China definió un tercer mandato de Xi Jinping en el marco de los crecientes cambios geopolíticos internacionales. El país asiático fue mediador del histórico acuerdo entre Arabia Saudita e Irán para restablecer relaciones diplomáticas. Mientras tanto, Francia sigue convulsionada por las protestas sindicales contra la reforma previsional que fue votada en el senado. Biden y Von der Leyen acuerdan desarrollar la electromovilidad entre EEUU y la UE y reducir la dependencia de China. En Ecuador, el presidente Guillermo Lasso afronta escándalos de corrupción, crisis sociales y un inminente juicio político. Por último, en Argentina se manifiesta el apoyo popular a la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner en medio de la proscripción y la guerra mediático judicial.
Por Federico Montero y Pablo Macia
Xi Jinping fue reelecto presidente de China para afrontar los nuevos desafíos de la coyuntura internacional
En una histórica sesión de la 14ª Asamblea Popular Nacional (APN), el secretario general del Comité Central del PCCh, Xi Jinping, fue elegido presidente de la República Popular China por tercera vez, rompiendo la tradición de un límite de sólo dos mandatos impuestos desde el fallecimiento de Mao Zedong. En la misma sesión, Xi fue nominado presidente de la Comisión Militar Central del Ejército Popular de Liberación, concentrando la tríada de Jefe partidario, de gobierno y militar, reforzando la conducción centralizada del socialismo con características chinas para la revitalización de la nación y la modernización.
Bajo los dos mandatos de Xi en sus 10 años, China más que duplicó su economía, mejoró la expectativa de vida a 78,2 años y alcanzó a 400 millones de habitantes hacia la clase media, en lo que se definió como el logro de completar “la construcción de una sociedad modestamente acomodada”. Pero el nuevo mandato de Xi Jinping intenta generar mayor certidumbre en un escenario global volátil, a partir de la guerra en Ucrania, la ruptura de las cadenas globales de valor por las sanciones y por una política más agresiva de Estados Unidos frente al desarrollo político, industrial, tecnológico y militar chino que Washington ve como un desafío estratégico a su seguridad.
En ese contexto, China se propone para el 2023 un crecimiento moderado del 5% del PBI, basado principalmente en el aumento de la demanda interna luego de la restricción de 3 años por las políticas de cero covid. Además se propone un déficit fiscal del 3%, marcando que no expandirá su economía a riesgo de desestabilizar la macroeconomía. Los objetivos económicos en esta nueva etapa están dados por un crecimiento sostenible que libre al país de los desequilibrios financieros y de potenciales sanciones como las que impulsa Estados Unidos o a la repatriación de sus inversiones, que desalienta la inversión extranjera directa.
El flamante primer ministro, Li Qiang, segunda autoridad política de China, promovió estos objetivos moderados a fin de poder cumplirlos a diferencia de lo que pasó en 2022, donde no se alcanzaron las previsiones de desarrollo. En ese aspecto los principales desafíos serán los del crecimiento de puestos de trabajo sobre todo en la población juvenil, que se pretende conseguir con el aumento de los ingresos a las poblaciones urbanas y rurales del país y a la expansión del consumo post políticas de covid cero.
En el contexto internacional, China se plantea el desafío de enfrentar la creciente tensión con Estados Unidos que impulsa por un lado en una campaña internacional de desprestigio hacia el gigante asiático, promoviendo sospechas de espionaje y de competencia económica desleal. Por otro lado, informes de inteligencia de Estados Unidos impulsan una fuerte política de contención hacia China y evalúan también la posibilidad de una confrontación militar con Beijing en los próximos años. La creciente tensión en Taiwan y la provisión de submarinos nucleares de Estados Unidos a Australia son parte de esta estrategia de creciente militarización de Asia Pacífico para confrontar con China. Mientras tanto, Beijing refuerza moderadamente su presupuesto militar y centra sus expectativas en alianzas estratégicas con los países emergentes con iniciativas como la Franja y la Ruta, Iniciativa de Seguridad Global y la Iniciativa de Desarrollo Global de China. En este aspecto, el viernes pasado, China se anotó una gran victoria diplomática al anunciar en Beijing en acuerdo entre Arabia Saudita e Irán para reanudar las relaciones diplomáticas luego de 7 años de conflicto, en lo que algunos analistas llaman la “guerra fría en medio oriente”.
El conflicto de fondo entre Arabia Saudita que representa a la fracción sunita del islam e Irán referente de los chiítas data de largo tiempo, y derivó en el cierre diplomático en 2016 a raíz de la ejecución de un clérigo chiíta por parte de Arabia Saudita. Luego de extensas negociaciones y con la mediación de China, ambos países alcanzaron este acuerdo que propone reabrir sus embajadas y misiones en un plazo no superior a dos meses. Este logro fue muy bien recibido por la comunidad internacional para estabilizar la situación en Medio Oriente, y marca la creciente influencia China en la política internacional frente a Estados Unidos, que viene perdiendo peso en Arabia Saudita luego de la queja de Washington por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018.
El senado votó la reforma previsional en Francia en medio de las protestas sindicales.
Con 195 senadores contra 112, el Senado de Francia aprobó la reforma previsional que impulsa el presidente Emmanuel Macron, para llevar la edad jubilatoria a 64 años y establecer 43 años de aportes. La votación que contó con el apoyo decisivo del bloque de Los Republicanos, se dio el sábado a la medianoche luego de la séptima movilización sindical en rechazo a la reforma. De esta forma, el proyecto de Ley pasa a la cámara de diputados donde desde el 15 al 26 de marzo tendrán tiempo para su definitiva aprobación o rechazo. Desde el gobierno y sus aliados afirman que la reforma es necesaria para cubrir un déficit de cerca de 150.000 millones de euros que requeriría el sistema previsional en los próximos años bajo las condiciones actuales.
Mientras tanto, desde el bloque legislativo de Izquierda concentrado en NUPES afirman que el sistema previsional debe financiarse con el aporte de impuestos progresivos a los grandes capitales, a la ganancia y al patrimonio. Uno de los argumentos más fuertes de los sindicatos es que la extensión del tiempo laboral perjudica fuertemente a los trabajadores manuales y menos calificados, quienes requieren de un mayor esfuerzo físico a lo largo de su vida laboral. Según encuestas, la reforma previsional tiene un 70% de rechazo en la sociedad y las principales centrales obreras -CFDT, CGT y FO- continúan impulsando un plan de lucha con huelgas en las que se destaca el sector de transportes, energías, recolección de basura, ferroviarios y controladores aéreos entre otros. Así el desenlace de la reforma continúa abierta dada la capacidad de movilización social y las relaciones de fuerzas en la cámara de diputados, donde los partidos que se oponen a la reforma tienen más peso específico.
Biden y Von der Leyen acuerdan desarrollar la electromovilidad entre EEUU y la UE y reducir la dependencia de China.
La presidenta de la Comisión Europea Úrsula Von der Leyen acordó la semana pasada con el presidente de Estados Unidos Joe Biden un pacto comercial sobre minerales con el que favorecer a las empresas europeas fabricantes de coches eléctricos. Esta medida era reclamada por Europa como forma de resarcirla frente a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) que Estados Unidos aprobó el año pasado, con un monto de 370.000 millones de dólares para subvencionar la fabricación de medios de transportes eléctricos producidos con componentes de Estados Unidos, Canadá y México. La ley era vista por Europa como una forma de discriminar a la industria del viejo continente que es pionera en materia de electromivilidad. De esta forma el nuevo acuerdo permite darle a las compañías europeas el mismo tratamiento que a las del NAFTA (EEUU-Canada-México).
Además del acuerdo para avanzar en la transición verde hacia el objetivo de alcanzar la neutralidad en CO2 hacia mediados de siglo, los presidentes evaluaron estrategias para reducir la dependencia de China en áreas estratégicas y avanzar en cerrarle la provisión de insumos tecnológicos de punta como los microchips, como lo pretende hacer Países Bajos. Estados Unidos viene reclamando a los países productores de microchips como Japón, corea del sur y Taiwán que limiten sus exportaciones a China para mantener la brecha tecnológica frente a Beijing. Por último, ambos representantes evaluaron estrategias para avanzar en el reemplazo de materias primas y bienes producidos por China, que cada vez más es considerado como un socio “poco fiable” por los países occidentales.
En ese marco se abre una posibilidad de desarrollo importante para países como Argentina que tienen reservas de litio sumado al desarrollo de plantas automotrices para impulsar el desarrollo de la electromovilidad. Así, México avanzó en la nacionalización del litio y recientemente anunció la inversión de una megaplanta de autos eléctricos de la empresa Tesla, que piensa destinar su fabricación hacia Estados Unidos para alcanzar hacia el 2030 a un 50% del parque automotor con esa tecnología.
En Ecuador, el presidente Guillermo Lasso afronta escándalos de corrupción, crisis sociales y un inminente juicio político
En Ecuador, los representantes de las fuerzas de oposición de las bancadas del PSC, Unes, Izquierda Democrática y Pachakutik anunciaron el pedido de juicio político en contra del presidente Guillermo Lasso, que atraviesa un fuerte escándalo de corrupción de parte de su cuñado, Danilo Carrera. Lasso que viene de atravesar una dura derrota electoral en las regionales y es sospechado de apañar la red de corrupción que tejió su cuñado entre empresas públicas y nexos con el narcotráfico dirigidos por la mafia albanesa. La creciente presencia del crimen organizado, como se vio en los motines carcelarios el año pasado y la violencia se fueron acrecentando con la retirada del estado correísta que impuso Lasso con sus políticas neoliberales, habilitando la presencia de las bandas criminales.
Así, con el gobierno de Correa, se registraron 8 asesinatos cada 100.000 habitantes mientras que ahora es de 30 asesinatos. Esta situación social convulsionada se expresa también en los reclamos de movimientos sociales como la CONAIE, que el año pasado puso en vilo durante varias semanas al gobierno, y que hoy vuelven a movilizarse frente al incumplimiento de algunos de los acuerdos alcanzados. En ese marco general, el juicio político impulsado por el correísmo está fundado en dos cuestiones: delito contra la Seguridad del Estado y delito contra la Administración Pública. El proceso iniciado deberá pasar por la Corte Constitucional que evalúa la pertinencia del mismo para su tratamiento en el Congreso Nacional. Para la efectiva destitución del presidente se requieren 2/3 de los diputados de la Asamblea Nacional (unicameral) y este es el segundo intento que se lleva adelante frente a un gobierno que viene perdiendo legitimidad entre la población ecuatoriana.
Apoyo popular a la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner en medio de la proscripción y la guerra mediático judicial.
Durante la semana pasada se dieron a conocer los fundamentos del Tribunal Oral Federal (TOF) 2 en el Fallo que condenó en diciembre a Cristina Fernández de Kirchner a la “inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos” que implica una virtual proscripción hacia la vicepresidenta argentina. El controvertido tribunal compuesto por un juez que visitaba asiduamente la quinta del expresidente Mauricio Macri junto al fiscal de la causa difundió 1616 páginas en las que se destaca más el intento de justificar la inexistencia del Lawfare en argentina que en definir alguna prueba material concreta que implique un delito por parte de CFK. De manera similar al juicio a Lula, el tribunal admite que “no tiene pruebas, pero no tiene dudas” de que CFK debe ser proscripta. Los medios de comunicación concentrados se han dedicado a legitimar el fallo en el marco del “periodismo de guerra” que ejercen contra la vicepresidenta. Mientras tanto, en todas las encuestas aparece Cristina Fernández de Kirchner como la figura política con más apoyo popular y la estrategia de la campaña electoral del peronismo estará dada por la definición política que ella encare.
En el transcurso hasta la conformación de candidaturas en junio, de cara a las PASO en agosto, las agrupaciones kirchneristas iniciaron una campaña denominada “Luche y Vuelve” (en referencia a la candidatura de CFK) con un masivo plenario de militancia y un acto en el que cerraron el gobernados de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y y el presidente del PJ bonaerense Máximo Kirchner. Las acciones de la campaña que comenzó el 11 de marzo (a 50 años del triunfo de Héctor Campora que habilitó el retorno de Perón a la argentina y al poder) continuará con la convocatoria a la movilización del 24 de Marzo en el marco de los 40 años de la recuperación de la democracia en Argentina.
Mientras tanto, desde el Frente de Todos, el presidente Alberto Fernández continúa sugiriendo su presentación a una reelección a fin de no perder poder político en la última etapa de su mandato. Por el lado de la oposición de Juntos por el Cambio, tampoco puede capitalizar fácilmente el descontento social generado por la situación económica que vive el país ya que está cercana la experiencia de su gobierno que deterioró fuertemente el ingreso de los argentinos y endeudó al país de la mano del retorno del FMI. Por último, como expresión del descontento surgió la figura del liberal de derecha Javier Milei que con su figura transgresora expresa a un sector antiestablishment y al descontento social.
En este marco de volatilidad y descontento, la definición política de CFK tendrá un peso decisivo en la estrategia electoral del peronismo, en un escenario abierto a las condiciones políticas que se vayan desplegando en los próximos meses.