Por Fernando López Ariñez
El próximo domingo 7 de marzo, Bolivia volverá a las urnas para elegir a gobernadores, asambleístas departamentales, alcaldes y concejales municipales. Cabe señalar, que esta elección debió realizarse en el año 2020, pero a raíz de la incertidumbre electoral generada por la ruptura constitucional de noviembre de 2019, se produjo la postergación del calendario electoral y a su vez, la extensión del mandato de las autoridades departamentales y municipales.
Este domingo 7 de marzo te entregarán dos papeletas: una departamental y otra municipal. ¡Conócelas!#LaDemocraciaLaHacemosTodos pic.twitter.com/KQe1OArVZG
— TSE Bolivia (@TSEBolivia) March 3, 2021
Es por ello, que las esperadas elecciones subnacionales buscan dar por terminado un periodo largo de inestabilidad política, y así brindar un marco de normalidad y reordenamiento del mapa político nacional y departamental. Nuevamente, con el MAS-IPSP como la única fuerza política de alcance nacional, y por el otro lado, una oposición fragmentada y regionalizada que busca retener las principales alcaldías y gobernaciones obtenidas en las elecciones del año 2015.
Un dato a tener en cuenta es que nunca el MAS-IPSP ha podido igualar los resultados obtenidos en las elecciones presidenciales, por el contrario siempre tuvo una merma importante de votos. Si vemos los resultados electorales de 2014 y 2015, el MAS-IPSP obtuvo el 61% en las presidenciales y meses después no pudo pasar del 40% perdiendo así, su votación en las principales urbes del país. Sin duda, estos resultados dejan en claro que otros factores entran en juego en las elecciones subnacionales: la emergencia de liderazgos regionales, la aparición de fuerzas políticas departamentales, las divisiones internas en la elección de candidatos del MAS-IPSP y la falta de autoridades locales capaces de presumir buenas gestiones, hacen volátiles los resultados electorales.
¿Cómo llega el MAS-IPSP a las subnacionales?
Luego de la apabullante victoria de Luis Arce, el MAS-IPSP ha recobrado cierta vitalidad y ejercicio electoral que le ha permitido recomponer su estructura y encarar el escenario que se avecina. En ese sentido, el MAS-IPSP comenzó la campaña de cara a las subnacionales con el desafío de mejorar los resultados de 2015 para dar pelea en las principales urbes del país, que históricamente han sido reacias al partido liderado por Evo Morales, y que quedó plasmado en 2015 cuando el MAS-IPSP solo pudo alzarse con 2 de las 10 principales alcaldías: Potosí y Sucre, contrario al resultado electoral de las gobernaciones donde obtuvo 6 de las 9 en disputa: Beni, Cochabamba, Chuquisaca, Oruro, Pando y Potosí, que pueden explicarse a través del apoyo en el ámbito rural que se suma a los pisos históricos del MAS-IPSP en las ciudades intermedias y principales urbes.
De cara a los preparativos para las subnacionales, el MAS-IPSP registró aciertos y errores, esto debido a que el oficialismo es considerado el principal candidato en muchas regiones, agudizando así las internas en la elección de candidatos. Es por ello, que previo a la inscripción de candidaturas, se produjeron disputas internas en El Alto, Santa Cruz, Potosí, Beni y Pando, y que en algunos lugares terminaron con la ruptura y salida de militantes del MAS-IPSP, quienes luego decidieron postular por otras siglas políticas, como es el caso de la ex presidenta del Senado, Eva Copa, que al no ser proclamada candidata por la alcaldía de El Alto, decidió su incorporación a Jallalla, desatando una feroz crítica contra los principales dirigentes del MAS-IPSP y posicionándose como la favorita de cara a elección.
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En lo que refiere a los aciertos, por primera vez el MAS-IPSP pudo consensuar candidatos capaces de disputar el poder en regiones donde nunca obtuvo grandes resultados. Este es el caso de Mario Cronenbold, ex alcalde del municipio de Warnes y actual candidato a la gobernación de Santa Cruz, quien en la campaña ha podido presentarse como cruceño-masista, y que las encuestas lo muestran como buen contrincante para disputarle el poder a Luis F. Camacho. De igual manera, César Dockweiler, ex gerente de la empresa pública, Mi Teleférico, es una de las mejores cartas del MAS-IPSP para disputar la alcaldía de la ciudad de La Paz, siendo el único candidato capaz de unificar el voto popular y acercarse a los sectores de la tradicional clase media paceña.
A su vez, el MAS-IPSP ha ido en crecimiento en el departamento de Pando, donde tiene chances de obtener la gobernación y la alcaldía de Cobija, de igual manera se posiciona como el favorito para alzarse con las gobernaciones de Oruro, Potosí, Cochabamba, y de disputar las alcaldías de la ciudad de Oruro, Sucre y Potosí. Asimismo, está sobre la mesa la posibilidad de revalidar la gobernación de Chuquisaca y de recuperar la gobernación de La Paz -perdida con muy malos números en 2015-. Mientras tanto, las gobernaciones de Beni y Tarija siguen representando una dificultad mayor, como también las alcaldías de Trinidad, El Alto, Cercado y Santa Cruz de la Sierra (pese a la elección de Adriana Salvatierra, uno de los mejores cuadros juveniles del MAS-IPSP).
¿Es Jallalla una opción a la izquierda del MAS-IPSP?
La aparición de la agrupación política Jallalla, es una de las grandes sorpresas de estas elecciones subnacionales. Jallalla al mando de Leopoldo Chui -empresario alteño-, terminó por alquilar su sigla al histórico líder indígena, Felipe Quispe, alias el “Mallku” como candidato a gobernador por La Paz, y que luego derivó en el ofrecimiento a la ex presidenta del Senado, Eva Copa, recientemente alejada de las filas del MAS-IPSP por disputas internas. Sin duda, este suceso dio una sacudida a la campaña electoral, debido a que ambos candidatos gozaban de buena imagen por su desempeño político contra al gobierno de facto, no obstante la repentina muerte de Felipe Quispe, provocó la sucesión de su hijo Santos Quispe, médico de profesión y más radical en el discurso que su padre.
En ese sentido, Eva Copa y Santos Quispe han desarrollado un discurso de impugnación al MAS-IPSP, tratando de posicionarse como la nueva alternativa del pueblo paceño, en especial del pueblo alteño, quien en distintas ocasiones ha demostrado su apoyo al MAS-IPSP, pero también su impugnación como pasó en las subnacionales de 2015. Es por ello, que estamos ante un distrito electoral cada vez más relevante (por la cantidad de votantes) y que será clave para definir si la gobernación volverá a manos del MAS-IPSP, o sí será para Jallalla, que busca en esta elección convertirse en una alternativa real al MAS-IPSP.
Una derecha fragmentada entre la radicalización y el reciclaje
El resultado electoral del pasado 18 de octubre fue un baño de realidad para muchos actores políticos que van desde las facciones más moderadas hasta las más radicales de la derecha boliviana. Sin duda, la derrota de Carlos Mesa generó un debilitamiento de Comunidad Ciudadana, y también de una alternativa de una derecha más moderada. Ejemplo de ello, está la ausencia de candidatos con posibilidades reales de triunfo provenientes de CC, partido que no tiene candidatos que disputen el eje troncal, salvo Gary Añez, ex periodista y candidato para la alcaldía de Santa Cruz de la Sierra, quien durante toda la campaña ha utilizado un discurso regional, nada cercano a Comunidad Ciudadana y Carlos Mesa, evidenciando así, la fragilidad de CC de no poder posicionar candidatos propios.
De igual manera, es importante destacar que hoy tres partidos que disputaron poder durante 14 años con el MAS-IPSP, no cuentan con candidatos capaces de obtener una victoria en las subnacionales. El partido Demócratas, liderado por el gobernador cruceño Rubén Costas, Unidad Nacional, liderado por el empresario Samuel Doria Medina y Sol.Bo, liderado por el alcalde de la ciudad de La Paz, Luis Revilla, sufren los efectos de haber apoyado y financiado la candidatura fallida de Jeanine Añez, como también servir de estructura para gestionar conjuntamente el Estado, lo que les ha representado una pérdida absoluta de credibilidad ante la población.
Otro aspecto a señalar es la presencia de candidatos que responden a una derecha más radical, ya que en la lista de candidatos tenemos al ex líder cívico, Luis F. Camacho, con chances de obtener la gobernación de Santa Cruz y consolidar su poder regional; la ex presidenta de facto, Jeanine Añez, candidata a la gobernación por el Beni; el ex líder cívico, Marco Pumari, candidato a la gobernación por Potosí; el ex ministro de Obras Públicas, Vivienda y Servicios durante el gobierno de facto, Iván Arias y candidato por la alcaldía de La Paz; el ex prefecto de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, candidato para la alcaldía de Cercado; el extremista Horacio Poppe, candidato por la alcaldía de Sucre; y la controvertida ex senadora, Carmen Eva Gonzales, candidata por la gobernación de Pando.