La cumbre anual de la OTAN en Vilna alumbró la incorporación de Suecia pero no manifestó ningún avance con respecto a Ucrania. El debate electoral en España polarizó las fuerzas de cara a las elecciones generales del 23 de julio. Los estados del sudeste asiático fortalecieron lazos y su autonomía estratégica en la cumbre ASEAN. La CEPAL publicó el informe de Inversión Extranjera Directa en América Latina con datos de crecimiento para la región.
Por Federico Montero y Pablo Macia
Cumbre anual de la OTAN allanó la incorporación de Suecia y postergó la de Ucrania.
La OTAN reafirmó su apoyo a Kiev. Los días 11 y 12 de julio se realizó en Vilnus, Lituania, la cumbre anual de la OTAN, en la que la mayor alianza de seguridad del mundo prometió continuar apoyando a Ucrania todo el tiempo que sea necesario. Esta afirmación se materializó en el compromiso de los países del G7 de otorgar mayor financiamiento para el armamento de Kiev, en un momento en el que la anunciada contraofensiva continúa sin demostrar grandes avances en el frente de batalla. Sin embargo, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski dejó entrever que el encuentro tuvo sabor a poco, en referencia al nulo avance en cuanto a establecer una hoja de ruta para que el país se sume a la alianza militar. Desde algunas visiones, esto refuerza la pretensión de Putin de continuar con la guerra, teniendo en cuenta que su principal objetivo era justamente que Ucrania no se sume a la OTAN. Desde otros análisis plantean el peligro de una mayor escalada en el conflicto si se avanzase en la incorporación del país en la alianza militar.
Incorporación de Suecia y la negociación con Turquía. Por lo pronto, en lo que sí se ha allanado el camino es en la incorporación de Suecia al organismo. Así lo afirmó en secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quién además fue reelecto al mando de la organización hasta julio de 2024. El país nórdico que había pedido sumarse a la organización junto con Finlandia, obtuvo el veto Turquía, por considerar que Estocolmo apaña a integrantes de organizaciones terroristas, como el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Otro punto en disonancia es el apoyo a sectores críticos con el islam, que recientemente fueron autorizados a quemar el Corán (el mayor libro sagrado de esa religión). El presidente turco Recep Tayyip Erdogan, recientemente reelecto, pretende negociar la incorporación de Suecia a cambio de la entrada de Turquía en la Unión Europea, y de la compra de 40 aviones de combate cazas Lockheed Martin Corp F-16. De esta manera, Turquía mantiene una posición de equilibrio entre occidente y oriente que le permite negociar desde una posición autónoma que le ha permitido mediar entre ambos bandos como en el ejemplo del acuerdo de granos y fertilizantes. La cumbre allanó el camino para que Suecia se convierta en el miembro 32 de la organización.
Ucrania y el artículo 5. El caso de Ucrania es mucho más complejo. La OTAN manifiesta en su artículo 5 la garantía de defensa común, estableciendo que ante un ataque a alguno de los miembros de la organización, la respuesta debe ser de todo el bloque militar. Así, la incorporación de Kiev significaría la virtual declaración de guerra de todos los miembros de la OTAN frente a Rusia, desatando una virtual 3° guerra mundial con eventuales enfrentamientos nucleares. Frente a semejante escalada, se manifestó la negativa del bloque a tratar ningún avance en la materia. Además de determinados requisitos de convergencia institucional, política y militar que implica la adhesión a la OTAN, se encuentra el problema territorial para que Kiev pueda sumarse a la alianza. En efecto, Ucrania mantiene importantes zonas del sureste ocupadas por Rusia, que automáticamente activarían el artículo 5 de la organización si se integrase a Kiev en la OTAN. De manera similar se trabó la incorporación de Georgia al organismo cuando las fuerzas rusas entraron en el país en 2008. Desde ese momento, Moscú ha utilizado esa estrategia como represalia a la mayor avanzada de la OTAN hacia el este, que se produjo en 2004 con la incorporación de Lituania, Bulgaria, Estonia, Letonia, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia.
Con la suma de Suecia y Finlandia, la OTAN adquiere un fuerte control del Báltico, que venía frecuentando a fuerza de ejercicios militares y con la voladura de los gasoductos nord stream I y II, desconectando a Rusia de la provisión de energía a bajo precio a Europa. En cuanto a Europa, el otro objetivo que se ha impuesto la OTAN es el de adquirir la capacidad de movilizar 300.000 soldados en menos de un mes frente a un eventual conflicto bélico frente a Rusia. Además, los integrantes de la Alianza están decididos a avanzar en el rearme, destinando un piso del 2% de su PBI en defensa. Por último, en la nueva doctrina de seguridad aprobada el año pasado se encuentra a China como “un desafío” estratégico. En ese aspecto, la alianza militar definió aumentar la presencia en el ‘Indo-Pacífico’ y hasta no descarta abrir una oficina en Japón, lo que implicaría una nueva afrenta hacia Beijing.
En este contexto, todo parece indicar que la transición geopolítica hacia un multilateralismo con mayor peso de los países emergentes de Asia Pacífico será respondida con mayores presiones de las potencias occidentales comandadas por Estados Unidos.
El debate electoral en España polarizó la disputa entre el PP y el PSOE
A una semana de las elecciones generales en España que elegirán diputados y senadores para formar gobierno, se avanza hacia la polarización entre el actual presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez y el candidato del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. Los populares corren con ventaja en las encuestas luego de la victoria obtenida en las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo, que precipitaron la decisión de Sánchez de adelantar las elecciones para formar nuevo gobierno. La polarización entre el candidato del PP y del PSOE se manifestó en el único debate presidencial que mantuvieron la semana pasada, que estuvo plagado de ataques al gobierno por parte de Núñez Feijóo esgrimiendo números estadísticos sin sustento y acusaciones que desvirtuaron el intercambio de propuestas. Así, el partido opositor intentó capitalizar el malestar acumulado a partir de las recurrentes crisis que atravesó el gobierno de Sánchez, comenzando por la pandemia, la caída de la producción, la recuperación y sus consecuencias inflacionarias y el impacto de la guerra en Ucrania. Las opciones de derecha han concentrado ese malestar en la consigna de terminar con el “sanchismo”, evitando manifestarse en términos propositivos. Así, el partido Vox, del ex PP Santiago Abascal se presenta como “antimusulmán”, “antifeminista” y “antihomosexuales”, prometiendo eliminar todos los avances en ampliación de derechos civiles, sociales y ambientales. Otro eje de esa fuerza es potenciar la xenofobia, impulsando acciones represivas hacia la inmigración irregular.
Frente a esas opciones de derecha, el actual presidente antepone el gran repunte económico del 2021 y 2022 luego de la pandemia del covid-19, la contención de la inflación a menos del 2%, las políticas de memoria y derechos humanos frente al pasado franquista, los derechos de las mujeres y la promoción de los jóvenes para acceder a la universidad y a la vivienda pública. Por su parte, la vicepresidenta del gobierno y ministra de trabajo y economía social, Yolanda Díaz, se presenta bajo la coalición de izquierda Sumar, intentando capitalizar los avances sociales que impulsó el gobierno en los últimos años. Entre ellos se destaca el aumento del salario mínimo a 1.050 euros mensuales, la reforma laboral que permitió la regularización récord de contratos de trabajo por tiempo indeterminado, y los aportes del estado para el pago de salarios que evitaron la mayor parte de los despidos en pandemia. Como propuestas para continuar avanzando en esa agenda se plantea un ingreso mínimo y vital para los hogares más humildes, reforzar la protección social y el papel del Estado.
Los sondeos indican que la derecha del PP y Vox tienen más chances de formar un nuevo gobierno, pero el PSOE y sus aliados de izquierda y regionales apuestan a reeditar la coalición de gobierno, apelando a la movilización del electorado para defender las conquistas obtenidas en los últimos años.
La cumbre ASEAN fortaleció los lazos de cooperación en Asia-pacífico.
Los días 11 y 12 de julio se desarrollo en Yakarta, Indonesia, la 56° reunión de ministros de relaciones exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) bajo el lema: “Asuntos de la ASEAN: epicentro del crecimiento”. La organización compuesta por el anfitrión Indonesia, cuenta a Filipinas, Malasia, Singapur, Tailandia, Vietnam, Brunei Darussalam, Camboya, Laos y Myanmar como sus integrantes, y congrega a países que han desarrollado grandes capacidades industriales y comerciales desde fines del siglo pasado, cuando se los bautizó como los “tigres asiáticos”. De esta forma, la ASEAN se ha articulado en el formato bilateral con China, Corea del Sur, Canadá, Japón, India, Australia, Estados Unidos, Unión Europea, Rusia y Nueva Zelanda. También desarrolló el formato ASEAN+3 junto a la República Popular de China, Japón y la República de Corea. Así, las naciones del sudeste asiático han ganado predominio regional para desarrollar la cooperación y la autonomía estratégica en el mundo atravesado por las convulsiones geopolíticas y las crisis económicas y ambientales. La región de la ASEAN fue en 2022 de las de mayor crecimiento del mundo con un 5,5%. Según el diario digital Expansión (Datos Macro), la región tiene un PIB anual de 2,45 billones de euros.
En la declaración final del encuentro, los países miembros destacaron al regionalismo y el multilateralismo como elementos centrales en la nueva arquitectura de gobernanza global, impulsando a Filipinas para miembro no permanente del consejo de seguridad de la ONU para el 2027. También resolvieron generar un entorno favorable para el desarrollo de la economía digita y la seguridad alimentaria, los derechos humanos, y la promoción de los ODS 2030. Para el 2023 se espera que la economía de la ASEAN logre un crecimiento del PIB del 4,7 % y del 5,0 % en 2024, impulsada por un consumo interno robusto, un desempeño exportador positivo y una recuperación acelerada en los servicios. Desde esta perspectiva la asociación se ha ganado un papel de relevancia en el intercambio regional y un desarrollo estratégico en la relación con los principales polos de poder geopolítico mundial, terciando tanto en la relación con China y Rusia como con Estados Unidos y las potencias occidentales.
CEPAL: importante aumento de la Inversión Extranjera Directa en América Latina.
La Comisión Económica para América Latina y el caribe (CEPAL) publicó el informe sobre inversión extranjera directa (IED) anunciando un récord de 224.579 millones de dólares para el 2022, lo que constituye un 55,2% superior a la cifra registrada en 2021 y el máximo valor desde que se realiza este monitoreo. Desde 2013 las entradas de IED en los países latinoamericanos y caribeños no superaban los 200.000 millones de dólares. El informe destaca que mientras los flujos de IED crecieron en América Latina y el Caribe y en otras regiones del mundo, decrecieron en Estados Unidos y en algunos países de la Unión Europea.
La transición energética es identificada por la CEPAL como uno de los sectores impulsores del crecimiento económico, que puede convertirse en gran motor de la transformación productiva de la región. En ese aspecto es fundamental el potencial de desarrollo de energías limpias que mantiene el continente: solar, hidroeléctrica, eólica y nuclear. También es fundamental en las energías en transición como el gas y en la producción de baterías de litio para la acumulación energética. En un mundo atravesado por la crisis energética, por primera vez desde 2010, los anuncios de inversión fueron liderados por el sector de hidrocarburos (carbón, petróleo y gas) con 24% del total, seguido por el sector automotriz (13%) y las energías renovables (11%).
Por último, el informe destaca que los países deben poner atención a las políticas de desarrollo productivo post-establecimiento de inversiones, que incluyen el fomento a los encadenamientos productivos, políticas de agregación de valor y ascenso en las cadenas de valor, de desarrollo de recursos humanos, de infraestructura y logística y de construcción de capacidades locales.