Observatorio del Sur Global

China aumenta su influencia en Arabia y crece la tensión política en Perú y Argentina.

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Xi Jinping visitó Arabia Saudita para articular lazos de cooperación en la región. En Perú la crisis política se cobró la destitución del presidente Pedro Castillo y el Lawfare en Argentina se consumó con la condena a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Mientras tanto, el descontento social y político se manifiesta en los países del norte desarrollado. El Mercosur cerró su cumbre con diferencias entre sus miembros.

Por Federico Montero y Pablo Macia

Xi Jinping visitó Arabia Saudita para articular lazos de cooperación en la región.

El presidente de China, Xi Jinping realizó esta semana una visita de 3 días por  Arabia Saudíta con la intención de fortalecer los lazos comerciales y de cooperación con los países del Golfo Pérsico. El encuentro adquirió una gran importancia geopolítica dado el peso que Beijing tiene como principal consumidor mundial de petróleo frente al mayor exportador del mundo. En efecto, China le compra a Arabia alrededor del 20% del petróleo que consume y durante el 2021 ambos países mantuvieron un comercio binacional por 80.000 millones de dólares.

De esta forma, el gigante asiático viene ganando influencia en la región aprovechando, además, el deterioro de las relaciones de la monarquía árabe con Estados Unidos, que no sólo ha cuestionado las violaciones a los derechos humanos en el país árabe sino también la negativa de aislar a Rusia en el marco de la guerra en Ucrania. Es que Riad y Moscú han coordinado en la OPEP + la reducción de la producción de petróleo a 2 millones de barriles diarios para sostener el precio del petróleo.

Mientras tanto, el G7 y la Unión Europea acordaron imponer un precio tope de 60 dólares por barril de petróleo ruso, aplicando sanciones a quienes superen ese monto en las operaciones comerciales. Pero los recortes en la producción acordados entre la Casa Saúd y el Kremlin van en contra de la estrategia occidental, generando incertidumbre en los mercados y tensando las relaciones históricas de Arabia con Estados Unidos.

La relación entre China y los países del Golfo Pérsico se presentan como beneficiosas en el marco de los proyectos de cooperación e infraestructura de la Franja y la Ruta de la Seda, que permitirían a los países árabes diversificar sus actividades para intentar reducir la dependencia del petróleo. Hacia ese objetivo se avanzó con la firma de 34 acuerdos de inversión entre ambos países, que abarcan la energía verde, el transporte, la logística, las industrias médicas y la construcción. Además acordaron desarrollar reuniones bienales alternadas para fortalecer lazos y entre algunos potenciales acuerdos están los de comerciar en sus propias monedas para sortear la dependencia del dólar y otras iniciativas como la entrada de Arabia al BRICS plus.

La monarquía saudita es la única entre los países árabes que pertenece al G20 y es la puerta de entrada para las relaciones Sur-Sur de los estados del golfo pérsico con China. Así, en un encuentro en Riad se desarrolló la primera reunión China-Estados Árabes con el objetivo de implementar lazos de cooperación a través de la Iniciativa para el Desarrollo Global. En ese marco resolvieron impulsar ocho importantes iniciativas de cooperación en ámbitos que incluyen apoyo para el desarrollo, seguridad alimentaria, salud pública, innovación verde, seguridad energética, diálogo entre civilizaciones, desarrollo juvenil, y seguridad y estabilidad. Además, la propuesta china apoya a los estados árabes en su exploración independiente de vías de desarrollo “ajustadas a sus condiciones nacionales”, bajo la prédica de “no intervención en los asuntos internos”, lo que presenta una ventaja para los países del golfo frente a las propuestas occidentales que imponen  condiciones bajo la predica de los derechos humanos. China llamo así a combatir la islamofobia y a respetar las culturas milenarias con sus características y particularidades.

A su vez Xi mantuvo reuniones bilaterales con los mandatarios de Túnez, Egipto, Kuwait, entre otros. Y en especial fue destacable el apoyo chino a la causa palestina en su reunión con su presidente, Mahmoud Abbas.

De esta forma, China consolidó lazos de mutuo beneficio en la región del golfo pérsico, aumentando su influencia geopolítica en medio de la disputa global que mantiene frente a Estados Unidos.  Es que la articulación con China fortalece el multilateralismo que permite adquirir mayor autonomía a los países emergentes frente al tradicional predominio del bloque occidental hegemonizado por Estados Unidos.

Crisis política en Perú y lawfare en Argentina hacia CFK

El miércoles 7 de diciembre finalmente se produjo la destitución del presidente Pedro Castillo por parte del Congreso de Perú, al aprobarse la moción de vacancia luego de que el mandatario intentara anunciar un gobierno de excepción y la disolución del poder legislativo. En efecto, horas antes del tratamiento de la 3° moción de vacancia por incapacidad moral en el Congreso, Castillo intentó anunciar el cierre del parlamento y el llamado a elecciones de una nueva asamblea constituyente que redacte una nueva carta magna en el transcurso de los siguientes 9 meses.

Pero este anuncio lejos de ser apoyado por el gabinete de Castillo y por el Ejército y la Policía, le valió la renuncia masiva de todos sus ministros y la destitución en el Congreso. Castillo que contaba con apenas un 30% de imagen positiva fue atacado por el congreso desde su arribo en julio de 2021. Sin embargo el poder legislativo en Perú también cuenta con el rechazo mayoritario de la población, manteniendo tan sólo un 10% de imagen positiva.

 En ese contexto quedaban dudas de que el cuerpo alcance los 87 votos necesarios para destituir al ahora expresidente. Pero después de su aventurado anuncio de disolución del Congreso logró que 102 diputados – entre los que se incluyeron varios de los 37 del oficialismo – aprobara destituir al presidente y tomarle juramento a la vicepresidenta Dina Boularte. Es que Castillo no tenía atributos legales ni constitucionales para fundamentar el anuncio realizado, manifestándose como un acto desesperado.

La nueva presidenta, abogada y con perfil de izquierda, afirmó que se compromete  “ante el país a luchar para que a los nadies, los excluidos, los ajenos, tengan la oportunidad del acceso que históricamente se les ha negado”, Formalmente el mandato de las elecciones la habilitaría hasta las próximas a realizarse en 2026, pero el escenario político fragmentado del Perú puede determinar el anticipo de las elecciones, tanto del ejecutivo como del legislativo.

En este marco, la apatía política de la sociedad peruana se acrecienta con esta paralización de la política entre los dos poderes democráticos del Estado, y el proceso de incertidumbre continúa abierto en un país que en 6 años tuvo 6 presidentes al frente del gobierno desde que Pedro Pablo Kuczynski fuera destituido.

Además el martes se consumó en Argentina la operatoria de Lawfare hacia la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que determinó una condena de proscripción en suspenso. En un proceso, a todas luces amañado y falto de pruebas, los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso sentenciaron una condena de 6 años y la inhabilitación a ejercer cargos públicos de la 2 veces presidenta de la nación y actual vicepresidenta.

La condena se da en medio de filtraciones que demuestran la connivencia entre sectores del poder judicial, empresarios de medios concentrados de comunicación e integrantes de la oposición política de cambiemos, que la vicepresidenta Cristina Fernández catalogó como “estado paralelo” y mafia judicial. La operatoria tiene las mismas características que el ataque a Luiz Ignacio Lula Da Silva en Brasil y a Rafael Correa en Ecuador, constituyendo un patrón de confrontación de los poderes facticos frente a los gobiernos populares.

Es que en efecto, la persecución política a CFK y las constantes trabas al accionar del poder ejecutivo por parte del poder judicial ponen en entredicho los alcances de esta segunda generación de gobiernos populares y progresistas que han arribado al poder luego de las dos primeras décadas del siglo XXI. En ese aspecto la disputa estará dada por la efectiva capacidad de estos gobiernos de doblegar al poder real para retomar las transformaciones o su disolución en lógicas de la gobernabilidad que obturen su capacidad de operatoria.

Por su parte Cristina Fernández adelantó que no va a presentarse a elecciones, como forma de demostrar que su liderazgo político no requiere de fueros. Además esto implica un llamado a la militancia del Frente de Todos para que sean protagonistas en la lucha por restituir el proyecto nacional popular de ampliación de derechos que ella representa.

El 19 de diciembre se desarrollará el encuentro del grupo de Puebla para comenzar la campaña de denuncia frente al lawfare, la proscripción  y en defensa de la democracia en Argentina. Mientras tanto, los líderes y organizaciones más destacadas del campo democrático y popular han manifestado su apoyo a la vicepresidenta y la denuncia frente a su persecución política. Cristina Fernández de Kirchner continúa siendo la líder política con el apoyo popular más importante del país, pero la campaña de desgaste de la derecha y los factores de poder auguran una puja de largo alcance. Además de las acciones de gobierno, la capacidad de movilización popular y la intervención en la escena pública de las fuerzas del campo nacional popular definirán las relaciones de fuerzas de cara a las elecciones del 2023.

Descontento social y político en los países del norte desarrollado.

Al calor del aumento de la inflación que adquirió un promedio del 10% anual en las principales economías occidentales, continúan desarrollándose medidas de fuerza sindicales por recomposiciones salariales. Durante esta semana se han manifestado más de 1.000 empleados del diario estadounidense The New York Times, quienes iniciaron la huelga  más masiva en 40 años. El sindicato NewsGuild representa a casi la totalidad de los trabajadores del diario, y reclaman un aumento salarial que se ajuste a la inflación frente a la propuesta de apenas un 5,5% que ofrece la empresa. Además reclaman “contrato completo y equitativo” y las mejoras del seguro médico y beneficios jubilatorios.

Mientras tanto, en el Reino Unido, los trabajadores de control de inmigración y aduanas de los aeropuertos y puertos anunciaron que realizarán huelgas del 23 al 26 de diciembre y del 28 al 31 de diciembre, afectando los traslados por las fiestas navideñas. Es que el jefe del Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales (PCS), Mark Serwotka afirmó que los trabajadores están viviendo en la pobreza, y que 40.000 de sus miembros tenían que recurrir a los bancos de alimentos. Una parte importante de ellos se “saltan comidas” y no pueden pagar la calefacción. La propuesta de aumento salarial es de apenas un 2% y el gobierno se muestra intransigente en incrementarlo con el argumento de que potenciaría aún más la inflación, que alcanza al 11,1%.

De esta forma el conflicto continúa in crescendo, generando la amenaza de un nuevo “invierno del descontento” como el de fines de los años ´70. Es que los conflictos se extienden al personal de enfermería, a paramédicos, trabajadores del correo, empleados de ferrocarriles, bomberos, choferes del transporte público y profesores universitarios, entre otros. Y por el momento, el gobierno presiona con medidas restrictivas y amenazas en vez de hacerse eco de las demandas de los sindicatos.

Este clima de descontento social generalizado es caldo de cultivo para el desarrollo de grupos radicalizados y extremistas. Así en Alemania fue desbaratada una banda de  integrantes de la organización “Reichsbürger” (Ciudadanos del Reich), quienes planeaban un ataque armado contra el Bundestag, cámara baja del Parlamento. 25 integrantes de esta banda de ultraderecha fueron detenidos en 11 de los 16 estados alemanes. Estos grupos que repudian la democracia liberal mantienen la creencia de que los países están gobernados por un “estado profundo” y que una alianza secreta técnicamente superior de gobiernos, servicios de inteligencia y ejércitos de varios Estados, van a restituir viejos los valores de grandeza de las naciones. Estas creencias tienen puntos de conexión con los seguidores de Donald Trump que tomaron el Capitolio en enero del 2021.

En Alemania cuentan con el liderazgo de un descendiente de aristócratas identificado como Heinrich XIII Príncipe de Reuss, y con una jueza y exdiputada del partido Alternativa para Alemania (AfD), Birgit Malsack-Winkemann. Además de los detenidos se continúa buscando a 27 integrantes más de este grupo terrorista, en el que también participan reservistas y ex integrantes de las fuerzas de seguridad.

A pesar de las disparatadas teorías conspirativas, estos grupos de derecha antiestablishment de corte neonazi han proliferado en los últimos años al calor de la crisis social y política existente. Es que hay momentos de la Historia como el actual, en los que el creciente deterioro de las condiciones de vida de las poblaciones más vulnerables las impulsa a reclamar cambios drásticos. Así pueden engrosar los movimientos que se orientan hacia una mayor justicia social y la ampliación de derechos o por el contrario, tal como está sucediendo en los países desarrollados, a sumarse a grupos que pregonan mayor desigualdad, odio, discriminación y autoritarismo a nombre de “la libertad para los mejores” o “una gloria pasada” que ya no es.

El Mercosur cerró su cumbre con  las discrepancias de Uruguay

Durante la semana se realizó la LXI Cumbre del Mercosur en la que se dio el traspaso de la Presidencia Pro Tempore de Uruguay a la Argentina, y que estuvo atravesada por la crítica hacia Montevideo por intentar cerrar tratados comerciales por fuera del bloque. La tensión en el cónclave estuvo dada por las críticas de Argentina, Brasil y Paraguay a los intentos unilaterales de Uruguay de ingresar al Acuerdo Transpacífico (TPP) y a un Tratado de Libre Comercio con China. Es que el acta fundacional del MERCOSUR impide a los estados miembros negociar por fuera del bloque, mientras que Uruguay invoca ese derecho para revertir las asimetrías en perjuicio de las economías de menor dimensión económica.

En la declaración final firmada por Argentina, Brasil y Paraguay se destacan la discusión del arancel externo común, la revisión del régimen de origen, los servicios y los sectores automotor y azucarero con atención a la búsqueda de “alternativas para promover su mejor aprovechamiento y facilitar el acceso a mercados extraregionales”. Además impulsa la aceleración de la incorporación de nuevos integrantes al bloque como Bolivia y la continuidad del Fondo para la Convergencia Estructural (Focem) “como herramienta para la reducción de asimetrías y el fortalecimiento del proceso de integración. Por último destaca la continuidad de las negociaciones del bloque con Singapur, la Unión Europea, Canadá, Corea e Indonesia.

El Mercosur es el espacio de integración regional con mayor institucionalidad de América del Sur. Sin embargo aún requiere de mayores niveles de integración y complementación para resolver las diferencias entre los estados miembro, tales como las que plantea Uruguay. De todas formas, la integración del espacio es el elemento central para avanzar en ese camino y la política unilateral de Uruguay debilita el potencial del bloque regional.

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