Se desarrolla el G20 en Brasil con el liderazgo de Lula, la creación de la alianza global contra el Hambre y el impulso de una nueva arquitectura política y financiera mundial. La Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) se llevó a cabo entre las disputas de Estados Unidos con China en la región. La XXIX Cumbre iberoamericana en Ecuador culminó sin declaración oficial y con fuertes desavenencias. A una semana del ballotage presidencial en Uruguay se realizó el debate entre Yamandú Orsi y Álvaro Delgado.
Por Federico Montero y Pablo Macia
Se desarrolla el G20 en Brasil con Lula liderando la escena internacional.
Entre el 18 y 19 de noviembre se viene desarrollando en Río de Janeiro la 19 cumbre de presidentes y primeros ministros del G20, que bajo la presidencia pro tempore de Brasil en 2024, tuvo una agenda prioritaria enmarcada en: la lucha contra el hambre y la pobreza, el desarrollo sostenible y la reforma de la gobernanza mundial. El despliegue del G20 bajo el liderazgo de Luiz Inácio Lula Da Silva estuvo organizado con una inusitada cantidad de eventos y reuniones a lo largo del año, destacándose las reuniones del bloque social del espacio, que por primera vez tiene una voz dentro del organismo multilateral que congrega a los 19 países más desarrollados (Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, la India, Indonesia, Italia, Japón, México, el Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía) sumado a la Unión Africana y la Unión Europea.
La inauguración de la cumbre estuvo a cargo de Lula, quien lanzó la Alianza Global contra en Hambre, una iniciativa que cuenta con 148 miembros fundadores, entre países, organismos multilaterales y fundaciones que recaudarán fondos para beneficiar a 500 millones de habitantes y asistir a 150 millones de niños a través del sistema educativo. La alianza cuenta con una canasta de políticas públicas exitosas en diversos lugares del mundo para combatir el hambre y la pobreza, los dos principales puntos de la agenda 2030 de objetivos de desarrollo sostenible. Argentina fue el único país del G20 que estaba en contra de la iniciativa, pero finalmente debió votar a favor frente al temor de volver a quedar aislada del concierto internacional de naciones, como pasó recientemente con iniciativas en favor de los pueblos originarios y de las mujeres y niñas. Aproximadamente son 733 millones de personas las que sufren déficits alimentarios en el mundo, durante el 2024 de acuerdo con informes de la FAO.
Otros temas prioritarios que se trataron en la cumbre fueron los de una nueva arquitectura financiera internacional, con reformas tributarias progresivas que vuelquen una presión mayor hacia los mil millonarios, y donde se articulen políticas tributarias entre países, para contener la evasión y la elusión fiscal. El impacto de las deudas externas en los países menos desarrollados es nocivo y no permite que puedan salir de una espiral de estancamiento, por lo que se llamó a aliviar esta pesada carga de los organismos multilaterales de crédito. También se aprobó una declaración en materia ambiental que refuerza el Acuerdo de París para limitar el calentamiento global a 1,5° Centígrados, promoviendo las responsabilidades comunes pero diferenciadas entre países, haciendo más responsables de los costes de la transición verde a los países desarrollados.
La declaración conjunta de la cumbre también manifiesta la profunda preocupación por la catastrófica situación humanitaria en la Franja de Gaza y la escalada militar en el Líbano, y afirmó el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino y el avance hacia una solución de dos Estados. También se mencionó la necesidad de frenar la guerra en Ucrania y sus consecuencias en las cadenas de valor internacional, la seguridad alimentaria y energética mundial. Frente a estos conflictos internacionales que cada vez crecen más, Lula afirmó la necesidad de reformular el consejo de seguridad de la ONU, incorporando nuevos miembros representantes de todos los continentes, en especial de África, Asia y América Latina.
La necesidad de reformulación del consejo de seguridad en la ONU se da en el marco de las especulaciones sobre la posición que temará Estados Unidos bajo la nueva administración de Donald Trump, que parece quitarle apoyo financiero a la OTAN y a Ucrania para terminar con la guerra. Frente a ello, la administración de Joe Biden ha autorizado al régimen de Kiev a utilizar misiles de largo alcance en Rusia como forma de intentar favorecer a las diezmadas tropas ucranianas. Desde Moscú señalaron que esta autorización puede provocar un escalamiento irresponsable del conflicto.
Otras temáticas tratadas en el G20 fueron los acuerdos Mercosur-Unión Europea, que permanecen trabados desde el 2019 en especial por Francia, que no puede firmar debido a las presiones de sus agricultores que se encontrarían en desventaja frente a los productos latinoamericanos. Por otro lado, más allá de la confrontación discursiva del gobierno de Javier Milei con Lula Da Silva, se alcanzó un acuerdo entre Brasil y Argentina para exportar gas de Vaca Muerta, construyendo el reversal del gasoducto Bolivia-Argentina. Así, a partir del próximo año, Argentina podrá enviar 2 millones de metros cúbicos diarios al país Carioca, pero la proyección es alcanzar los 30 millones en cinco años.
Cumbre Apec 2024 de cara a las tensiones por la influencia de Estados Unidos y China en la región.
Del 14 al 16 de noviembre se desarrolló la cumbre central de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) bajo el lema: “Empoderar, Incluir, Crecer”, que cuenta con los representantes de 21 economías, incluido el presidente de EE. UU., Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping. La Cumbre representa por América a Canadá, Estados Unidos, México, Lolombia, Ecuador, Perú y Chile, mientras que de los países asiáticos se encuentra China, Rusia, Hong Kong, Indonesia, Brunei, Japón, Vietnam, Taiwán, Singapur, Corea del Sur, Tailandia y Malasia; y de los oceánicos figuran Australia, Filipinas, Papúa Nueva Guinea y Nueva Zelanda.
Los temas centrales de la cumbre son el desarrollo comercial, la digitalización y la sustentabilidad que permitan reducir las brechas de desigualdad. Las estrategias de implementación de tecnologías digitales son elementos centrales para reducir la informalidad y la transición verde hacia el crecimiento sostenible. El encuentro también tiene por objetivo monitorear el Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP) que impulsó Estados Unidos, hasta que Donald Trump retiró al país en 2017. La nueva llegada del magnate neoyorquino al gobierno se puede entender como una nueva forma de retroceso de ese proyecto, avanzando hacia medidas comerciales proteccionistas como las que ya anunció en referencia a los aranceles frente a los productos chinos. Trump prometió en campaña aumentar los aranceles generales a las exportaciones provenientes de Beijing en un 60%. En su primer mandato, este tipo de medidas afecto a los productos chinos por 360.000 millones de dólares, iniciando una virtual guerra comercial.
Por su parte, China ha logrado ganar influencia en América Latina desde los inicios del siglo, multiplicando el comercio por 35 desde esa fecha, para alcanzar una cifra de 500.000 millones de dólares en la actualidad. Las materias primas como el petróleo, los productos agrícolas o el cobre son centrales en esta estrategia de abastecimiento de China, a lo que se le suma el litio del triángulo entre Argentina, Chile y Bolivia. Beijing necesita esos recursos para continuar siendo el país líder en la electromovilidad y en la elaboración de litio refinado. Por todo ello, China ha inaugurado una serie de acuerdos de cooperación con Perú, en los que se destacan la ruta marítima de la seda, con la creación de un puerto comercial de aguas profundas en Chancay, gestionado por la empresa china Cosco. Esta inversión de 1.300 millones de dólares y que prevé alcanzar los 3.500 millones permitirá acortar el tiempo de transporte de China a Perú de 30 días a tan sólo 10. Hasta ahora los barcos chinos debían realizar escalas intermedias en puertos de Estados Unidos o de México, mientras que ahora podrán hacerlo directamente sin depender de Washington. Esto se hace más importante frente a un eventual arancelamiento por parte de la administración Trump, que parece ser más asertiva en la región que en el pasado, dada la designación del latino Marco Rubio como Secretario de Estado.
Así, la tensión entre las dos potencias económicas más importantes del mundo, podrían aumentar aún más, desde la primera “guerra comercial” de Trump, hacia la política de desacople de Biden frente a Beijing y ante el retorno del millonario republicano. El encuentro de APEC sirvió también para reunir a Joe Biden y Xi Jinping antes del cambio de mandato norteamericano, intentando dar imagen de una transición equilibrada. Mientras tanto, desde Beijing están expectantes sobre la nueva administración, con la certeza de que no todas las declaraciones de Trump se terminan cumpliendo. Queda poco menos de 2 meses para conocer realmente hasta donde llegará las amenazas proferidas por el presidente electo hacia China.
La Cumbre iberoamericana culminó en Ecuador sin consensos
Del 12 al 15 de noviembre se desarrolló en Ecuador la XXIX Cumbre Iberoamericana bajo el lema: “Innovación, inclusión y sostenibilidad”, con la presencia de 19 de los 22 países miembro y la ausencia de México, Nicaragua y Venezuela que no asistieron por la ruptura de reclaciones con Quito. El encuentro fue opacado por la APEC y la cumbre del G20, e implicó un desaire al gobierno del presidente Daniel Noboa, quien fue el único presidente latinoamericano en asistir junto al rey de España, Felipe VI, y los presidentes de Portugal y Andorra. Los representantes de los demás países fueron mandatarios de segundo rango y debatieron sobre cooperación y medidas de desarrollo sostenible y sobre la contención de la delincuencia organizada trasnacional.
El evento se desarrolló en medio de la crisis energética que vive el país a partir de la sequía, que paralizó la producción de las usinas hidroeléctricas con que se nutre alrededor del 60% del tendido eléctrico del país. El país además ha crecido fuertemente en materia de homicidios desde el 2018, pasando de 6 dada 100 mil habitantes a 47 muertes en 2023. Este crecimiento exponencial se dio a partir de la retirada del estado luego de los gobiernos de Rafael Correa, y su ocupación por bandas narcotraficantes que reemplazaron a la ausencia del mismo a partir de las políticas neoliberales. En efecto, la posición de Ecuador entre Colombia y Perú como los dos mayores productores de cocaína, fue determinante para el arribo en el país de estas bandas del crimen organizado.
En cuanto al encuentro, la falta de consenso se dio a partir de la posición intransigente de Argentina, que se opuso a respaldar la agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, junto a políticas de defensa de equidad de género y lucha contra el cambio climático. Por otro lado, también fue el único país que no apoyó la condena contra el bloqueo económico y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba. En esos términos no se generaron los consensos mínimos para la aprobación de una declaración conjunta.
Sin embargo, sí pudieron avanzar en un documento mayoritario conocido como la ‘Declaración de Cuenca de Países Integrantes de la Comunidad Iberoamericana’ figuran Andorra, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana y Uruguay. En él, los países firmantes se comprometieron a impulsar la igualdad de género, a reconocer a las juventudes como pilar del desarrollo y la necesidad de impulsar el trabajo digno.
Debate presidencial entre Yamandú Orsi y Álvaro Delgado a una semana del ballotage.
El candidato por el Frente Amplo, Yamandú Orsi y el del Partido Nacional, Álvaro Delgado se encontraron en el debate presidencial de cara al ballotage del domingo 24 de noviembre. En un intento por alcanzar al electorado del centro, en el bloque sobre economía, inserción internacional y producción, el candidato frenteamplista afirmó que no aumentará impuestos sino que simplificará el esquema tributario existente, contradiciendo a su plataforma que plantea una reforma tributaria progresiva a la renta, el patrimonio y el gran capital. Mientras tanto, Delgado afirmó que el salario real aumentó con el gobierno de Lacalle Pou. Donde sí fue más incisivo el candidato frenteamplista fue en materia de jubilaciones, en donde prometió darle oportunidades a quien quiera jubilarse a los 60 años, todo esto sin cambiar el esquema actual que permite seguir trabajando hasta los 65 años. También cuestionó los escándalos de corrupción como los del narcotraficante Sebastián Marset a quien el estado le otorgó un pasaporte mientras mantenía una orden de arresto de interpol. En materia de seguridad, propuso la incorporación de 2.000 policías y el mantenimiento de la Ley de Urgente Consideración.
De esta forma Yamandu Orsi se ha volcado al electorado del centro para intentar obtener los votos para alcanzar la mayoría, pero el final según las encuestas está abierto. La mayoría de ellas le da una leve ventaja a Orsi de entre 2 y 4 puntos, pero ella no es determinante como para asegurar su victoria. Mientras tanto, Delgado cuenta con la alianza entre todos los demás partidos de la Coalición Republicana, compuesta por el Partido blanco, el colorado, y partidos menores como Cabildo Abierto, Partido Independiente y Partido constitucional Ambientalista.
El próximo domingo la ciudadanía definirá el cambio o la continuidad del gobierno en Uruguay.