Este 8M las mujeres marchamos en un contexto difícil, el avance de discursos de odio y de una derecha extrema que busca eliminar nuestros derechos, los que fuimos consiguiendo en un largo camino de lucha. Hay una reacción conservadora, cada vez más presente en la política, medios de comunicación y plazas públicas, que con violencia busca dominar nuestros cuerpos, placeres y sexualidades, reprimir nuestros discursos y eliminar a aquellas que se animen a alzar su voz, como el asesinato de Marielle Franco en Brasil en 2018 y el intento contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner el año pasado.
Los femicidios nos siguen estremeciendo. Las cifras de violencia contra las mujeres y la cantidad de asesinatos nos ubican en una responsabilidad: no podemos abandonar la lucha, no podemos dejar de gritar para cambiar este sistema patriarcal.
Según los últimos datos publicados por el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la CEPAL, que corresponden a 2021, en América Latina son asesinadas 12 mujeres por razón de género por día.
En cuanto a la economía, las desigualdades se siguen profundizando. Si bien, en rasgos generales, las economías latinoamericanas crecerán este año, se estima un 1,3%, la brecha entre varones y mujeres en cuanto a salarios, recursos e ingresos es grande. Las mujeres seguimos recibiendo remuneraciones más bajas por las mismas tareas que los hombres, seguimos siendo las que se ocupan de las tareas de cuidado y seguimos encontrando trabas para acceder a puestos jerárquicos.
En América Latina hubo distintas marchas este 8M. Las mujeres nos hicimos presentes en las calles remarcando nuestro lugar y visibilizando nuestros reclamos. En cada ciudad y en cada pueblo, mujeres se movilizaron para visibilizar las desigualdades y la violencia machista. El Ni una Menos y el Aborto Legal han estado presentes este 8M como banderas compartidas que trascienden las fronteras. Acá te contamos algunas de esas movilizaciones y actividades que se hicieron por el 8M en la región:
Brasil
Este 8M las brasileñas se movilizaron por la defensa de la vida, el derecho a la tierra y la vivienda y la lucha contra el fascismo y el racismo.
La principal concentración fue en San Pablo, en la Av. Paulista, convocada por movimientos populares, sindicales, feministas y partidos políticos.
El contraste con la movilización del año pasado fue grande ya que la anterior marcha estuvo marcada por la lucha y resistencia contra el gobierno de Bolsonaro. El contexto de este año es distinto, el gobierno cambió y ahora las mujeres se movilizaron para seguir defendiendo la democracia y reivindicar los derechos de las mujeres trabajadoras frente al resabio del bolsonarismo extremista que trata, con más violencia, de volver al poder.
El cambio de gobierno se hizo sentir en importantes medidas tomadas por el presidente Lula en este 8M. Lula anunció un paquete de medidas para combatir la desigualdad de género que incluyen políticas para enfrentar el acoso sexual, garantizar la salud menstrual, acabar con la desigualdad salarial, capacitaciones a mujeres en situación de vulnerabilidad y construcción 40 nuevas Casas de la Mujer para dar atención integral a las víctimas de violencia machista.
Colombia
Las marchas por el 8M se produjeron en distintas ciudades del país. En el sur de Bogotá, capital del país, se realizó un plantón de resistencia feminista y trabajadora en donde se hizo una olla popular y se cantó: “Alerta, alerta, que camina la lucha feminista por América Latina”.
En Medellín se produjeron algunos disturbios debido a la presencia del ESMAD, el Escuadrón Móvil Antidisturbios que causó malestar entre las manifestantes, pero no hubo incidentes mayores.
Las colombianas se movilizaron por las múltiples opresiones: de clase, de género y de raza. Una muestra de lo que padecen puede verse en los ataques que recibe la vicepresidenta Francia Marquez. Ella ha sido foco de ataques machistas y de amenazas de todo tipo. Hace tan solo unos meses sufrió un intento de asesinato con un artefacto explosivo encontrado en la puerta de su casa.
Honduras
La única mujer presidenta elegida por el pueblo en este momento en América Latina es Xiomara Castro en Honduras. Ella impulsó este 8M una importante medida que fue la firma del decreto 75-2023 que legalizó el uso de la Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE). La PAE, también conocida como la pastilla del día después, estaba prohibida en Honduras, uno de los pocos países de América Latina que mantenía esa retrógrada restricción, la cual había impuesto el legislativo en 2009.
El 8 hubo también movilizaciones de mujeres en Tegucigalpa contra los feminicidios. Honduras es uno de los países la mayor tasa de asesinatos por motivos de género. En 2021 la tasa fue de 4,6 casos por cada 100.000 mujeres según el Observatorio de la CEPAL.
México
En México se produjeron numerosas manifestaciones. Miles de mujeres marcharon en la “marea violeta”. Se escucharon consignas como “vivas nos queremos” o “amiga, hermana, si te pega no te ama”, contra la violencia patriarcal.
El país registra uno de los números más altos de femicidios con 10 víctimas al día y se calcula que más del 95% de las mujeres fueron acosadas sexualmente en el transporte público.
El presidente, López Obrador, señaló los logros alcanzados durante su gobierno en materia de paridad de género. Por primera vez en la historia del Gobierno de México existe un gabinete paritario. “Esa consigna de que la Cuarta Transformación debe ser feminista o no será, yo creo que eso ya se quedó atrás, porque ya la Cuarta Transformación es feminista” señaló y agregó que ahora el objetivo es consolidar las libertades en el país.
Se temía cierto enfrentamiento entre la policía y las manifestantes, pero eso no sucedió. Aunque hubo vallas y pequeños disturbios, en general la manifestación fue pacífica.
Perú
El 8M no fue indiferente a la crisis política y social que atraviesa el país andino. Las mujeres se movilizaron en un contexto de fuerte represión y criminalización de la protesta exigiendo democracia y llamado a elecciones. Desde diciembre, cuando asumió de manera irregular la presidencia Dina Boluarte, han fallecido 76 personas producto de la violencia policial.
En Lima se juntaron mujeres aymaras y de distintas delegaciones regionales para realizar un plantón pacífico exigiendo la renuncia de Boluarte.
Pero la violencia no cesó ni en este día, la policía lanzó bombas lacrimógenas contra las manifestantes que se encontraban en el Palacio de Justicia.
La tasa de femicidios no ha bajado en el país. Durante 2022 fueron asesinadas 137 mujeres y se produjeron 5,380 desapariciones, la mayoría niñas y adolescentes.
“Boluarte ha ordenado disparar contra las mujeres, ha dejado menores en orfandad que incrementan la carga de cuidado para las mujeres, ha gaseado y reprimido. Está entregando recursos y territorios. No será recordada como la primera presidenta sino como la primera traidora” expresó la ex ministra de la mujer y poblaciones vulnerables, Anahí Durand.