Alemania va hoy a las urnas y por primera vez en casi dieciséis años no contará con la presencia de la canciller Angela Merkel. La principal potencia europea define en estas elecciones a los integrantes de la Bundestag, el parlamento alemán.
En estas elecciones parlamentarias, que se celebran cada cuatro años, por sufragio universal, directo, libre, igual y secreto para mayores de 18 años, los alemanes deberán emitir dos votos; el primero a un candidato específico por una de las 299 circunscripción, y allí el candidato que obtenga más votos se lleva el escaño; y un segundo voto a una de las listas cerradas que presentan los partidos a nivel nacional, y estos escaños en juego se reparten de manera proporcional.
La barrera legal de representación inicial está fijada en un 5% a nivel nacional para poder participar en la distribución de las bancas, pero también existe la posibilidad de tener representación obteniendo tres mandatos directos.
Si bien actualmente el parlamento Alemán tiene 709 bancas, por el momento no se conoce la cantidad que tendrá la en juego de la nueva composición ya que los integrantes de la Bundestag varía en cada elección porque el sistema electoral pondera la proporcionalidad que obtiene los partidos que superan el 5%.
Superada la elección, los partidos inician la fase nada sencilla de tratar de formar gobierno. La formación de las coalición de gobierno requiere tiempo, ya que las distintas fuerzas deben acordar y llegar a compromisos mutuos.
Los candidatos
La Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU), el partido democristiano de centro derecha que llevó a Merkel a ser canciller, ahora postula al ministro-presidente de Renania del Norte Westfalia -la región más poblada del país-, Armin Laschet, quien además había asumido como presidente federal de la CDU en enero de este año. Se trata del partido que más tiempo gobernó desde la conformación de la República Federal Alemana. La CDU está acompañada por el partido de Baviera, la Unión Social Cristiana (CSU).
Por su parte, el partido el Partido Socialdemócrata (SPD), fundado en 1863, es de orientación de centroizquierda y parte de la coalición gobernante. Lleva a Olaf Scholz, quien es ministro de Finanzas y vicecanciller de Angela Merkel. Este partido estuvo en el poder apenas dos décadas en las últimas siete.
Los verdes (Grüne) llevan a Annalena Baerbock en lo que será la primera vez que este partido presentan a una única candidata a la Cancillería. Es además la segunda vez que un partido propone a una mujer, después de que la CDU optara por Merkel.
El Partido Demócrata Libre (FDP), los liberales que nunca lideraron el Ejecutivo pero sí formó parte de las coaliciones de distintos gobiernos, proponen a Christian Lindner. En 2013, fue elegido presidente del FDP después de que este partido quedara fuera de la Bundestag por primera vez en su historia.
Otras fuerzas son por ejemplo la de la ultraderecha expresada en Alternativa para Alemania (AfD) llevará a Tino Chrupalla. En 2017, este partido entró por primera vez en el Parlamento y en 2019, Chrupalla fue elegido como copresidente de AfD. Mientras que la izquierda de Die Linke, nacida en 2007, lleva como candidato a Dietmar Bartsch. Esta expresión sólo gobierna actualmente en la región de Turingia.
Encuestas
Según los últimos sondeos, el socialdemócrata Scholz es quien mejor se posiciona para encabezar el próximo gobierno después de casi 16 años de liderazgo de Merkel. El vicencanciller ronda el 25 por ciento de las intenciones de votos hasta el momento.
En el tercer y último debate televisivo que cruzó a los principales candidatos, Scholz manifestó su preferencia por los verdes en una futura coalición de gobierno, y dejó en claro que “después de tantos años” quiere a los conservadores de la CDU en la oposición. El Partido Verde actualmente promedia el 15 por ciento de las intenciones de voto.
En tanto, quien se creía sería el sucesor natural de Merkel al ser el presidente del partido mayoritario Armin Laschet, sufrió en el ultimo tiempo un desplome de su campaña aunque según el promedio de las encuestas conserva un 22 por ciento de intención de votos. Laschet descartó coaliciones con los extremos en ese mismo debate.
Los otros espacios como FDP y la AfD se acercan a un promedio del 10 por ciento de los votos cada uno, mientras que Die Linke se ubica en un 6,5 por ciento.
La preocupación de la CDU y el SPD en esta elección radica en que puede ser la primera vez que no logren alcanzar el 50% de las bancas, y por ende ya no pueden apelar a esa coalición en la que se basó los últimos dos parlamentos.
En suma, todo indica que después de las elecciones del domingo, los partidos deberán iniciar un proceso de conversaciones que terminará en una coalición de tres partidos para poder alcanzar el Gobierno de Alemania.