La gira de Vladimir Putin por Corea del Norte y Vietnam aumenta la tensión en Asia Pacífico y la hipótesis de una eventual escalada militar como respuesta a los ataques de Ucrania en el frente occidental. Mientras tanto comenzó la campaña electoral en Francia para las legislativas en el marco de una creciente polarización política. El presidente argentino Javier Milei realizó una nueva gira por Europa para polarizar con la socialdemocracia y el centro político. En Chile, el intendente de Recoleta, Daniel Jadue, continúa siendo víctima del lawfare y la persecución política.
Por Federico Montero y Pablo Macia
La gira de Vladimir Putin por Corea del Norte y Vietnam aumenta la tensión en Asia Pacífico y la hipótesis de una eventual escalada militar
El presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin emprendió una gira por Corea del Norte y Vietnam en busca de aliados estratégicos en el marco de la contienda geopolítica que viene profundizando con las potencias de occidente desde invasión a Ucrania en 2022. En ese contexto, Putin arribó a Pyongyang en un encuentro histórico luego de más de 24 años de realizarse la última visita oficial a la República Popular Democrática de Corea (RPDC). La reunión con el presidente norcoreano Kim Jong-Un es la continuidad del encuentro que ambos mandatarios sostuvieron en Rusia en septiembre del 2023 y dejo como saldo un pacto de defensa que aumenta la tensión militar en la geopolítica mundial en respuesta a la autorización de Estados Unidos para que las fuerzas ucranianas utilicen su armamento en suelo ruso.
El pacto de seguridad estratégica firmado entre Putin y Kim implica un nuevo paso en la escalada militar a nivel global, ya que amenaza con continuar el conflicto en Ucrania a la región de Asia-pacífico, donde la tensión ha aumentado en los últimos años como producto de la política de contención de Estados Unidos y sus aliados regionales a la creciente influencia de China. Según el analista geopolítico, Andrew Korybko, autor del libro “Guerras híbridas”, el acuerdo Rusia-Corea del Norte cambia las reglas del juego geopolítico por tres razones de peso: la escalada militar entre Estados Unidos y Rusia en la guerra en Ucrania, la aceleración del pivot en Asia de Estados Unidos, y la espiral de escalamiento entre China y Estados Unidos.
En cuanto al frente europeo, la OTAN viene acelerando las medidas de confrontación frente a Rusia, tanto en términos de sanciones comerciales como en la estrategia rearmamentista y la hipotética adhesión de Ucrania a la alianza militar y a la Unión Europea. El avance de las fuerzas rusas en Járkov y los ataques de Kiev a suelo ruso como Belgorod junto con la bomba de racimo arrojada en Crimea este domingo 23 contribuyen a una escalada que podría ser aprovechada por Pyongyang para trasladar el conflicto en Asia, en virtud del nuevo pacto.
El temor de occidente y sus aliados a la proliferación militar de Corea del norte acelera también los acuerdos que Estados Unidos mantiene en Asia-pacífico con Corea del Sur, Japón y Filipinas en torno al mar de China y la primera cadena de islas como forma de contención de Beijing.
Por último, esto reduce la posibilidad de una distensión entre China y Estados Unidos, obligando a Beijing y Washington a una espiral de ensayos e intervenciones militares en la zona que agravan las relaciones y potencian las políticas de bloque.
Este aumento de la tensión militar se completa con el intercambio de armamentos y tecnología militar y satelital entre Rusia y Corea del norte para asistir a Moscú en la guerra en Ucrania a cambio de fortalecer a Pyongyang en su armamento nuclear. Esta escalada parece recrear el juego de la gallina de la guerra fría, en el que Washington y Moscú redoblaban la apuesta militarista a la espera de que el contrincante desista de continuar por miedo al principio de la destrucción mutua asegurada.
En cuanto a la estadía de Putin en Vietnam, el objetivo estuvo dado más por los acuerdos comerciales y de cooperación estratégica que por fines defensivos. El gobierno de Hanoi mantiene una posición equidistante entre los países emergentes y occidente, conocida como la diplomacia del bambú. Esta estrategia le permitió mantener una autonomía estratégica propicia para la defensa del interés nacional. En ese aspecto, Vietnam se abstuvo de condenar unilateralmente a Rusia en la ONU en el marco de la guerra en Ucrania. Uno de los principales acuerdos alcanzados en la visita de Putin con su homólogo vietnamita, To Lam, fue la creación de una planta marina de energía eólica y el intercambio del gas ruso.
También destacaron el incremento del intercambio comercial en monedas locales y los intercambios de estudiantes universitarios y culturales entre ambos países. Por último, también firmaron un acuerdo de cooperación en defensa, denunciando el uso de armas químicas como las que implementó Estados Unidos en la guerra de vietnam y que Rusia acusa con respecto a Ucrania de su utilización. Con este viaje a Hanói, Putin logró aparecer nuevamente en la escena internacional concretando giras y alianzas para enfrentar la condena de las potencias occidentales.
Comenzó la campaña electoral en Francia para las legislativas en el marco de una creciente polarización política.
En un marco de polarización comenzó en Francia la campaña electoral para la votación de los 577 diputados de la asamblea nacional, que se dará en 2 vueltas el domingo 30 de junio y el 7 de julio. En la primera vuelta pasarán a competir todos los partidos y coaliciones que superen el umbral del 12,5 % de votos. Estas elecciones anticipadas fueron llamadas por el presidente Emmanuel Macron luego de la derrota sufrida en las elecciones al parlamento europeo, donde su fuerza, Renacimiento, sacó un 14,5% de votos, menos de la mitad que la Agrupación Nacional de Marine Le Pen.
La jugada de Macron intenta emular a la que hiciera Pedro Sánchez en España luego de la derrota en las autonómicas del año pasado frente al PP. El presidente español realizó el llamamiento a elecciones anticipadas para forzar un posicionamiento de la ciudadanía frente al avance de la derecha radical de Vox y la intención de los populares de formar gobierno con ellos. Eso permitió que el PSOE revalidara su gobierno con un amplio marco de alianzas con los partidos autonómicos. En el caso francés, Macron tiene asegurada la presidencia hasta el 2027 en virtud de su triunfo en segunda vuelta en 2022. Sin embargo, el presidente no contaba con mayoría en la Asamblea Nacional, lo que le trajo grandes complicaciones para convalidar leyes. Así, tuvo que sacar por decreto la controversial ley de reforma pensional que elevó la jubilación de 62 a 64 años.
Macron apuesta a que en los próximos comicios ni la Asamblea Nacional de Le Pen, ni el Frente Popular de izquierda alcancen los 289 votos para poner al primer ministro, permitiéndole mantener la continuidad a Gabriel Attal, que actualmente ocupa el cargo. En caso contrario, se desarrollará un gobierno de cohabitación, con Macron presidente y un primer ministro de otra fuerza. El candidato a primer ministro por la Asamblea Nacional es Jordan Bardella y llamó a obtener una amplia mayoría para poder llevar adelante las leyes que impulsa su partido, caracterizado como euroescéptico y antiinmigración. En la campaña promete derogar la ley de jubilaciones de Macron, que desato las protestas populares el año pasado. Por su parte, el Frente Popular afirma que el candidato a primer ministro se votará luego de que las elecciones demuestren la relación de fuerzas que la obtuvo la coalición de partidos.
Los sindicatos y organizaciones sociales realizaron marchas en contra de la extrema derecha y en favor del frente popular mientras que las cámaras empresariales llamaron a una opción del centro, que no recaiga ni en lo que caracterizan como extrema izquierda o extrema derecha. Pero por el momento las encuestas dan la victoria a la derecha lepenista con alrededor de un 35%, seguido por el Frente Popular (La Francia Insumisa, Partido Socialista, Los Verdes y el Partido comunista) con 26% y en tercer lugar al oficialismo macronista de Renacimiento con un 19%. En este marco las posiciones parecen polarizarse y el espacio del centro debilitarse en perjuicio del actual presidente.
El presidente argentino Javier Milei realizó una nueva gira por Europa para polarizar con la socialdemocracia.
El presidente argentino Javier Milei mantuvo una gira durante la semana pasada por España y Alemania para continuar mostrando su experiencia de gobierno ante líderes de derecha e instituciones liberales que polarizan con las corrientes que impulsan la justicia social, la intervención estatal y la promoción de derechos.
En este caso se dirigió a recibir la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid, otorgada por la dirigente del Partido Popular, Isabel Díaz Ayuso, alcaldesa de esa comunidad. El convite de Ayuso fue criticado por el gobierno español por incumplir la Ley de Acción y del Servicio Exterior al entrometerse en la política exterior e invitar y condecorar a una personalidad en visita no oficial. En efecto, Milei no fue recibido por ninguna autoridad nacional, a pesar del pedido de audiencia con el Rey de España, ni por ningún representante de ese gobierno. Otro premio recibido en España fue el del Instituto liberal Juan de Mariana por “una defensa ejemplar de las ideas de la libertad”. Pero el objetivo de estos recibimientos de instituciones de escasa envergadura es continuar promoviendo el ideario anarcocapitalista y provocar a los partidos del centroizquierda con la intención de polarizar y correr la agenda política. En efecto, con las provocaciones hacia el presidente de España, Milei intenta por un lado continuar mostrándose como un líder de alcance internacional, mientras que por otro es funcional a las derechas radicales de los países europeos, aún cuando sean soberanistas y no impulsen el ideario anarcocapitalista. En efecto, las derechas radicales europeas emergen del descontento social provocado por las políticas de los partidos del centro derecha y el centro izquierda, que con sus políticas de austeridad han adoptado posiciones globalistas y neoliberales. Frente a ello, las opciones nacionalistas, soberanistas y conservadoras han cobrado fuerza y la retórica de Milei sobre “la batalla cultural” frente a las izquierdas y los partidos del centro les son funcionales.
En Alemania, Milei fue premiado en Hamburgo con la medalla anual de la Sociedad Friedrich August von Hayek por la difusión de sus ideas liberales. Paradójicamente, la entidad mantiene vínculos con miembros del partido Alternativa para Alemania AfD, con componentes filonazis. El discurso ultraliberal en lo económico y conservador en lo político es ideal para este tipo de ideólogos de las derechas radicales. El presidente argentino se jacto en ese foro de estar aplicando el ajuste más grande de la historia mundial, y de haber hecho una reforma cinco veces más grande que la de Carlos Menem.
El mandatario argentino mantuvo una reunión de trabajo de apenas una hora con en canciller alemán Olaf Scholz, quien bajó el tono al encuentro afirmando que no era oficial, en solidaridad con el presidente español Pedro Sánchez. Sin embargo, Alemania mantiene el interés por avanzar con Argentina en el negocio del litio y el hidrógeno verde, que es complementario con la industria germana de transición energética. Este y otros proyectos vinculados al acuerdo Mercosur-Unión Europea son de especial interés para Alemania, independientemente de los posicionamientos ideológicos del mandatario argentino.
Con este ya va el noveno viaje internacional que realiza el presidente Milei con su hermana, la Secretaria general de la presidencia, en viajes que en su mayoría no fueron oficiales pero que tuvieron repercusiones con empresarios globales y con exponentes de la derecha mundial. Aun así, todavía se encuentran expectantes con la situación social del país y la viabilidad del primer experimento libertario en Argentina.
En Chile, el intendente de Recoleta, Daniel Jadue, continúa siendo víctima del lawfare.
Desde hace ya 20 días, el poder judicial chileno mantiene en prisión preventiva al alcalde de Recoleta, excandidato presidencial y líder del Partido Comunista, Daniel Jadue, bajo los cargos de cohecho, administración desleal, fraude al fisco y estafa por el caso que investiga las “Farmacias Populares”. La medida constituye un nuevo caso de persecución política en el que un tribunal determina un procesamiento sin más pruebas que el dispositivo mediático en contra de un dirigente de izquierda electo democráticamente por la ciudadanía.
El caso por el que se lo imputa es por supuestos delitos sostenidos en acusaciones verbales por el manejo de la política pública conocida como farmacias populares, que fueron aplicadas en alrededor de 100 municipios a nivel nacional para bajar los precios de los medicamentos que ofrecían las grandes cadenas farmacéuticas. Esta política exitosa de reducción de los medicamentos promovió la creación de la Asociación Chilena de Farmacias Populares (ACHIFARP), que tiene representación en diversos municipios de Chile.
La imputación a Jadue, es por supuestos sobreprecios pagados al proveedor Best Quality SpA, en el marco excepcional de la pandemia del covid-19, en el que escaseaban los medicamentos a nivel mundial. Lo curioso es que el único Intendente imputado con prisión preventiva de todos los que trabajan con la política de ACHIFARP, sea Jadue, miembro del Partido Comunista de Chile, mientras que a los de otro color político se les ha procesado sin prisión preventiva. El 3 de junio, la jueza Paulina Moya decide el arresto del intendente Jadue por considerarlo una persona que “resulta peligrosa para la seguridad de la sociedad”.
Hasta el momento las apelaciones de Jadue no han llegado a ser aceptadas por los tribunales judiciales, y la campaña mediática y política de los demás partidos continúa orientada hacia el desprestigio y la demonización del dirigente chileno, desconociendo la presunción de inocencia hasta que se demuestren los supuestos cargos por los que se lo acusa.
La propia fiscalía demostró un sesgo político al afirmar que “el proyecto de farmacias populares quiso entrometerse en un mercado donde son los privados, y no un Municipio, quienes debieran actuar”. De esta forma, el poder judicial se entromete en las decisiones políticas cuestionando las iniciativas del estado orientadas a defender el poder adquisitivo de la ciudadanía.