Observatorio del Sur Global

Elecciones regionales en Colombia

Florencia Tursi Colombo
Florencia Tursi Colombo
7 Minutos Leídos

El domingo pasado se llevaron a cabo elecciones regionales en Colombia para elegir autoridades en más de 1100 municipios y 32 departamentos y los resultados fueron favorables a diversas fuerzas políticas de derecha. Para el gobierno nacional encabezado por Gustavo Petro fue una señal de alerta: no solo no pudo ganar en las principales ciudades sino que tampoco su agenda y propuestas tuvieron eco en los territorios.

Participación

Estaban habilitados/as para votar 38,9 millones de colombianos/as. Pero la participación fue baja, sólo ejercieron el derecho al voto el 59,2% de los inscriptos.

Resultados

En rasgos generales, los números favorecieron a las fuerzas políticas de derecha o centro-derecha, mientras que para la izquierda el resultado fue un retroceso respecto de elecciones anteriores ya que el Pacto Histórico, la coalición de izquierda que logró la presidencia en 2022 con Gustavo Petro, que es la principal fuerza en el Congreso, en esta elección no logró consolidar un buen resultado en los municipios y departamentos.

En cuanto a las alcaldías, de las 32 capitales en juego, la derecha (o centro derecha) ganó en 20, mientras que en las anteriores regionales, en 2019, habían obtenido 14, lo que implica un importante crecimiento. En cuanto a las gobernaciones, de los 6 principales candidatos del Pacto Histórico que tenían el respaldo del oficialismo, solo 3 lograron ganar, se trata de los candidatos en los departamentos de Nariño, Amazonas y Magdalena. En la capital, Bogotá, se impuso Carlos Fernando Galán, hijo del recordado candidato asesinado por sicarios, Luis Carlos Galán, por el Nuevo Liberalismo con el 50% de los votos evitando una segunda vuelta. El candidato de Petro, Gustavo Bolívar, quedó en tercer lugar por debajo de Juan Daniel Oviedo, exfuncionario de Iván Duque, quien obtuvo el 20%.

En Medellín, el excandidato a presidente, el conservador Federico “Fico” Gutiérrez se impuso ampliamente, con más del 70% de los votos. Explica tal resultado la mala gestión del alcalde Daniel Quintero, que se presentaba en la elección por medio del candidato Juan Carlos Upegui.

¿Una derrota para Petro?

Muchos han interpretado los resultados como una derrota para Gustavo Petro: El diario El País de España tituló: “Las elecciones en las que se frenó la ola de cambio político”. Si bien es una señal respecto de la orientación del electorado, no dejan de ser elecciones regionales en donde lo que está en juego no es el gobierno nacional, sino el parecer de cada región y localidad.

Ya antes de las elecciones se hablaba de que esta votación era una especie de referéndum sobre la aprobación del presidente en su primer año y medio de gobierno. Generando así altas expectativas sobre el resultado. Los medios de comunicación jugaron sus fichas ahí, imponiendo una imagen negativa del gobierno y remarcando las dificultades económicas que atraviesa el país, de manera tal que las elecciones expresaron aquel malestar exacerbado.

Tras conocerse los resultados, Petro intentó a través de sus redes sociales bajarle el tono de dramatismo a la derrota.

Lo cierto es que para el presidente el panorama que se viene es complejo. Los resultados evidenciaron una pérdida de apoyo a su partido. Petro ya salió a hablar de la necesidad de diálogo con las nuevas autoridades electas y se comprometió a trabajar conjuntamente con los gobernadores. Pensando específicamente en las grandes ciudades, Petro tendrá que estrechar lazos con sectores no afines a sus propuestas.

Probablemente la derrota más dura para Petro fue la de Bogotá en donde había apostado explícitamente por Gustavo Bolívar y metiéndose de lleno en la campaña. Bogotá era el bastión de Petro, fue alcalde de la ciudad entre 2014 y 2015 y en las presidenciales obtuvo un amplio porcentaje, sacó 47% en la primera vuelta y 58% en la segunda vuelta. Sin embargo, pese a que aspiraban a llegar a una segunda vuelta, el candidato de derecha ganó en primera vuelta, pero no sólo no pudieron llegar a un balotaje sino que Bolívar quedó tercero con el 18% de los votos.

Una de las dificultades del Pacto Histórico a la hora de seleccionar candidatos fue que se privilegió cierta cercanía con Petro perjudicando a posibles candidatos que eran referencia en las regiones. Esto produjo un efecto negativo, muchos candidatos fueron vistos como “extranjeros”, es decir, que no pertenecían al lugar en donde se estaban candidateando ya que fueron impuestos desde Bogotá. Incluso produjo desacuerdos al interior del Pacto Histórico.

Esto da cuenta de otra complejidad para el gobierno, mientras se ocupa de la administración nacional, la percepción ciudadana es que descuida la administración de lo local. De hecho, en ningún momento de la campaña la agenda de propuestas del presidente fue tema central. No se habló del cambio climático, ni de la paz total, por poner algunos ejemplos de los principales ejes del gobierno. Por el contrario, la campaña de las elecciones regionales tuvo como foco central la seguridad y lo que más movilizó fueron los discursos de “mano dura” y de la necesidad de más presencia policial, temas que no forman parte de las propuestas de Petro.

En suma, no hay un gran ganador de las elecciones ya que se han votado a distintos sectores políticos dando cuenta de una fragmentación en las regiones. El punto en común en dichas votaciones es que se prefirieron candidatos conservadores. El petrismo tenía expectativas de consolidar algunas victorias, pero más allá de los malogros en las ciudades y los departamentos, el principal replanteo para el presidente viene de la mano de su agenda y su proyecto. La duda es si Petro podrá mantener su agenda y afianzar la transformación frente a una ciudadanía que pide resultados rápidos en otros terrenos como mejoras económicas y ciudades más seguras.

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