Con un desgaste luego de 2 años de la guerra en Ucrania, las posiciones permanecen estancadas en un contexto geopolítico que condiciona el crecimiento económico mundial. La situación humanitaria en la Franja de Gaza se torna dramática a una semana del comienzo del ramadán sin una tregua clara a la vista. Se vislumbraron reordenamientos en la VIII cumbre de la CELAC con la Presidencia Pro Tempore de Honduras. Javier Milei reposiciona su estrategia en la apertura legislativa del 1° de marzo.
Por Federico Montero y Pablo Macia
A 2 años de la guerra en Ucrania, el conflicto permanece empantanado
Iniciando el tercer año de la guerra en Ucrania, con el invierno aún presente, las posiciones entre los bandos contendientes se mantienen estables, con el ejército ruso controlando la franja sureste del país, en las zonas del Donbás, Jerson y Zaporiyia. La reciente toma de la ciudad de Avdiivka permitió a Rusia avanzar con el control de la provincia de Donetsk y ahora el objetivo es continuar con los poblados estratégicos de Kupiansk y Lyman, en una guerra de posiciones que emula a las tácticas de la primera guerra mundial. Así, los avances y retrocesos se dan en pequeñas distancias mediante luchas intensas que pueden llevar semanas o meses.
Mientras tanto, por el lado ucraniano, se ha relevado al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Valerii Zaluzhnyi por Oleksander Sirski. La publicitada contraofensiva de primavera el año pasado no tuvo significativo éxito, minando la moral del ejército ucraniano. Por ello el nuevo jefe militar afirma que busca aumentar los contraataques. Para ello, Ucrania pretende reclutar a un mayor número de reservistas, pero la desventaja con respecto a Rusia se encuentra en la proporción de 45 millones de habitantes ucranianos frente a 150 millones de rusos. La OTAN descartó enviar tropas de sus países miembros luego de que el presidente francés Emmanuel Macron dejara entrever esa posibilidad en la conferencia de líderes europeos desarrollada en París para respaldar a Ucrania. Esa posibilidad escalaría el conflicto hacia una guerra en toda Europa.
El desgaste de la guerra se mantiene también en las crecientes reticencias a sostener el financiamiento de armas y de ayuda a Ucrania, en un contexto de desaceleración económica a nivel mundial que afecta particularmente a la eurozona. En efecto, el Banco Mundial publicó las perspectivas económicas para el 2024, pronosticando un crecimiento de tan sólo un 2,4% a nivel mundial y de un 1,2% en las economías avanzadas de occidente. El informe establece como uno de los factores de este magro desempeño a las consecuencias en las cadenas de suministros y los costos derivados de la guerra en Ucrania, al que se le suma otros potenciales conflictos como el de medio oriente. De esta manera, se hace cada vez más costoso el apoyo de la Unión Europea y Estados Unidos a Kiev. Desde el inicio de la guerra, el bloque europeo a destinado 93 mil millones de dólares mientras que Estados Unidos envió 75 mil millones. Así, las promesas de los aliados de “sostener a Ucrania todo el tiempo que sea necesario” comienzan a plantear resistencias, en Europa con gobiernos como el de Hungría y Eslovaquia, mientras que en Estados Unidos de la mano del partido republicano, que controla la cámara de representantes. Un eventual triunfo de Trump en noviembre podría redundar en una drástica quita de apoyo económico a Ucrania.
De todas formas, no existe una hipótesis con la suficiente fuerza como para prever un desenlace del conflicto que se remonta a las revueltas del 2014.
La situación humanitaria en la Franja de Gaza se torna dramática a una semana del comienzo del ramadán.
A punto de alcanzar el quinto mes del conflicto en la Franja de Gaza, iniciado luego del 7 de octubre con el ataque terrorista de Hamas que mató a 1.200 israelíes y capturó alrededor de 240 rehenes, la ONU denuncia que la gran mayoría de los 2,4 millones de palestinos en Gaza están amenazados por el hambre. La represalia del ejército israelí en la Franja de Gaza se ha cobrado la vida de más de 30.000 civiles, en su mayoría mujeres y niños. Los bombardeos y las incursiones israelíes han devastado ciudades entreras de Gaza, desplazando a la población hacia el sur del territorio. El gobierno derechista de Benjamin Netanyahu se viene mostrando inflexible frente a los pedidos de cese el fuego y de urgente ayuda humanitaria en Gaza. Con su objetivo de destruir a Hamas viene manteniendo una ocupación militar con el bloqueo en la provisión de alimentos, medicinas, electricidad y agua potable que está diezmando a la población que se refugia en la zona de Rafah, fronteriza a Egipto.
Frente a las críticas internacionales orientadas hacia un cese el fuego y la asistencia humanitaria, Israel ha atacado a la ONU como cómplice de la causa palestina, al igual que a líderes como Lula Da Silva y Gustavo Petro, entre otros. Con la anuencia de Estados Unidos que tiene poder de veto en el consejo de seguridad de la ONU, Israel logró sortear los pedidos de establecer una tregua que permita un cese del fuego. El presidente Joe Biden está pagando un importante costo político por no ejercer una mayor influencia frente a Israel para frenar los ataques. En las primarias de Michigan de esta semana (estado con un porcentaje alto de población árabe) votaron 100 mil electores en blanco en señal de protesta por la situación en palestina.
Washington ha intentado mediar junto a Qatar y Egipto para establecer una tregua entre Hamas e Israel para un alto el fuego que permita intercambiar rehenes pero aún no se ha confirmado ningún acuerdo. Este debería darse antes del inicio del ramadán que comenzará el 10 de marzo: el mes de ayuno religioso islámico que suele amplificar la violencia por el conflicto palestino-israelí. El ramadán ha provocado fuertes tensiones en Cisjordania y en la Jerusalén este, ocupada por Israel. Este año puede ser mucho más conflictivo a causa del conflicto en Gaza.
En cuanto a Israel, las elecciones locales postergadas desde los ataques del 7 de octubre han revalidado a los partidos de derecha y religiosos aliados al Likud, del premier Netanyahu, que promocionó la victoria como un logro propio. Sin embargo, las encuestas afirman que a nivel del Estado nacional, el actual gobierno perdería las elecciones como consecuencia de las protestas desplegadas desde la reforma judicial que intentó impulsar Netanyahu.
Reordenamientos en la VIII cumbre de la CELAC con la presidencia Pro Témpore de Honduras.
Durante la semana se desarrolló la VIII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Kingstown, capital de San Vicente y las Granadinas. La CELAC es el bloque Latinoamericano que incluye a las 33 naciones del continente que integran la Organización de Estados Americanos, a excepción de Estados Unidos y Canadá, y surgió en 2011 como forma de contrarrestar la injerencia panamericanista de Estados Unidos en la región, que ha tenido en la OEA a su principal exponente.
La apertura del encuentre estuvo a cargo del anfitrión, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, quien reafirmó la hoja de ruta de los 100 puntos fijada por consenso en la VII cumbre desarrollada el pasado año en Buenos Aires. En ella se impulsaba el compromiso por la integración regional que profundice, entre otras cuestiones, el desarrollo sostenible, el alivio de deuda y la desdolarización de los intercambios comerciales en materia económica; la democracia y la convivencia política frente a los atentados como en la asunción de Lula en Brasil o el intento de femicidio a Cristina Fernández de Kirchner en Argentina.
El principal cambio desde aquella cumbre del año pasado es el giro en el gobierno argentino, que con la presidencia de Javier Milei se alineó abiertamente a la agenda de los Estados Unidos, enviando apenas al vicenaciller, Leopoldo Sahores, al encuentro. Bajo esa impronta, Argentina dejará de asumir un protagonismo en el bloque en favor de figuras como las de Lula Da Silva, Andés Manuel López Obrador o Gustavo Petro. Lula, quien además de Pertenecer a los BRICS detenta actualmente la presidencia del G20 ha impulsado en ese organismo la lucha contra el hambre y la pobreza, la transición justa y los impuestos progresivos a los multimillonarios para reducir la desigualdad y fomentar la justicia social. Lopez Obrador, por su parte, manifestó la voluntad de Mexico de entrar a los BRICS, aprovechando el desplante de Milei. Por último, Petro, recalcó la necesidad de dejar atrás el paradigma punitivista de la “guerra contra las drogas” impulsado por Estados Unidos, que demostró generar mayores niveles de violencia y corrupción. La verdadera respuesta al narcotráfico sería la prevención, la promoción de la salud y de opciones de desarrollo con inclusión para las poblaciones de américa latina.
Con esta impronta y con el traspaso de la presidencia pro tempore a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, la CELAC continuará impulsando el espacio de integración regional con una agenda de carácter popular y progresista centrada en la integración, el desarrollo productivo, la justicias social, la seguridad alimentaria, la preservación del ambiente y el mantenimiento de la paz.
Javier Milei reposiciona su estrategia en la apertura legislativa del 1° de marzo.
Con su impronta particular de romper la tradición argentina y mimetizarse con las de los Estados Unidos, el presidente Javier Milei realizó la apertura de las sesiones ordinarias del congreso nacional en horario central televisivo frente a un dispositivo de 5000 efectivos de las fuerzas de seguridad en las calles. El mandatario acudió a la cita con la intención de reposicionar su gobierno luego de sufrir tres reveses desde su asunción. En primer lugar, el fracaso de la Ley Ómnibus en el congreso, que se cayó por las desinteligencias en la negociación con los sectores de la oposición colaboracionista (PRO, radicalismo, bloques provinciales, etc) y por la férrea disciplina de Unión por la Patria y por las movilizaciones en contra de la Ley. En segundo lugar, el documento publicado por Cristina Fernández de Kirchner: Argentina en su tercera crisis de deuda, que refuta las premisas económicas del gobierno sobre el déficit fiscal y pone el centro en el condicionamiento del FMI, la fuga de capitales y la restricción externa. Y en tercer lugar, la conflictiva alianza del gobierno Mauricio Macri y su sector del PRO, que oscila entre el cooptar el gobierno de Milei y un eventual acuerdo con la vicepresidenta Victoria Villarruel como plan b.
Frente a ese contexto el presidente Javier Milei desarrolló un discurso en el que recalibró su estrategia en tres aspectos:
Por un lado, reafirmó su identidad doctrinaria anarcocapitalista para fortalecer a su núcleo duro contra el que él denomina “la casta”, fomentando la libertad individual, la sociedad de mercado y el egoísmo frente a la solidaridad, la justicia social y el papel del estado. En segundo lugar, volvió a reposicionar a un enemigo antagónico centrado en Cristina Fernández y Máximo Kirchner, Juan Grabois, Roberto Baradel y Pablo Moyano como forma de ataque a la política y el sindicalismo. En tercer lugar, bajo esta personalización intentó desarmar el abroquelamiento que él mismo había logrado generar al insultar públicamente a gobernadores y diputados de todos los sectores partidarios, incluso a sus aliados. De esta manera, el presidente propone reconstruir un nuevo marco de alianzas con el macrismo y aliados para garantizar la gobernabilidad exigida por el fondo monetario internacional en la implementación del ajuste.
El llamado a un nuevo pacto del 25 de mayo le permite ganar tiempo al presidente para restablecer marcos de apoyo político y desestructurar el armado opositor que intentará rechazar el DNU 70/23 que permite desregular la economía en favor de los grupos concentrados locales y trasnacionales. De todas maneras, este llamado del gobierno que en un arrojo mesiánico intenta emular a los 10 mandamiento, se da en el marco de una exigencia a comprometerse con la firma de la Ley Ómnibus a cambio de financiamiento a las provincias, que suena más como una extorsión que como un verdadero intento de consensuar una política de largo plazo.