Por Florencia Tursi Colombo
El domingo pasado los/as chilenos/as acudieron a las urnas para plebiscitar la nueva Constitución. El Rechazo se impuso con el 61,8% de los votos mientras que el Apruebo obtuvo el 38,1%.
Aunque se preveía que el Rechazo podía imponerse, la magnitud que tomó el resultado trajo mucho de que hablar: ¿Cómo interpretar el resultado? ¿Cuáles son las razones de la victoria del Rechazo? Lo resumimos en las siguientes 10 claves:
1) La obligatoriedad del voto: En Chile el voto suele ser optativo pero la normativa vigente, estipulada por Pinochet, contempla que para este tipo de plebiscitos el voto sea obligatorio. Una de las claves de análisis es que el voto obligatorio jugó a favor del Rechazo. El voto llegó al 86% del padrón electoral, cuando tradicionalmente la participación es menos, se mantiene por debajo del 60% de participación. La obligatoriedad terminó jugando a favor del Rechazo porque esos nuevos votantes, que se vieron obligados a concurrir a las urnas, votaron por el Rechazo.
2) El desprestigio de la Convención: La Convención Constitucional fue la asamblea elegida por el pueblo en abril del 2021. La sorpresa de la Convención fue que los partidos políticos perdieron terreno y que la asamblea quedó conformada de manera heterogénea por independientes que no integraban ningún partido, según lo que arrojó la votación. Esto que en inicio fue un punto fuerte debido a la crisis política que atravesaba el país luego del estallido del 2019, se fue convirtiendo en una problemática. Se fue dando un proceso de desprestigio de dichos constituyentes que consistió en cuestionamientos personales a algunos integrantes y a sus trayectorias, sumado a la poca y mala comunicación sobre los debates que se estaban llevando a cabo. Lo que contribuyó en la campaña del Rechazo.
3) Fake news: Se difundieron noticias falsas sobre los constituyentes, sobre la labor de la Convención e incluso, una vez publicado el proyecto de nueva Constitución, se inventaron artículos y se tergiversó el texto, demostrando que muchos ni lo leían. La campaña de fake news fue fogoneada por los medios de comunicación y figuras políticas de la oposición como el ex candidato a la presidencia José Antonio Kast, con clara intención de promover el rechazo a la nueva Constitución. Por ejemplo, se inventó que la Constitución promovería el aborto incluso en el último trimestre de embarazo y que se eliminaría la propiedad privada por lo que los propietarios perderían su casa.
4) El gobierno de Boric: Algunos analistas atribuyen responsabilidad al rol del gobierno de Gabriel Boric en el mal diseño de la campaña por el Apruebo. Lo cierto es que en estos casi 6 meses de gobierno, Boric no ha podido distanciarse del modelo previo. Por lo que, en la campaña del Rechazo, hubo un voto castigo al presidente Boric y su gestión. De hecho, el presidente tomó nota de ello y ya cambió parte de su gabinete. Tiene ahora Boric la posibilidad de convocar a una nueva Constituyente, es decir, el proceso constituyente sigue abierto y en parte depende de él cómo seguirá.
5) La propuesta: El mismo Boric remarcó en su discurso luego de la victoria del Rechazo que lo que las urnas expresaban era una disconformidad del pueblo con la propuesta de Constitución que se hizo. La propuesta constitucional no dejó satisfechos a todos los sectores y sus reclamos que se habían expresado en el estallido del 2019. Específicamente, algunas propuestas como la eliminación del Senado y su reemplazo por la Cámara de las Regiones fue criticado por sectores de centro-izquierda que conforman el actual gobierno. Mientras que algunos sectores de izquierda también criticaban que el proyecto constitucional debía ser más duro en cuanto a la nacionalización de los recursos naturales, que no es un tema contemplado por la propuesta que se plebiscito. De aquí también que los sectores progresistas se fragmentaron durante la campaña mientras que la derecha se mantuvo unida promoviendo el Rechazo.
6) Polarización: El plebiscito configuró una disputa entre derecha e izquierda. La izquierda por el Apruebo, la derecha por el Rechazo. Naturalmente un plebiscito tiende a la polarización. Aunque, si bien es cierto que las campañas se polarizaron, el mensaje del Rechazo logró llegar más allá de la derecha, hacia el centro y otros sectores que son favorables a un cambio pero que no les convenció del todo el proyecto de esta nueva Constitución. Mientras que la izquierda se fragmentó. Se ha podido ver en las distintas entrevistas de TV que algunos/as votantes del Rechazo expresaron sí querer un cambio que la Constituyente no escuchó.
7) Radicalización y pandemia: La radicalidad que había adquirido el estallido del 2019 fue frenada por el estallido de la pandemia en 2020. La pandemia frenó las multitudinarias movilizaciones que se venían dando, obligó al confinamiento y enfrió el escenario. En consecuencia, perdió centralidad en la escena pública y se despolitizó el reclamo del estallido, un reclamo contra el modelo neoliberal. Ese nuevo escenario, que se configuró a partir de la pandemia, fue funcional a un mayor conservadurismo social. La derecha (o extrema derecha) ganó ahí terreno, y en definitiva, disputó la “rebeldía”, esa que era propia del estallido de 2019 asociado a la izquierda, pero configurándola como una reacción defensiva ante una supuesta amenaza de pérdida de privilegios.
8) Crisis de representación: Lo que había entrado en crisis en el 2019 en Chile era la política. El estallido marcaba un fuerte desencanto con la forma de hacer política, cada vez más alejada de los problemas y las necesidades del pueblo. En parte, la victoria del Rechazo marca una nueva falla en la política al no poder presentar una propuesta constitucional que responda a esa demanda de cambio. En este sentido algunos análisis colocan responsabilidad en las fuerzas progresistas de Chile que no pudieron extender su campaña para abarcar a una mayoría.
9) Crisis económica: Un punto de quiebre en ese estallido del 2019 fue que por primera vez se daban movilizaciones tan masivas que cuestionaban al modelo neoliberal. Todo inició como una protesta por el alza del pasaje del metro en Santiago, pero se terminó expandiendo a todo el país. Imposible olvidar la frase: “no son 30 pesos son 30 años” que expresaban los manifestantes reflejando lo profundo de la protesta y la crítica al modelo. Pero el proyecto de nueva Constitución parecía estar alejado de esa crítica, o al menos, la nueva carta magna no iba a solucionar mágicamente el estancamiento económico que vive el país a lo que se le suma el problema del aumento de los combustibles e inflación como repercusión de la guerra entre Rusia y Ucrania. El malestar económico fue sedimentando un terreno favorable al Rechazo.
10) Una utopía constituyente: Llama la atención la forma en la que, en Chile, se han canalizado históricamente los conflictos. No es nueva la aparición de un plebiscito como forma de expresión ante un conflicto. Está claro hoy que los plebiscitos no han solucionado los conflictos que tiene Chile. Pero aún queda la esperanza de que una nueva Constitución pueda resolver la crisis chilena. Algunos/as seguimos creyendo que, pese a las críticas, el proyecto que se presentó era bueno en cuanto a los derechos de las mujeres y de los pueblos originarios, ampliaba la democracia y garantizaba derechos humanos. Aunque hay que entender esto como una parte del horizonte de cambios que Chile necesita. Ahora bien, pese a que la mayoría de los/as chilenos/as reconoce la necesidad de cambio, esa propuesta no fue aprobada. La pregunta es ¿qué tipo de cambios busca el pueblo de Chile? En esa pregunta está tal vez la clave por la cual el domingo pasado se impuso el Rechazo.