 y el FMI la construcción de una arquitectura financiera mundial que permita reestructuraciones de deudas más balanceadas, transparentes.
2) Igualdad de género. La crisis no es neutral en términos de género, hay que elaborar políticas públicas en esta área.
3) Cambio climático. Es necesaria la sustentabilidad en términos ambientales, por lo que es necesario una coordinación regional. Necesitamos financiamiento para una transición a tecnologías verdes.
4) Diversificación productiva. Informática, turismo, manufacturas, hay que fomentar el crecimiento en nuevos sectores agregando innovación y tecnología.
5) Repensar el rol de Estado. Se necesitan estados activos, con capacidad de gestión. La integración regional no la van a hacer los mercados, sino los Estados.
Mario Cimoli
Tenemos que reforzar el multilateralismo. Tenemos que fomentar la integración regional. Pero las fuerzas a nivel global y regional no van en ese sentido.
Los países con pauperización de los sectores medios tienden a cerrarse, sustituir importaciones. Hay países que la juegan individualmente, otros de manera regional. Asia con China, es un proceso regional, o Europa, o EEUU con México y Canadá.
Hay tensiones en el sistema que tienden a una recuperación de soberanía y políticas nacionales por los actores más importantes. Lo regional se ve en políticas industriales y de desarrollo tecnológico. Las políticas de industrialización, en China, Euro o EEUU, son políticas de Estado, no cambian con cada gobierno.
Hay que repensar las instituciones que regulan el comercio a la luz de lo que está pasando. Los derechos de propiedad intelectual también tienen que repensarse. La relación entre el sistema financiero y la economía real también hay que repensarse.
La digitalización, sirve para profundizar estos procesos regionales/nacionales. América Latina la enfrenta desarticulada. Las cadenas de valor son diferentes, el tipo de trabajo es diferente y hasta los modelos de negocios cambian con la digitalización.
Uno tiene que volver a coordinar políticas industriales. Crear un buen sector de industira de la salud. La economía de cuidado. Los sectores energéticos son fundamentales, hay que construir cadenas. Para todo esto hay que repensar el acuerdo público-privado.
No hay soluciones tan claras a la crisis. El mundo que está viniendo es tan distinto que hay que repensarlo a la luz de la nueva situación.
Pablo Tetamantti
La COVID ha permitido que se hagan evidente temas que ya estaban ahí. Mucho del panorama que estamos describiendo existía de antes de la COVID, con ella tan sólo se aceleró.
El sistema multilateral tiene a Europa en el centro. Fue pensado al terminar la Segunda Guerra Mundial para una cincuentena de países, no para los 193 de la ONU actual.
Hay mucha disconformidad con cómo funciona ese sistema. Cuando uno habla de la crisis de lo multilateral, en verdad se refiere a lo multinacional. Porque los Estados Nación ya no están controlando muchas cosas, la economía por ejemplo.
¿Estamos marchando hacia un sistema como el Brexit o como el RCEP? ¿Es el mundo de la Unión Económica Euroasiática, del RIC y BRICS? Muchas cosas han cambiado. Hay varios actores que están tratando de cambiar las reglas de juego. EEUU busca mantener el sistema como está. Si cambian las reglas, Europa ya no será el centro. Rusia vuelve a reclamar su sitio, no quiere cambiar las reglas y tener que reconvertirse. China llevó adelante un proyecto de muchas décadas para integrarse a este sistema, de cambiar las reglas también debería volver a adaptarse.
Países como la Argentina sí están interesados en cambiar las reglas. Tenemos que revisar nuestra historia con estas reglas de juego impuestas para ver si jugamos bien. La ALADI sigue viva. El Mercosur ampliado como base de la UNASUR sigue ahí. Lo que ha desaparecido en la región es el diálogo, no las instituciones.
América Latina va a tener que decidir si esperamos cuál es el nuevo juego y sus reglas o si tratamos de llevar una voz a este debate y tener presencia en la discusión del juego.
A la falta de diálogo se suma falta de financiamiento y problemas de infraestructura (canal bioceanico, cuenca del plata). Si no lo decidimos regionalmente, estas cuestiones pueden ser decididas por fuera.
Así como en la Guerra Fría había una confrontación Este/Oeste, también había un debate Norte/Sur. Eso dio lugar al asistencialismo internacional.
El COVID demostró que este mundo no funciona. Muchas de las necesidades presentadas de por los países intermedios, la idea que nadie se salva solo, fue demostrada por esta enfermedad.