Observatorio del Sur Global

Turbulencias financieras en Japón y crisis políticas en Bangladesh

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Se registraron turbulencias financieras en Japón y en los mercados globales mientras la Unión Europea avanza en protecciones frente a los autos eléctricos chinos. Las revueltas provocaron la crisis política en Bangladesh ante la falta de perspectivas de desarrollo para la juventud. Lula Da Silva viajó con una nutrida comitiva a Chile para reforzar la cooperación estratégica. En Venezuela el CNE ratificó el triunfo de Maduro y la oposición no se presentó en el Tribunal Supremo de Justicia.

Por Federico Montero y Pablo Macia

Turbulencias financieras en Japón y en los mercados globales mientras la Unión Europea avanza en protecciones frente a los autos eléctricos chinos

El lunes pasado se levantaron las alarmas en los mercados financieros globales a partir de la caída histórica del índice Nikkei que mide la bolsa de valores de Tokio. El mismo perdió un 12,4% siendo el máximo valor luego del “Lunes negro” de octubre de 1987, que con un 14,9% marcó un período de desaceleración y estancamiento luego de años de crecimiento económico. El cimbronazo se produjo a partir de la decisión del Banco Central de Japón de aumentar las tasas de interés que venían en un piso particularmente bajo. Esta situación habilitaba operaciones de carry trade, con la toma de créditos a baja tasa que se volcaban a mercados financieros con mayor rendimiento como el de las tecnológicas y otras operaciones globales. Pero el aumento de las tasas de interés en Japón forzó a que los operadores desarmen esas posiciones, realicen la ganancia adquirida por el antiguo diferencial y vendan activos para pagar las obligaciones asumidas, propiciando la caída de la bolsa.

Esta corrida se potenció ante los temores de una desaceleración económica en Estados Unidos, que pueda llegar a ser enfrentada con una baja de la tasa de interés, generando una mayor convergencia con Japón. Además, el yen viene apreciándose frente al dólar, perjudicando a los exportadores japoneses y a los inversores extranjeros que intentan realizar sus ganancias en dólares. La falta de expectativas de crecimiento favorables, se completan con los mercados de la energía, las criptomonedas y el sector manufacturero, que también muestran un estancamiento. Así, los mercados globales han sufrido pérdidas, siendo los principales el índice Taiex de Taiwán con una caída del 8,4%, y el Kospi de Corea del Sur, con una baja del 8,8%.

El contagio se extendió a las acciones de los principales fabricantes de semiconductores del mundo. Así lo sufrió el líder en la producción mundial, la Taiwán Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), con una caída del 9,8%. Samsung Electronics sufrió una pérdida similar en Corea del Sur y también fueron afectadas otras empresas tecnológicas de Asia y a nivel mundial. Estas empresas habían crecido fuertemente en los últimos meses a partir de las expectativas favorables que propicia el desarrollo de la inteligencia artificial. Los inversores externos mantienen una alta participación en estas empresas, haciéndolas muy sensibles a las fluctuaciones globales. Tal es el caso de TSMC cuyo paquete accionario extranjero representa alrededor de un 75% de la compañía.  

Al correr de la semana se produjo un rebote estabilizando nuevamente los precios de las acciones, pero las causas de fondo de las turbulencias continúan presentes. Estas se dan en un marco geopolítico plagado de disputas entre Estados Unidos y China como referentes de los países occidentales avanzados y los emergentes. Así se van rompiendo los esquemas de la globalización neoliberal hegemonizados por Washington y se avanza hacia medidas comerciales proteccionistas que defiendan las cadenas de valor locales y regionales.

Este es el caso de la Unión Europea, que ha desplegado una investigación con el fin de acusar a China de competencia desleal en la producción de vehículos eléctricos, para imponerles aranceles de entre el 17,44 y el 38,1%. Frente a esta estrategia, el Ministerio de Comercio de China (MOFCOM) inició un procedimiento de resolución de disputas en la Organización Mundial del comercio para revertir las medidas arancelarias que intenta imponer la Unión Europea. Desde octubre de 2023, la UE inició 35 investigaciones comerciales correctivas sobre productos chinos por valor de 28.400 millones de dólares. Desde la Asociación China de Fabricantes de Automóviles (CAAM), afirmaron que estas medidas arancelarias están destinadas a proteger la atrasada industria europea y constituyen una hipocresía al frenar los impulsos hacia la electromovilidad para combatir la emisión de gases de efecto invernadero y el cambio climático. Según la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China (CPCA), las ventas minoristas de vehículos de nueva energía (NEV) aumentaron un 36,9 por ciento interanual a 878.000 unidades en julio, y superaron por primera vez a la producción de automóviles a combustible. Así, desde la parte china denuncian que Europa impide el desarrollo y comercialización de tecnologías verdes para proteger su propia industria.

Beijing denuncia también las arbitrarias condiciones que la Unión Europea le impuso en su investigación antisubsidios, centrándose en las empresas chinas, SAIC Motor, Geely y BYD, y dejando de lado a Tesla, que es el mayor exportador de vehículos eléctricos de la UE. Además, según China, la investigación impulsada por Bruselas desde octubre del 2023 recopiló información sobre secretos técnicos básicos, como las formulaciones de las baterías y los costes de producción; y secretos comerciales básicos, como la capacidad de producción, los costos de producción y los canales de venta de las empresas.

Todas estas medidas para arancelarias impulsadas por la Unión Europea evidencian por un lado un alineamiento con las políticas de Estados Unidos de confrontación comercial con China. Pero, por otro lado, muestran una inexorable tendencia hacia la protección de las cadenas de valor locales, y la ruptura del liberalismo comercial que otrora impulsara Washington cuando mantenía intacta su hegemonía mundial. Paradójicamente, es Beijing quien reclama en materia comercial y en la OMC el respeto por “el orden basado en reglas” que occidente comienza a romper para frenar el avance económico de los países emergentes.  

Las revueltas provocaron la crisis política en Bangladesh ante la falta de perspectivas de desarrollo para la juventud.

El pasado lunes 5 de agosto se consumó la dimisión de la primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, luego de dos semanas de revueltas antigubernamentales, que dieron fin a 15 años de mandato del partido gobernante. Luego de un vacío político para liderar un gobierno interino, el jueves 8, asumió el premio nobel, Muhammad Yunus para estabilizar el país e iniciar un proceso de llamado a elecciones. Yunus es conocido como el banquero del pueblo, en base a los bancos de microcréditos que estableció para personas de bajos recursos, demostrando la viabilidad de su propuesta para resolver necesidades básicas de la población más vulnerable, que además presenta una mayor tasa de devolución que otros sectores sociales más acomodados. El nuevo mandatario deberá llevar orden en un país que atravesó una revuelta en la que murieron más de 300 manifestantes y fueron heridos millares de jóvenes. La represión en las calles se complementó con el corte de las redes sociales y la comunicación por internet.

El detonante de las movilizaciones que comenzaron en julio, estuvo dado por la decisión del gobierno de imponer una cuota del 30% de los empleos públicos a los familiares de los veteranos de la guerra de liberación de 1971, restringiendo las posibilidades de acceso de una nueva generación de jóvenes con formación universitaria para esos espacios. A pesar de que el Tribunal Supremo del país falló para que el 93% de los cargos públicos se definieran por métodos meritocráticos, las protestas continuaron frente a otras problemáticas que vive el país.

Así se vertebró el descontento frente a la Liga Awami, el partido de Hasina que gobernaba desde el 2008, y que fue avanzando en la cooptación del aparato del Estado –la burocracia, las fuerzas de seguridad y el poder judicial – junto a los grandes empresarios y medios de comunicación. Las crecientes formas de corrupción y las elecciones cada vez más amañadas para sostenerse en el gobierno, fueron minando una narrativa sobre el crecimiento económico – en torno al 6% del PBI – pero que no es complementado con la mejora en la calidad de vida de la población. Con una política liberal que favorece los negocios de los grandes grupos económicos, con grandes obras de infraestructura pero con un programa de endeudamiento monitoreado por el FMI de contención del gasto público, las clases medias y trabajadoras del país ven sus perspectivas estancadas. El aumento de la inflación, del desempleo y la volatilidad económica provocadas por la falta de divisas también son síntomas de las escasas posibilidades de desarrollo.

En ese marco, se han desplegado las revueltas de la mano de los jóvenes y estudiantes que con un alto grado de formación reclaman un mayor protagonismo para impulsar un desarrollo más equitativo, y la inclusión en los cargos públicos basados en la formación. El nuevo gobierno deberá dar respuesta a estas nuevas generaciones y superar los problemas de un país que ha crecido pero que no ha alcanzado a redistribuir los beneficios en su población, demostrando una vez más que no es con derrame sino con decisiones políticas como se avanza en cuestiones de desarrollo humano y social.

Lula viajó a Chile para reforzar la cooperación estratégica.

El presidente de Brasil Luiz Inacio Lula Da Silva visitó a homólogo de Chile Gabriel Boric en el Palacio de la Moneda, para sellar una serie de acuerdos de cooperación estratégica. El mandatario carioca arribó a Santiago de Chile con una comitiva de 14 ministros y 250 empresarios para fortalecer los lazos gubernamentales y comerciales. Brasil es el tercer socio comercial de Chile y el mayor receptor de inversiones chilenas del mundo, en áreas como supermercados, energía, celulosa y vuelos comerciales. Mientras tanto, Chile es el sexto socio comercial de Brasil, y el mayor inversor latinoamericano. El comercio bilateral entre ambos países es de 12 mil millones anuales.

En ese contexto los presidentes firmaron 19 acuerdos entre numerosas áreas ministeriales. En materia de seguridad se destacan los convenios de extradición para combatir la impunidad y la delincuencia, además de un memorándum de entendimiento para la cooperación en ciberseguridad. También se desarrollaron acuerdos en materia de producción agrícola orgánica, y cooperación técnica agropecuaria. En cuanto a la cooperación en ciencia, tecnología e innovación se destaca la cooperación en actividades espaciales para fines pacíficos. También fueron destacables los acuerdos de cooperación en materia turística y en industrias culturales audiovisuales. Por último, se firmaron acuerdos en materia de Derechos Humanos, LGTTBI, adultos mayores, personas con discapacidad y políticas de Memoria, Verdad y Justicia.

Frente a la situación en Venezuela, los mandatarios omitieron cualquier referencia. Como antecedentes Brasil, México y Colombia han desarrollado posiciones conjuntas demostrando cautela en los resultados a la espera de las actas de votación. Mientras tanto, Chile ha manifestado mayores divergencias frente al gobierno de Nicolás Maduro, lo que llevó a la ruptura de relaciones por parte de Caracas.

La relación entre Chile y Brasil tiene un carácter estratégico como lo hizo saber Lula, quien afirmó que se suele decir que los estados no tienen amigos sino intereses permanentes, pero en este caso mantienen una amistad sin límites. La articulación de intereses en materia de desarrollo productivo y tecnológico tiene importantes potencialidades en rubros como la electromovilidad, donde Chile aporta el Litio y el cobre mientras que Brasil su capacidad automotriz. En este potencial también entra como actor la Argentina, pero las diferencias ideológicas del presidente Javier Milei con sus pares de Brasil y Chile obturan esa cooperación.

En Venezuela el CNE ratificó el triunfo de Maduro y la oposición no se presentó en el TSJ

El Consejo Nacional Electoral de Venezuela ratificó la reelección del presidente Nicolas Maduro por el 52% de los votos frente al 43% del candidato Edmundo González Urrutia. El CNE no ha presentado aún las actas de escrutinio aduciendo un hackeo en el sistema de votación de las elecciones realizadas el 28 de julio y frente a la presión internacional, el actual presidente Maduro interpuso un recurso frente al Tribunal Superior de Justicia para que todos los partidos presentes sus actas de fiscales, a fin de cotejar y contrastar los resultados. Sin embargo, de los 10 candidatos presidenciales faltó Edmundo González, quien se adjudica el triunfo electoral por el 70 % de los votos. La no comparecencia al tribunal le quita legitimidad al planteo opositor, que tampoco ha mostrado las prometidas actas sino a través de un dominio web. De las más de 30 mil actas que componen todo el proceso eleccionario, la Plataforma Unitaria Democrática ha mostrado 9 mil, pero se comprobó que una parte importante de ellas son falsas.

Los demás partidos políticos que se presentaron a elecciones han comparecido al Tribunal entregando las actas en su poder, y el propio Consejo Nacional Electoral lo ha hecho el día 5 de agosto. Mientras tanto, González afirmó que si acataba la citación de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) convalidaría la «usurpación» de competencias del máximo juzgado del país sobre el Consejo Nacional Electoral (CNE), que aún no presentó las actas. Así, el dirigente opositor acepta como órgano oficial al CNE, que contiene en su seno a representantes de diversos sectores políticos, pero no avala sus resoluciones.

Mientras tanto, la disputa continúa llevándose en el plano mediático, internacional y en las redes sociales. Maduro cargó contra las campañas de desinformación y los boicots que impulsan desde estas últimas, cuestionando a Elon Musk de la red X y a Mark  Zuckerberg de WhatsApp, afirmando que 70 países han prohibido su uso en funcionarios públicos, militares y policiales debido al espionaje que realiza.

Por la vía legal, el Tribunal Supremo de Justicia deberá dictaminar un fallo luego de cotejar las actas de todos los partidos presentes, mientras que por su parte el CNE cuenta aún con el plazo de un mes para el escrutinio definitivo. Pero el campo de la legitimidad de la elección continuará desplegándose en el terreno político, en un país que desde hace tiempo se ha polarizado y que cuenta con la injerencia de la presión norteamericana y sus sanciones, bloqueos y sabotajes.

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