Una nueva caída de bancos en EEUU hace sacudir al sistema financiero. Hasta el momento se registraron 3 quiebras: el Silvergate Bank, el Silicon Valley Bank y el Signature Bank.
La quiebra del Silicon Valley Bank preocupa ya que no es un banco menor. El Silicon Valley es el 16° banco más grande de EEUU, ubicado en una de las zonas de mayor inversión tecnológica. Justamente, Silicon Valley, es un banco que trabajaba con las startups, las empresas emergentes de innovación tecnológica de EEUU que se localizan en aquella región de San Francisco. El banco sufrió una corrida, un retiro de depósitos que provocó su inevitable quiebra.
En cuanto al Signature y al Silvergate son bancos que hacían negocios con criptomonedas.
Aunque el gobierno de EEUU sostiene que no existe riesgo ya que creen que estas quiebras no generarán una crisis mayor, la desconfianza ya se desató provocando que las acciones de la banca mundial se desplomen el lunes pasado.
A esto se le sumó la crisis en el Credit Suisse. Las acciones del banco suizo cayeron un 30% esta semana producto de que el principal accionista del banco Amar Al Judairy, presidente del Banco Nacional Saudita anunciara que no va a invertir más ya que posee una participación del 9,8% y la legislación no le permite comprar más acciones.
La confianza
Los bancos funcionan mediando el dinero, es decir que su negocio es mover la plata de aquellos que ahorran a aquellos que necesitan un préstamo de dinero. Los primeros, los ahorristas, la depositan en el banco en plazos a cambio -o con la promesa- de una tasa de ganancia. Los segundos, los consumidores, solicitan un préstamo al banco por determinado monto el cual deben -o se comprometen a- devolver en un determinado plazo y con un interés.
Existen riesgos, la lógica económica explica que hay 2 riesgos principales: el riesgo de que, aquellos “consumidores”, a los que se les prestó plata, no la devuelvan, el famoso default. El segundo riesgo es el retiro de los plazos, cuando los ahorristas quieren disponer de su dinero retirando los depósitos hechos.
Ahora bien, esto no debería ser un problema para los bancos. Esa misma lógica económica señala que, en tanto no se preste la totalidad de los depósitos y se mantenga “liquidez”, es decir dinero efectivo, no hay peligro.
El gran riesgo está en la pérdida total de la confianza. Si todos los depositantes quisiesen retirar su dinero con el prometido interés y si todos los préstamos entraran en default y dejan de pagar.
Esta fue de las enseñanzas del famoso crack de Wall Street en 1929, los bancos otorgaron créditos a los cuales pudo acceder cualquier ciudadano y con el dinero de ese préstamo se invertía en la bolsa de valores. Entonces, se endeudaban para invertir ya que se suponía que el interés que se ganaría -la ganancia- era mayor que el de la deuda que se había contraído. Todo ese sistema terminó colapsando.
De hecho, en medio de la gran depresión de 1930 se creó el “seguro federal” con el objetivo de cubrir los depósitos de hasta 250 mil dólares.
El funcionamiento del Silicon Valley Bank desafiaba la lógica económica al abrirles cuentas y otorgarles generosos préstamos a empresas emergentes que no contaban con garantías. Aunque ese no fue su principal problema, por el contrario, el banco tenía más depósitos que préstamos otorgados. Esto significaba que el banco no mediaba bien el dinero ya que no se hacía de la ganancia -necesaria- proveniente de los intereses de los préstamos lo cual le permitiría reinvertir y generar una base ante posibles retiros de depósitos.
En números lo que sucedió fue lo siguiente: en 2017 el Silicon Valley Bank tenía depósitos por 44 mil millones de dólares y otorgaba préstamos por 23 mil millones de dólares, cuatro años después, en 2021 tenía depósitos por 189 mil millones de dólares y préstamos por 66 mil millones de dólares. El crecimiento no fue parejo y eso repercutió en la confianza.
Sumado a eso, el banco invirtió el dinero de esos depósitos en bonos hipotecarios y del Tesoro. Se calcula que la inversión suma un total de 128 mil millones de dólares. De esta manera perdió liquidez.
La punta del iceberg
La inflación en EEUU viene siendo alta. El año pasado, en mayo, se registró el récord histórico con una tasa interanual del 8,6%. De hecho, el 2022 fue caratulado como el año con la peor inflación en décadas. Se atribuye dicha problemática a los efectos de la guerra en Ucrania que provocó aumentos en los combustibles y alimentos en todo el mundo.
Si bien este año inició con optimismo ya que por segundo mes consecutivo la inflación viene cayendo, sigue siendo alta. En enero se registró una inflación interanual del 6,4% y en febrero del 6%.
La alta inflación del país provocó un aumento de la tasa de interés y una caída de los bonos afectando centralmente a los bancos.
El caso de Silicon Valley Bank fue que los depósitos se habían hecho cuando el interés era bajo y los bonos que el banco adquirió fueron a su máximo precio.
En 2022 la desconfianza inició. Mientras que el Silicon Valley Bank tenía depósitos por 189 mil millones de dólares en 2021, un año después, a fines de 2022 los depósitos eran por 173 mil millones. Ante el retiro de esos primeros depósitos, que no estaban asegurados, el banco se vio obligado a vender sus bonos para hacerse de la liquidez necesaria, pero esa venta se hizo a un precio inferior de lo que pagó, mientras que debió pagar intereses mayores a los depositantes, como consecuencia de la crisis inflacionaria.
Así, el banco sufrió pérdidas por 1.800 millones de dólares que no pudo recuperar y que fogonearon la desconfianza desatando la inminente quiebra.
¿Está en crisis el dólar?
Hay una crisis de fondo que se viene sedimentando. En 2008 el banco de inversión Lehman Brothers quebró. Los precios de los inmuebles habían aumentado 124% entre 1997 y 2006, los bancos prestaban dinero a cualquiera, incluso a quienes no estaban en condiciones de devolverlo. Pero adicionalmente, los bancos recompraban los préstamos ya que creían que esos instrumentos financieros eran seguros. La burbuja estalló ante la imposibilidad de pago de quienes habían adquirido esos créditos hipotecarios, los bancos no pudieron recuperar el dinero prestado y comenzaron a ejecutar los inmuebles. Mientras miles de personas se quedaban en la calle y con deudas impagables, el gobierno estadounidense salió en ayuda de los bancos con un rescate financiero de 800 mil millones de dólares.
Nuevamente, ante la quiebra del Silicon Valley Bank el Estado salió en ayuda de los bancos privados. El gobierno sacó un comunicado anunciando que garantizará la totalidad de los depósitos de los bancos para evitar nuevas corridas y la creación de una nueva línea de liquidez para que los bancos no tengan que salir a vender sus bonos.
Hay una crisis en marcha, la pregunta es ¿qué es lo que está en crisis? ¿son solo los bancos o hay algo más?
El gobierno de EEUU no sólo teme una corrida mayor que repercuta en otros bancos, también teme que esta quiebra repercuta en las empresas tecnológicas de Silicon Valley.
Durante el último año todos los bancos de EEUU han sufrido pérdidas como consecuencia de la suba de las tasas que está aplicando la Reserva Federal para detener la inflación.
La crisis pone en evidencia la debilidad del sistema dólar estadounidense y el traslado de la relevancia a otros sistemas. Por ejemplo, el crecimiento de China, su estabilidad monetaria y su innovación tecnológica es el mayor temor para EEUU.